Capítulo XXXVIII - Leal. 💗

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Narra Diego

Tulio: Gracias por tu declaración Diego – salíamos de la oficina del jefe – Con lo que descubriste, ayudarás mucho a mi sobrino.

Yo: Ari es uno de mis mejores amigos, no podía quedarme sin hacer nada... aunque ¿sabe algo? Hay solo una cosa que no me termina de cuadrar...


Antes de poder seguir con mi platica con Don Tulio, notamos que alguien venia corriendo a toda velocidad por el pasillo, esa persona era Alexa. Fue tropezando conmigo e iba llorando a mares. Salió corriendo del lugar, cuando reaccioné me disculpé con Don Tulio y fui detrás de ella.


Yo: ¡Alexa! – volteó y nos vimos por unos segundos

Alexa: Diego...


Abrí mis brazos y ella vino corriendo hasta que nos unimos en un abrazo tan fuerte que el tiempo se detuvo por un instante. La oía como lloraba con fuerza y yo solo le decía <tranquila, todo estará bien> tenía que esperar a que se calme para hablar con ella. Me necesita y aquí estoy.


Narra Ari

Este día ha sido demasiado largo y muy pesado... creo que al despertarme lo último que se me hubiera ocurrido es que pasaría toda la tarde y parte de la noche en una comisaria inculpado por un robo. Me hicieron una prueba para comparar si mi ADN era el mismo que encontraron en la escena del robo, confirmaron que yo no fui quien asaltó la oficina de mi tía Susana. Creo que a Diego le conviene pensar en un futuro como detective, logró junto a Alexa, antes que la policía, averiguar lo que había pasado.


Agente: Aristóteles – entró a la sala – Estas libre muchacho. Lamentamos cualquier inconveniente, pero así es este trabajo.

Yo: Entiendo agente – respondí algo desanimado – ¿Sabe algo de mi novio? Estoy preocupado...

Agente: Creo que debes sentarte para lo que le voy a decir...

Tulio: Sobrino – entró a la sala – Necesito hablar contigo sobre Temo...

Yo: ¿Qué pasó? – me preocupé


No puede ser... mi Temo... cada palabra que salía de la boca de mi tío y del agente sobre todo lo que había pasado me destruía el alma, ya no me importaba lo del robo, solo quería ver a Temo... estar ahí para él. Mi tío Tulio me llevó donde estaban todos, después de lo sucedido los habían traído para que tomen su declaración. Corría por los pasillos buscándolo, hasta que alcancé a ver a Pancho sentado al lado de él abrazándolo mientras ambos lloraban.

Temo estaba recogido en su silla, abrazado de sus propias piernas mientras su padre lo intentaba animar. Mi corazón se hizo diminuto al verlo, solo supe soltar su nombre para que ambos hiciéramos contacto visual y nuestras lágrimas empezaran a brotar una vez más de nuestros rostros. Caminamos directo hacia el otro y cada paso hacía que aumentáramos más la velocidad hasta que terminamos juntándonos en un abrazo lleno de sentimiento.


Temo: Ari... no sabes cuánto te necesito ahora – seguía llorando

Yo: Tranquilo – acaricié su cabello – Ya pasó... estoy aquí y no te pienso soltar nunca.

Temo: Fue horrible... él intentó...

Yo: No lo digas... no recuerdes eso – lo vi a los ojos – Perdóname... se supone que debí haber estado contigo... cuidándote siempre...

Pruebas de Amor - Aristemo (T2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora