- ¿Quien se viene a verme? - pregunte con una sonrisa que únicamente se debía a las ganas que tenia de volver a jugar un partido de voley, porque desde ayer no podía dejar de pensar en la conversación que tuve con Candela.
Gabi, Gonza e Igor estaban tan metidos en la partida del Mario Kart de la nintendo Switch que o bien no me escucharon o disimulaban muy bien, Sara estaba ocupada dándole del pecho a Hugo y Cande cuando escucho mi propuesta empezó a mirarse las uñas como si la cosa no fuera con ella, como no habían mas adultos en casa tuve que descartar la idea de que se vinieran los mellizos e Isquito, porque no tendrían a nadie que les cuide mientras yo jugaba.
- De uno en uno tranquilos - conteste con sarcasmo - yo también os quiero mucho - dije cogiendo la bolsa de deporte y saliendo de casa no sin antes despedirme de mis hijos y de asegurarme de que les cuidarían en mi ausencia.
Salí bastante enfadada de casa, vivía rodeada de mucha gente, pero eran pocos los que se preocupaban realmente por mi, estaba segura que si la misma pregunta la hubiera hecho Marco todos hubiéramos querido ir con el sin pensárnoslo.
Y joder, se que no es lo mismo un partido de fútbol a nivel profesional que uno de voleibol de barrio, pero yo tampoco me lo hubiera pensado si se tratase de algún partido de mis hermanos o de Igor, y mucho menos en si fuera una competición de Capoeira de Candela, pero se ve que yo no soy tan importante para ellos como lo son para mi.
- Hola - salude con una sonrisa a mis compañeras al llegar al polideportivo.
- Hola - me saludo sorprendida la capitana - ya creíamos que no vendrías - añadió en tono divertido, cosa que no me hizo ni gracia, si deje el equipo durante tanto tiempo es porque estaba embarazada y mas tarde porque tenia que cuidar de mis pequeñines.
Iba a contestar alguna de mis groserías, pero opte por morderme la lengua callándome mis pensamientos y hacer la mayor de mis sonrisas fingidas.
- Tía como dejaste de venir le dimos tu camiseta a Noelia - me dijo la capitana después de un rato.
- Ohh mi 10 - dije triste por perder la camiseta con mi dorsal favorito, creo que desde que empece a jugar usaba ese número, los primeros años fue de pura casualidad, pero más tarde con la llegada de Messi obviamente lo empece a usar intencionalmente - ¿Y cual es mi nuevo número? - pregunte curiosa, yo era muy supersticiosa, así que deseaba que no fuera el 13 porque ese número es conocido por ser el de la mala suerte.
- Este - me dijo mostrándome una camiseta con el numero 12.
- Vale gracias - dije aliviada, por lo menos no era el numero 13. Espera un momento, el 12 es el dorsal de Rafinha en el barça, es una tontería, pero igual Marco y la justiciera Candela se lo tomaban a mal - ¿No hay otra camiseta? - pregunte y añadí al ver que me miraba mal - Es que parece pequeña.
- No, no hay otra - contesto suspirando - y es única talla, así que si no te vale, te aguantas, lo siento - me contesto.
- Vale pues me aguanto entonces - conteste con una sonrisa aun mas falsa que al principio.
Me ignoro y se dirigió hacia el resto de las chicas - Chicas a calentar.
Me puse la camiseta rápido y me uní al calentamiento, al parecer íbamos con retraso y en cualquier momento empezaría el partido.
El partido acabo 3 a 1 para nosotras. Apenas jugué un set de los cuatro que se jugaron y para colmo fue justo el set que gano el otro equipo, aunque en mi defensa diré que lo hice bastante bien, aunque eso no fue lo que le pareció a la entrenadora quien me saco supongo que culpándome por el resultado.
Durante la charla post-partido mantuve mi sonrisa falsa como si no deseara irme ya de aquí, de todas las formas que imagine jugar este partido este era el peor, sola en el campo, pero aun mas sola fuera del campo, creo que era la única que vino sola.
Al acabar el partido tuve la necesidad de contarle mis sensaciones a alguien y cuando Marco no me lo cogió no lo dude y llame a la única persona que seguro me escucharía sin juzgarme.
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Enamorada del 20 (Marco Asensio)
Fanfic|TERMINADA| Segunda parte de Enamorándome del 20.