Capítulo 52.

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Parte dos

REESE

-Todos teníamos nuestra propia vida al acabar la universidad; yo comencé a ejercer como abogado y con el dinero que recaudaba, tu madre y yo decidimos invertirlo en mudarnos aquí, a Miami, donde le ofrecían plaza en el instituto que años después yo compararía. Sophia estaba todo el día rodeada de niños, y no podía desear mas tener uno, pero debido a la enfermedad que le habían diagnosticado ese mismo año se nos hacía muy difícil, y eso la deprimía ya que los hijos de nuestros amigos comenzaban a crecer poco a poco y ella pensaba que se quedaba atrás, con el vago deseo de tener un pequeño bebé entre sus brazos. Le pedí matrimonio ese mismo año, porque a parte de querer pasar el resto de mi vida con ella, estaba siendo un año sentimentalmente horrible para nosotros, y los preparativos de la boda la ayudarían a mantenerse distraida y no pensar en las cosas negativas que nos rodeaban. Aaron y Elena también se mudaron a Miami para estar con ella, ya que algunos días recaía y Los Ángeles estaba muy lejos para venir desde allí a visitarla al hospital. Los cuatro estábamos genial sin Mía y Harold, ya que desde que había nacido el bebé, entre ellos todo eran gritos y peleas, pero nuestra boda se celebraba y teníamos que invitarlos.
Y ojalá no lo hubiéramos hecho.

>>En la fiesta de celebración de la boda, solo nos encontrábamos los adultos, y decidimos que esa era la mejor noche para beber descontroladamente. Todos menos tu madre, la cual nos anunció que ella no podía beber porque estaba embarazada de ti. Juro que ese fue el día mas feliz de mi vida, tenía todo lo que siempre había deseado, aunque entonces no era consciente de ello. Pero no puedo decir lo mismo para los demás, ya que no sé que demonios hizo Mía, pero consiguió drogar a Elena, a Harold y a Aaron de  manera que ninguno de los tres eran conscientes de lo que hacían. Yo estaba muy borracho y pensaba que ellos también, y tu madre al no poder beber se subió a dormir a las habitaciones, sin saber todo lo que estaba ocurriendo en la planta de abajo. No recuerdo muy bien lo que sucedió aquella noche, solo sé que Mía engañó a Aaron Douglas haciéndose pasar por Elena, debido al similar aspecto físico que tenían y el estado en el que estaba Aaron, y consiguió subirlo a las habitaciones. Tu madre oyó ruidos y cuando se asomó a ver qué es lo que pasaba, descubrió a Mía manteniendo relaciones con Aaron, sin protección.

Aaron pensaba que se trataba de Elena y cuando Sophia encendió la luz y Douglas vio que era Mía y no Elena, se echó a llorar, arrepentido, aunque él no hubiera sido culpable de aquella situación. Mía rogó a Sophia que no se lo contara a nadie, pensando que tu madre realmente era su amiga, pero tu madre ni era su amiga ni pretendía guardar el secreto. Ella y Mía discutieron, y Sophia le advirtió a Mía que si la volvía a ver llamaría a la policía, cosa que Mía se tomó como una traición, jurando vengarse de ella. Y cuando Mía juraba venganza, la juraba enserio. Esta se fue de casa y lo primero que hizo tu madre fue asegurarse de que habían pruebas de que Mía había echado algo en las bebidas, escondiendo todas las copas en la alacena, ya que mientras que Aaron era inconsciente de lo que hacía, Harold, Elena y yo nos habíamos quedado dormidos en el salón, señal de que había utilizado drogas diferentes.

>>A la mañana siguiente, cuando todos despertamos, ella y Aaron nos contaron lo sucedido. Harold se quedó totalmente en shock. Pasó una temporada en nuestra casa para aclararse, y cuando las pruebas de drogas de las bebidas dieron positivo y estaba decidido a dejar a Mía, esta le contó que estaba embarazada de nuevo, lo que ató a Harold a permanecer junto a ella otra vez. Nadie sabe qué le contaría para que Harold pudiera perdonarla, pero lo hizo. Todos nos preguntamos si aquel futuro bebé sería de Harold o fruto de la violación de Mía a Aaron, pero solo podíamos esperar a su nacimiento para confirmarlo. Elena se encontraba muy afectada por todo lo sucedido, al igual que tu madre, que al estar embarazada de ti y enferma se encontraba muy débil. A esto había que sumarle que todos comenzamos a recibir mensajes y amenazas anónimos, y aunque todos sospechábamos de Mía, esta se encontraba en Los Ángeles, y embarazada, lo que lo hacía muy poco probable. Harold nos avisó de que Mía ya había tenido el bebé mucho antes de que tu nacieras, lo que confirmaba que el hijo era de Harold y no de Aaron, ya que las fechas para que fuera hijo de Aaron no coincidían. Fue un gran alivio para todos, sobretodo para Aaron Douglas y Elena, pero a partir de entonces, cuando volvíamos a intentar contactar con Harold, este ya no nos respondía. Aaron y yo fuimos hasta Los Ángeles para buscarlo, pero nadie lo había visto desde hacía tiempo. Nos vimos obligados a ir hasta casa de Mía, y esta lo primero que hizo fue lanzarse desconsoladamente a los brazos de Aaron, pidiéndole perdón y diciendo que Harold la había abandonado, dejándola sola junto a sus dos hijos. Aaron estaba muy cabreado y empujó a Mía para quitársela de encima, lo cual hizo que cayera al suelo. Los niños se pusieron a llorar y Aaron y yo aprovechamos para entrar en su casa, pero no había ni rastro de Harold. Decidimos irnos y avisamos a la policía para que iniciara una búsqueda. Pero Harold nunca apareció.

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