Capítulo 49.

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REESE.

¿Si sé que estoy segura de que Ariadna y Justin en realidad son el anónimo? No. No lo estoy. Es imposible estarlo ya que ellos no lo han admitido, pero sé que también han hecho cosas para intentar acabar con Eros y conmigo que sí han admitido y por esas cosas si deberían ser juzgados.

Contratar un francotirador para dejar inmovilizado a alguien y conseguir una beca la cual puedes pagar fácilmente es mucho peor que dejar amenazas y notas anónimas. Y si una vez hayan sido arrestados todo acaba, entonces estaré segura de que ellos si eran el anónimo.

La épica melodía que tengo como tono de llamada resuena en la cocina, donde tengo el móvil cargando, así que me levanto corriendo para atenderla.

Me sorprendo al mirar el nombre de la pantalla.

Ariadna.

Cuelgo automáticamente.

-¿Quien era? -pregunta Eros desde el sofá.

Camino de vuelta al salón y antes de que pueda contestarle vuelve a entrar otra llamada en mi móvil. Le enseño la pantalla ya que proviene de la misma persona y este me quita el móvil de la mano para después descolgar.

-Escúchame bien lo que te voy a decir, porque no lo pienso repetir. -habla con voz de amenaza.- O dejas de llamar a Russell o me encargaré de que pases mucho mas tiempo del que te gustaría en la jodida cárcel.

-Eros. -le interrumpo.

-Llevas acosándonos casi un puto año, y voy a conseguir las putas pruebas para que ni tú jodido padre rico pueda pagarte la fianza. Estás enferma.

Está indignado. Puedo verlo en sus ojos, pero no es bueno que se altere, podrían saltar los puntos de la herida de bala, así que le quito el móvil de la mano y me lo pongo en la oreja.

-Soy Reese.

-¿Enserio vas a hablar con ella? -se queja desde el sofá.- Esto es increíble.

-Reese, sabes perfectamente que yo no tuve nada que ver con el tiroteo en el insti. Siempre jugué sucio contra vosotros, pero nunca os he echo daño físicamente. Yo nunca he mandando cartas anónimas, no soy la persona que estáis buscando.

-¿Y que pretendes que haga, Ariadna? ¿Creerte? ¿Salvarte el culo después de haber publicado un vídeo mío en pleno baile de primavera? ¿Después de haber llenado mi taquilla de harina y hacer que me explotara delante de todo el instituto o de hacerme la vida imposible a mis espaldas?

-La gente del insti está hablando de mi, Reese. Las redes sociales están llenas de insultos y publicaciones con mi cara. Ayer rompieron la ventana de mi cuarto al lanzarme piedras. -dice con tono de víctima.- Que esté bajo arresto domiciliario y no pueda salir de mi casa no quiere decir que no sepa qué está pasando. Todos me odian.

Suspiro.

-Ahora sabes como me he sentido yo todo este tiempo. La diferencia es que tú te lo has buscado tu solita.

-Reese, por favor. Lo único que te pido es que me absuelvas del tiroteo.

-Yo no puedo hacer eso, Ariadna. Debe confesarlo Justin. -escucho un sollozo al otro lado de la línea. Eros rueda los ojos y después mira al televisor, con una clara mirada de enfado.- Mira la parte buena, por fin eres popular. -intento animarla, aunque más bien suena a una burla.

Mala influencia®  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora