Me moría de ganas por ir a Alemania, pero cuando Gilberto me llamo porque necesitaba mi ayuda con los niños no lo dude y fui con el, dejando la selección, obviamente con el permiso del entrenador.
Me gusto que me llamara, ya que echaba de menos a los niños, aunque también me daba pena dejarlo ahora con todo lo que había conseguido, sabia que era cuestión de tiempo que Marco terminara por perdonarme y el compartir la habitación con el facilitaría mucho las cosas.
Pero bueno, mi prioridad como madre siempre serian Maria y Leo.
- Hola - salude entrando a la casa y dejando mis cosas en cualquier lado, yendo directa hacia donde estaba Gilberto, quien no estaba solo, estaba con Igor - ¿Que pasa? - pregunte preocupada al ver al primero.
- Le duele mucho la cabeza y tiene una fiebre horrible - me contesto Igor - Vamos a ir ahora a urgencias.
- Voy con vosotros - conteste,
- No, tu te quedas aquí con los niños - me dijo mi cuñado.
- Vale - conteste - Pero llámame en cuanto sepas algo - añadí preocupada.
- Si tranquila - me contesto - No le digas de momento nada a Marco - me pidió.
- Esta bien - estuve de acuerdo.
Se despidieron y se fueron al hospital, me quede mirando como dormían los niños y decidí llamar a mi familia para contarles la novedad de lo de la boda, pero no pude decírselo, porque en cuanto les dije que estaba en Madrid acabo la conversación, iban a venir a casa.
En cuestión de minutos llegaron a casa, muy contentos por tenerme en casa, aunque esa alegría desapareció cuando les conté porque no viaje a Alemania.
- Bueno pero seguro que no es nada grave - dijo mi madre tranquilizandome un poco.
- Es verdad, si fuese grave se lo hubieran dicho a Marco - le apoyo mi padre.
- Tenéis razón - quise creer.
- ¿Que es eso tan importante que querías contarnos? - me pregunto mi madre.
- Pues que la boda se va a postergar un poco - conteste sin querer contar el motivo.
- ¿Por qué? - me pregunto mi madre preocupada.
- Porque no nos a dado tiempo a organizarlo bien y bueno tampoco estamos pasando nuestro mejor momento - conteste sincera aunque ocultando el verdadero motivo.
- Bueno si es solo eso no hay motivo de preocupación - me contesto mi madre.
- No veo la hora de verte de blanco - dijo mi padre después de un silencio viendo jugar a mis hermanos jugar al fornite.
- ¿Vas a venir? - pregunte curiosa, tenía la sensación que para aquel día ya habría desaparecido de mi vida como cada vez que me pasaba algo importante.
- No me lo perdería por nada del mundo - contesto con una sonrisa que parecía verdadera - También si no es mucho pedir me gustaría acompañante al altar en un momento tan importante para ti - me dijo.
- Eso habrá que verlo cuando lo organicemos todo - conteste sincera, seguía pensando que no aparecería y por tanto no me quería ilusionar con su presencia por no llevarme otro chasco como a lo largo de mi vida.
Puse punto y final a esa conversación relacionada con la boda cuando oí que sonaba el himno del barra procedente de mi móvil, lo que indicaba que me estaban llamando.
Fui corriendo a coger el móvil pensando que era Igor o Gilberto, llevandome una desilusión al ver que se trataba de una llamada procedente de Rafinha, que ni me moleste en contestar, no quería más problemas y tampoco me apetecía mucho hablar con el en estos momentos.
- ¿Quien es? - me pregunto mi hermano Gonza.
- Rafinha, pero no me apetece hablar ahora - justifique el motivo por el que no conteste.
- Ahh vale - contesto con una sonrisa tímida - ¿Podemos hablar un momento? - me pregunto aún más tímido.
- Claro - conteste y fui hacia mi habitación deduciendo que quería hablar a solas conmigo - ¿De que quieres hablar? - le pregunté curiosa.
- De... bueno... - dijo rascándose la nuca - ¿Como fue tu primera vez?
- ¿Mi primera vez de que? - pregunte sin entender.
- Joder, pues tu primera vez haciéndolo - me contesto como un tomate.
Sinceramente de lo último que esperaba hablar con el era de este tema, creía que hablaríamos de estudios y cosas a si que le gustaban al nerd de mi hermano.
- Pues no se Gon, no me acuerdo, fue hace mucho - dije sincera - aunque eso sí, ese chico me gustaba mucho y estaba segura de que quería hacerlo.
- Ahh vale, gracias - me contestó levantándose.
- ¿Por qué preguntas? - pregunte con curiosidad.
- ¿No es evidente? - pregunto sarcástico.
- Eres muy pequeño para pensar en estas cosas - conteste.
- Para el amor no hay edad - me contesto justificandose así, aunque igual no me hacía mucha gracia aquello.
- ¿Por lo menos estas enamorado de ella? - le pregunté curiosa.
- Pues si la amo mucho, esa chica es perfecta - contesto con una sonrisa y los ojos brillantes - aunque lo único malo es que se lleva fatal con Gabi, espero que contigo se lleve mejor.
Dios acabo de recordar la conversación que tuve con Gabi cuando íbamos hacia Barcelona, me hablo de una chica con la que se llevaba fatal porque quería hacer sufrir a Gonzalo, tengo que hablar seriamente con Gabriel, no podemos permitir que la niñata se salga con la suya y le rompa el corazón a nuestro hermano, el no tenía culpa de nada.
- Si, seguro que conmigo se lleva mejor - conteste con cierto sarcasmo.
¡¡¡Feliz navidad!!!
ESTÁS LEYENDO
Enamorada del 20 (Marco Asensio)
Fanfic|TERMINADA| Segunda parte de Enamorándome del 20.