Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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Todo, todo completamente fue distinto después de ese verano, cuando menos lo pensé habían pasado 7 meses desde aquellas vacaciones, estaba a unas semanas de cumplir 22 años y todo a mi alrededor se sentía normal, pero de alguna forma vacía, aun recuerdo los momentos que viví en aquel rancho pero simplemente debía de superarlo, porque desde hace meses mi vida tiene otras prioridades.
— ¡Xenres! — Escuché detrás mío mientras caminaba directo a mi clase de branding.
— Ari, de nuevo a prisas. — Dije entre en una pequeña risa a mi compañero Ariel Salvatierra, quien era un compañero quien estaba tomando la misma clase. — ¿El trabajo? —
— Si, la nueva tienda me tiene un lio. Lo bueno es que pronto abriremos y por fin laboraré como se debe. — Comenzamos a caminar juntos directo al salón de clases.
— ¿Por fin me dirás el misterio de esa tienda tuya en la que trabajaras? — Pregunté curioso mientras miraba el rostro de mi amigo. Ariel es un chico dos años menor que yo, de cabellera oscura y mirada alegre, su sonrisa es contagiosa y su cabello un poco largo, es algo musculoso pero no tan exagerado, le gusta estar en forma y viste muy a la moda, él y yo llevamos muchas de nuestras clases juntos por lo cual es a quien más frecuento en toda mi universidad.
— No aún no puedo, me dijeron los encargados que no podría decir detalles, tienes que esperar al día de la inauguración. Lo siento. — Decía un poco triste.
— No te preocupes, dices que ya no falta mucho para que abran, puedo esperar un poco más. —
Seguimos nuestro camino, al entrar en el salón a clases, esta misma apenas estaba comenzando, el profesor nos estaba explicando más a detalle nuestro proyecto para la clase, y como era de esperarse debíamos de crear una empresa con nuestras ideas y productos originales, pero en este caso lo llamábamos "Marca". Lo sobresaliente de esto, ya que hacer empresas imaginarias o de papel era común en nuestra carrera, es que nuestra evaluación no sería realizada por nuestro profesor... Si no por gerentes o representantes de marcas prestigiosas que checarían nuestra presentación de nuestra marca al mercado. Como una especie de Shark Tank, entonces era una experiencia cercana a lo que nos esperaría en el mundo laboral.
— Lo ideal es que cada quien hiciera su propia marca, pero debido a la cantidad de estudiantes que son, y a la apretada agenda de nuestros invitados tengo que reducir la cantidad de presentaciones, por lo cual su proyecto será presentado en parejas. — Eso es lo que nos comentó el profesor, así mismo Ariel volteó a verme de inmediato con una sonrisa típica suya, la cual respondí con otra sonrisa de mi parte.
— ¿Eso es un sí? — Preguntó.
— Creo. ¿Qué fue a lo que respondí? —
— ¿Seremos compañeros de proyecto? Ya tengo el producto perfecto, no por nada trabajo con ellos. —
