No podía faltarle. Tenía que estar por algún lado. Si lo perdió, cualquier persona podría encontrarlo y leer los más profundos, sinceros y por qué no oscuros secretos de Celeste. Ella no quería eso, necesitaba su intimidad también, le hacía muy bien escribir sus sentimientos. Dio vuelta absolutamente toda su habitación en busca de su diario íntimo pero, como esperaba, no estaba. Empezó a revisar cuarto por cuarto en toda su casa y su diario no estaba. La preocupación de Celeste aumentaba cada vez más. No podía ser posible que lo haya perdido, si ella siempre lo guardaba en el mismo lugar. Urgentemente, llamó a Griselda, la señora que los miércoles y viernes va a limpiar a su casa. Le consultó amablemente si había visto "un libro de peluche azul" por algún lado. Griselda pensó unos instantes y le dijo que no, que no tenía idea, que ella jamás tocaba sus cosas más que para limpiarlas y Celeste sabía que era así. Estaba desesperada, necesitaba encontrarlo, ¡mirá si alguien lo tenía y lo había encontrado! Ahora mismo debería estar mofándose y divirtiéndose con todas las cosas que ella contaba, abriendo su corazón y sus sentimientos. "Qué descuidada soy, lo tenía que esconder mejor. Soy una tarada", pensaba Celeste una y otra vez, hasta que se dio cuenta que los pensamientos negativos no iban a lograr que su amado diario aparezca. Optó por darse una ducha, tranquila y en paz para pensar dónde carajo lo pudo haber dejado.
Cerca de su casa, había alguien leyendo atentamente su diario. Debía leer con suma atención para saber qué aprovechar y tener a su favor con todo lo que estaba leyendo.
Macarena había estado todo el día caminando con Rocío, mirando vidrieras, una vez que Pache se fue. Sentía la necesidad de contarle a su amiga lo que había pasado, pero no quería empeorar las cosas con Pache porque quizá de esto también se enteraba, así que tomó la decisión simple de ir a caminar con la rubia al menos para despejarse. Rocío se la pasó quejándose de absolutamente todo lo que le estaba pasando en su vida, por lo que Maca intentaba calmarla y le decía que en una semana comenzaba la facultad y las cosas iban a cambiar totalmente.
- Sí, pero ese es otro problema...No estoy segura de la carrera que elegí.
- ¿Es joda? Desde que te conozco que querés estudiar medicina, ¿por qué ahora vas a cambiar?
- Porque mirá si es difícil, mirá si no puedo, mirá si no me acostumbro al ritmo de estudio.
- Eu, pará.- Macarena se detuvo y se paró frente a su amiga, mirándola fijo.- No soy al indicada para dar consejos de positivismo y todo eso...- Maca miró para abajo.- De hecho, soy la peor. Pero es la carrera que siempre te apasionó, que las cosas que ahora te están pasando en tu cabeza y en tu corazón no te empiecen a repercutir en todo lo de más. En tu casa las cosas están bien, con tus amigas también, tenés problemas en el amor nada más. No es tan terrible.
Rocío miró a su amiga, le sonrió levemente y la abrazó muy fuerte. Para cambiar de tema y no deprimirse, Rocío siguió caminando y le preguntó a Maca si asistiría al cumpleaños de Bauti. Su amiga le dijo que no sabía, pero Rocío desconocía todo lo que estaba planeando Maca para cagarle la noche a Celeste.
Al salir de la ducha, Celeste, resignada, estaba a punto de irse a dormir, cuando su celular empezó a sonar. Eran las doce de la noche y lo que sonaba era la alarma recordatoria que ella misma había puesto. Con todo esto del diario íntimo se había olvidado por un momento de algo importantísimo: ¡Era el cumpleaños de Bautista! Lo llamó, ansiosa por saludarlo, y siendo algunos minutos pasadas las doce, Bauti la atendió. Notaba algo extraño en su forma de hablar; no parecía tener voz de cumpleaños, parecía más bien la voz que tendría en un funeral, pero no quiso abrumarlo con preguntas ni ser pesada así que se limitó a dejarlo tranquilo. Ya habría tiempo para preguntarle qué le pasaba, esa noche cuando llegara a su casa, al festejo.

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ENTRELAZADOS
RomanceLos hechos y personajes de la siguiente texto-novela no son reales, pertenecen a una historia de ficción. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Rocío tensa por lo que está por presenciar y no saber cómo reaccionar. Lautaro ansios...