Capítulo 5

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¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba? Le costaba abrir los ojos, de hecho no podía hacerlo, sentía que los tenía pegados. Hacía mucho frío, se daba cuenta que ella estaba helada. Solamente veía todo blanco, no negro como cuando estás con los ojos cerrados. Intentaba mover su cuerpo pero le era imposible que reaccione, no le hacían caso sus extremidades a lo que la mente les estaba indicando. De fondo, escucha voces. Voces enojadas, discutiendo. Le sonaban familiares.

- ¡¿Dónde carajo estabas que te diste cuenta una hora tarde de lo que había hecho Macarena?! ¡¿Me explicás?!.- Su padre. Era su padre. Era su voz ronca y temblorosa la que estaba a los gritos. Oía una mujer sollozar sin parar.

- Basta, Alberto, por favor. Me fui a comer a lo de mi mamá. Macarena y Matías no quisieron venir.- Llora cada vez más fuerte. Ese triste sollozo lo había escuchado tantas veces en el último tiempo...Su mamá.

- ¡Pendejo de mierda! ¡Matías tampoco nunca está cuando se lo necesita!.- Se oye un suspiro.

- No es el momento de hablar mal de nuestros hijos, Alberto. Tenemos que apoyar nos y...

- ¿Apoyarnos?.- Interrumpe.- ¿Vos me estás jodiendo, Sonia? ¡Se podría haber muerto, y no sé cómo está viva todavía!.

Se escucha un fuerte cachetazo que silencia toda la habitación. ¿Qué estaba pasando? Macarena quería entender dónde estaba, por qué su mamá lloraba y por qué su padre estaba tan furioso. Desde aquel golpe seco que se oyó, nadie volvió a hablar, sobre todo luego de que, a los pocos segundos, se escuchó un fuerte portazo que dio fin por completo a la pelea que se estaba generando.

Siente que alguien le acaricia la cara. Por la piel suave y los dedos largos y finos, pudo reconocer que era la de su mamá. Aún entre llantos y sollozos, logra hablarle de nuevo.

- Perdón, hija. Perdón.- Suspira.- Sé que esto lo hacés porque últimamente no te estamos dando la poca atención que te merecés, que sólo nos concentramos en Matías, en el divorcio y en la división de los bienes. Te prometo que todo va a cambiar, pero por favor, despertate.- Llora en silencio.

Lo había conseguido. Por fin Macarena logró que sus padres le presten atención y reconozcan sus errores, al menos su madre lo había hecho. Pero...¿ella que tuvo que hacer para que pase todo esto? ¿Se enteraron que vomitaba? No, no podía ser posible...No dejaba ni el más mínimo rastro. Rastro...Prueba...Charco...Sangre. Sangre.

Y de golpe lo recordó todo. Volvieron a ella las imágenes de Bautista intentando levantarse a Celeste en el Álamo, las veces que se miró al espejo y notó que tenía como veinte kilos de más, recordó aquel pedazo de conversación en el que Bautista habla muy amablemente con quien cree su amiga. Todavía puede sentir cómo la cuchilla de esa gillette que creía ser de su padre y finalmente era de su hermano, le atravesaban la vena que más le resaltaba, y la sangre salía a borbotones. Ese dolor externo calmaba el interno de una vez por todas. No se arrepentía en absoluto, de hecho lo volvería a hacer si eso iba a equivaler tener el perdón y la atención de sus padres. Pero ahora ya está, quería despertarse...Y no podía. La luz blanca era cada vez más fuerte...

La conversación de WhatsApp por la que Macarena se encontraba ahora en este trágico estado, había continuado luego de que ella quedara inconsciente. Celeste siguió comentando cómo avanzaba su conversación con Bautista, y Rocío, siempre presente, opinando sobre cada respuesta. Luego de hablar del tema durante aproximadamente una hora y media, se dieron cuenta de que Maca no había contestado ni una sola vez, a pesar de que su estado actual era "en línea". Si su WhatsApp estaba abierto, ¿por qué no estaba respondiendo?.

Celeste, preocupada, y quizás por qué no con algo de culpa, comenzó a llamarla, a enviarle mensajes por si no le funcionaba el 3G, hasta le habló por chat de Facebook, pero nada, ni un visto, ni una respuesta, ni una voz. Un poco asustada, le pidió a su amiga Rocío que insistiera también, pero fue inútil, nadie respondó. Ambas tenían un don para dramatizar y maquinear por todo, quizás por eso no tardaron demasiado en decidir ir a buscar a Macarena a su casa.

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