- Cuñada tranquila por favor - me dijo Igor quien estaba sentado a mi lado en el palco - ni que fuera a empezar la final del mundial, es solo un amistoso.
- Si si.. - conteste, pero me era imposible estar tranquila, en unos minutos se enfrentaban España contra Brasil, o lo que es lo mismo Marco contra Rafa, es decir, mi novio contra el chico con el que le engañe y el chico que me amaba contra el chico al que yo amaba y también prefería.
Pensándolo así existen todo tipo de probabilidades de que algo salga mal.
- Sofia dame a los niños - me dijo Igor sacándome de mis pensamientos - de tanto moverte mas a marearlos - me dijo haciendo alusión al tic nervioso que tenia en la pierna.
- No, ya estoy bien - conteste mintiendo un poco.
- No te lo crees ni tu - dijo divertido.
- Bueno vale estoy un poco nerviosa, pero porque es importante tenemos que ganar este partido para recuperar sensaciones - dije inventandome esa excusa aprovechando que el último partido contra Alemania a pesar de empezar ganando terminamos perdiendolo.
- Ahí tienes razón - me dijo con una sonrisa.
Con el pitido inicial del partido dejamos la conversación, centrándonos en el
Normalmente ya hacia eso de seguir con la mirada cada movimiento de Marco, pero hoy fue especialmente exagerado. Me daba igual que el no tuviera el balón, mi atención también estaba con el.
- Parece que a Marco le has pegado los nervios - me dijo divertido - ¿ o ha sido al revés?
- Ni idea - conteste sin siquiera mirarle, ya que seguía atenta a Marco, yo también había notado lo que me había dicho Igor, el estaba igual o incluso más nervioso que yo.
- Hola chicos ¿como va el partido? - dijo cuando llego Candela.
- Acaba de empezar - le contesto su novio.
- ¿Donde has estado hasta ahora? - pregunte curiosa, ya que me dijo que vendría poco después que yo, y yo ya llevaba aquí más de una hora.
- Hablando con el gordi - me contestó sentándose con una sonrisa.
- ¿Y quien es el gordi? - preguntamos Igor y yo a la vez, se ve que ninguno entendió de quien habla.
- Marquito - contesto con una sonrisa aún más grande.
- ¿Desde cuando te llevas tan bien con mi hermano para llamarle así? - pregunto Igor, gracias por preguntar, yo también me moría por saber.
- Pues desde siempre - respondió simple.
- Desde siempre no, cariño - dijo Igor que con diferencia era el mejor cuñi del mundo, estaba preguntando todo lo que me preguntaba.
- Bueno no se amor, puede que ahora nos llevemos mejor - contesto dejando de mentir - pero no te preocupes amor, es normal llevarse bien entre cuñados.
- Si yo no te digo que eso no sea normal, pero... lo que no es normal es que te lleves mejor con el que conmigo - dijo dolido, vaya parece que el jueguito de mi amiga ya está provocando consecuencias.
- ¿Que dices? - pregunto ofendida.
- Lo que oyes - contesto sacándome una sonrisa por la contestación borde - A mi nunca me has puesto un mote cariñoso.
- Como que no, antes te he llamado amor - se defendió mi "amiga".
- Tu misma lo has dicho antes - dijo Igor - y solo antes - toma buen argumento de Igor.
La cara de Candela cambio drásticamente, se ve que no podía defenderse de esta, pero desafortunadamente para mi y para Igor un gol interrumpió esta conversación.
Todos miramos hacia el campo y vimos que el gol lo había marcado Brasil y para mi suerte había sido ni más ni menos que Rafinha.
- ¿A quien le dedicará el gol? - pregunto Candela mirándome de reojo esbozando una sonrisa, será cabrona, ella sabía que iba para mi.
- Ni idea, pero eso no es lo importante, estábamos hablando de algo - dijo Igor, definitivamente hoy estaba queriendo demasiado a mi cuñi, con esto ya se me ha olvidado que el otro día prefirió jugar al Mario Kart que venir a verme.
Candela le pidió ir a hablar a un sitio más privado porque al parecer aquí había mucha gente, así que me quede sola con los niños viviendo lo que quedaba de la primera parte.
Ahora que estaba sola volví a centrar mi atención en Marco quien estaba todavía más alterado que antes.
En una jugada empezó a correr conduciendo el balón por la banda y cuando se estaba acercando al área le robaron el balón y vaya por donde era Rafinha.
Eso sumado a que ni pitaron falta hizo que Marco se enfadara y en la próxima disputa del balón con Rafinha, se aseguró de dejarle un recado, clavando le los tacos en la frente y ganándose la tarjeta roja.
No lo dude ni un segundo y baje con los niños en brazos al túnel de vestuario, tenía que dejarle un par de cosas claras a Marco después de lo que acababa de hacer.
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¿Podéis creer quecreíaque lo habíapublicado antes? Sorry se me pasado.
