Enamorada del 20 (Marco Asensio)

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- Dios esto es impresionante - dije después de estar un rato contemplando las vistas de Mallorca.

- Pues aun no has visto nada - me dijo Marco con una sonrisa de orgullo por su tierra natal.

- Buah estoy deseando conocerlo ya todo - dije tan impaciente como siempre.

- Tranquila, primero vamos a casa vemos a la familia y salimos.

- Vale - conteste - ¿por familia a que te refieres exactamente?

- Pues a mi familia que vive aquí - me dijo como si fuera retrasada.

- ¿No me digas? - conteste con sarcasmo

- Pues no te entiendo - me contesto.

- ¿Que familia hay exactamente? - volví a preguntar - ¿solo tus abuelos?

- Ahh - dijo pillando por fin a que me refería - Pues si mis abuelos paternos, pero también estarán mis tíos, mis primos, mis amigos...

- Madre mía... con lo tímida que soy yo - conteste con vergüenza.

- A la mayoría ya les conoces - dijo Marco - y no a malas, pero me da que está vez no vas a ser el centro de atención - dijo mirando el carrito de los mellizos que el mismo iba empujando.

- Ay menos mal - conteste aliviada, a pesar de que les conocía, seguía sintiéndome como una extraña entre ellos, a parte de que hacia mucho tiempo que no les veía y que siempre les había visto en mi casa.

- Ya ves - dijo mirándome con una sonrisa traviesa.

- Asensio eres un travesillo - conteste divertida.

- ¿No me digas tu no lo has pensado? - me pregunto como si fuera la más normal del mundo.

- Pues no con tu familia al lado - dije evidente.

- Pues con tu familia si que lo hemos echo - me contesto.

- Ni me lo recuerdes - dije recordando todas las veces que habíamos sido interrumpidos.

Estuvimos andando un rato más por las calles de la isla española y de mientras Marco me iba contando anécdotas de su lugar natal.

- ¿MARCO? ¿MARCO ASENSIO? - gritaron desde atrás.

Ambos nos giramos y nos encontramos con un niño de apenas 8 años de edad que casualmente iba con una camiseta del Mallorca acompañado de otros dos niños más grandes que el, se notaba que venían de jugar al fútbol.

- Eres mi ídolo - dijo con una sonrisa y los ojos llorosos - ¿Te puedes hacer una foto conmigo?

- Claro campeón - contesto Marco con una sonrisa.

El mayor de los niños les hizo la foto.

- ¿Te puedes hacer una conmigo también? - pregunto el grande.

- Yo también quiero una - contesto el otro.

- Pues vamos a hacernos una todos - contesto Marco con una sonrisa aún más grande - Sofi.

- ¿Que? - conteste - Ahh claro que haga la foto - dije dándome cuenta tarde.

Los tres niños abrazaron a Marco y sonrieron de oreja a oreja, hice varias fotos por si acaso alguna salía borrosa.

- Ya está - conteste dándole el móvil al grande.

- Gracias - me dijo tímido.

- ¿Jugáis por aquí? - pregunte por curiosidad.

- Si, hay unas pistas de fútbol en esta misma calle y siempre vamos después del colegio - me explico el pequeño.

- ¿En las pistas del ojo loco? - pregunto Marco sorprendido.

- Sii - contestaron los tres niños divertidos.

- Yo también jugaba allí de pequeño - dijo Marco y añadió para que entendiera - Son una pistas de alquiler, pero todos los niños nos colábamos cuando no miraba el dueño.

- Nunca se entera - dijo el más pequeño - por eso todo el mundo le llama el ojo loco.

- Además que se parece al de Harry Potter - dijo el mayor divertido.

- ¿Mañana también vais a jugar? - pregunte curiosa.

- Si - me contestaron los tres.

- Yo también quiero ir - dije queriendo saber un poco más de la infancia de Marco.

- Pues vente, pero tienes que venir con chándal porque corremos mucho - me dijo el pequeño haciéndome sonreír.

- Yo también voy - dijo Marco.

- Que bien - saltaron los tres de alegría.

- ¿Puedo decirle a mis amigos que vas a venir? - pregunto el pequeño.

- Claro campeón - dijo Marco.

- Pues ya verás, te va a encantar, más que jugar con el Real Madrid - dijo haciéndonos reír nuevamente.

- Seguro que si - estuvo de acuerdo Marco.

- Bueno pues nos vemos mañana - nos despedimos.

- Me tienes que contar todo de tu infancia - dije al saber que sabía bien poco de ella.

- Claro - dijo divertido Marco.

Durante el resto del camino hacia la casa de Marco fuimos encontrándonos con muchos fans de Marco quienes sorprendidos le pedían una foto, se notaba que Marco era un ídolo en Mallorca.