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Cuando vi el camino por donde me llevaba Sergi supe a donde era sin siquiera llegar al destino, había visto tantas veces este barrio por televisión y stalkeando a mis ídolos que sabia perfectamente quienes vivían aquí en Castelldelfs. 

Mis amigos iban tan ilusionados con la sorpresa que me iban a dar que decidí que era mejor fingir como que no sabían que aquí vivían Suárez, Messi y Coutinho entre otras figuras del barça.

- Ma... mamá - me llamo Leo cuando se despertó.

- Buenos días rey - dije haciéndole cariñitos en la cara y haciéndole rey.

- Por fin se despertó el futuro Balón de oro - dijo Sergi mirándonos con una sonrisa a través del retrovisor.

- Si y voy a despertar a la hermana, que lleva durmiendo todo el trayecto - avise antes de empezar a despertar a mi princesa con besos y cariñitos.

La aludida cuando se despertó me sonrió e hizo un amago de hablar, pero como siempre no lo hizo y termino cerrando la boca.

- Hay mi amor no veo la hora de que digas por fin algo - dije acariciándola y dándole un beso.

- Tata - llamo Leo a su hermana y cuando les acerque le dio un beso al igual que había echo yo anteriormente.

- Son adorables - me dijo Paula quien al igual que yo miraba enternecida la escena.

- Pues si - contesto Sergi mirando de nuevo a través del retrovisor.

- Roberto deja de mirar a mis bebes y céntrate en la carretera - le pedí divertida al ver que pasaba mas tiempo mirándolos a ellos que a los coches.

- Santos eres tu la que no deja de mirarlos, si no ya te habrías dado cuenta que llevamos estacionados aquí media vida - me contesto divertido.

- Pues si eso es verdad ¿que hacemos que no bajamos del coche? - pregunte con el mismo sarcasmo.

- Pues tu me dirás reina - me contesto con una sonrisa.

- ¿Oye chicos estáis seguros de que no os gustáis? - dijo Paula interviniendo en la conversación divertida, ya que ella mejor que nadie sabia que entre el barcelonista y yo solo había una hermosa amistad.

Tanto Sergi como yo nos tomamos a humor su comentario y nos terminamos riendo, aunque tanta gracia no me hacia recordar los problemas que nos produjo esta misma amistad hace unos años con Marco e Isco.

- Anda ayudarme con los niños - les pedí para poder bajar del coche.

Cada uno por un lado del coche saco a un bebe y se quedaron con ellos hasta que saque el carrito y los pusimos allí.

- ¿Y a donde nos has traído exactamente? - pregunte mirando la zona, no estaba segura de si había parado enfrente de la casa de Messi y la de al lado era la de Suárez o viceversa.

- Ya lo veras no seas impaciente - me contesto empujándome con sus caderas para llevar el carro - ¿Que? - me pregunto indignado cuando le mire mal - Podre ejercer de mi labor de tío aunque solo sea una vez al año - dijo exagerando.

- Bueno tu haz de tío que nosotras hacemos de mejores amigas - le contesto Paula pasando su brazo por encima de mi hombro tal vez un poco celosa por la falta de atención.

Llegamos a la puerta de la casa junto a la que habíamos aparcado y llamamos al timbre.

La puerta se abrió por la ultima persona que me esperaba.

- LUCÍA - dije con una sonrisa al ver a mi amiga y compañera de la selección a la que hace mil que no veía.

- ¿Sofi preciosa que haces aquí? - me pregunto con una sonrisa mientras aceptaba mi abrazo.

- Ha venido a vernos porque no puede vivir sin nosotros - dijo Sergi desde atrás.

Lucía ni siquiera se había dado cuenta de que venia acompañada y cuando miro mas allá de mi se dio cuenta de la presencia de mis dos pequeñines.

- Dios están preciosos y enormes - dijo mirándolos sorprendidos - buah hace un montón que no les veo - dijo y estaba en lo correcto hacia un montón de tiempo que no los veía porque con lo de la baja de maternidad deje de ir a la selección y creo recordar que ella tampoco llego a superar la casi violación de aquella noche y se termino mudando de Madrid.

- Si hace mucho de eso - conteste e iba a seguir hablando pero una voz me interrumpió.

- Che ¿que hacen hablando aquí?, pasad - nos dijo una voz que reconocería hasta sorda ¿ Como? Pues no lo se.

- Leo - dije con una sonrisa.

- ¿Sofi, que haces vos acá? - me pregunto sorprendido con una sonrisa.

- De visita - conteste tímida y no se porque pero con él aunque haya pasado mucho desde que le conozco aun me tiemblan las piernas como la primera vez.

Nos hizo pasar amablemente y cuando llegamos dentro, mas allá de toda la gente que había, me fije que había una bandera enorme de Argentina y confirme que esta era su casa, aunque también había una bandera uruguaya mas pequeña.

- ¿Te gusta? - me pregunto Luis con una sonrisa refiriéndose a la bandera de su país.

- Si - conteste.

- Me alegro - me dijo con una sonrisa - La puse yo y Leo no la puede quitar, si no, no le paso el balón en la cancha - me dijo haciéndome reír.

Después de esa mini conversación con el charrua estuve hablando con el resto y presentándoles a todos a mis bebes como la madre orgullosa de era, creo que estar aquí me había devuelto la alegría que hacia mucho que no tenia.

- ¿Y los brazucas? - pregunto Sergi al darse cuenta de que estaban presentes todos los compañeros menos estos.

Parece que ese comentario hizo que aparecieran porque enseguida llamaron al timbre y después de que fueran a abrir aparecieron los anteriormente mencionados.

Los brasileños que me conocían vinieron a saludarme.

- Ella es Sofia - me presento Rafinha a los que aun no me conocian

- Eu sou Malcom - se presento el 14 con una sonrisa y dándome dos besos.

- Y yo Arthur - me dijo el rubio dándome un beso en la mano como un caballero de los que ya no existan.

Enamorada del 20 (Marco Asensio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora