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Lo que en principio era un paseo para tomar aire se convirtió más tarde en un paseo para tomar algo, aunque aún no haya tomado nada porque la barra estaba llena de gente y el único barmar que había no daba a basto.

- Hola hermosa ¿bailas? - me propone un chico bastante mono poniendo sus manos en mi cadera, normalmente le hubiera mandado a la mierda mirándole mal, pero hoy me parece una idea genial.

- Claro hermoso - digo caminando hacia la pista de baile, sus manos siguen en mi cintura y aunque es muy raro notar unas manos ahí que no sean las de Marco no se las quito, igual esta era la manera perfecta de olvidarme del mallorquín padre de mis hijos, porque solo eso era lo que significaba para mi Marco a partir de ahora.

- ¿Y cómo te llamas? - me pregunta mientras bailamos pegados.

- Sofia ¿tu? - pregunto curiosa.

- Marco - me dice con una sonrisa, no puede ser, me libro de un Marco para cruzarme con otro.

- ¿En serio? - pregunto sin creerme la coincidencia.

- Si ¿que tiene? ¿No te gusta? - me pregunta sin entender mi cambio de actitud de repente.

- No es eso, es que mi ex se llamaba así - contesto

- ¿Puedo preguntar qué paso con él? noto cierto rencor - me pregunta curioso.

- No tengo ganas de hablar de él, he venido a olvidarme de él - contesto sincera.

- Pues has encontrado a la persona indicada - me dice con una sonrisa, parecía un chico majo y era guapo, pero sinceramente sabiendo que se llamaba así se me habían quitado las ganas de conocerle

Le sonrió un poco incomoda mientras seguimos bailando, pero la situación me sigue pareciendo muy incómoda y decido inventarme una excusa para irme.

- Ahora vuelvo, voy al baño - le digo yéndome sin esperar su respuesta.

Que puto desastre de noche, salgo para ahogar mis penas con alcohol y ni una gota he tomado, hago un intento de ligar y resulta que el chico tiene el mismo nombre que el cabrón que me ha roto el corazón ¿que será lo próximo que me pase? ¿Que me caiga y me ropa un brazo?

Voy al baño y me encierro en una cabina donde me siento y comienzo a llorar maldiciendo mi suerte desde que me cruce con Asensio, los recuerdos desde aquel partido de fútbol me llegan uno detrás de otro y aunque le odie no me arrepiento de todo lo que hemos vivido, porque de verdad que le he amo como a ningún hombre , pero esto se ha acabado para siempre, una infidelidad de este tamaño no creo que sea capaz de perdonar y mucho menos si Marco se presenta solo diciéndome un perdón y comparando esto con lo de Rafinha. Es que solo de pensarlo me hierve la sangre ¿donde quedo mi puta dignidad arrastrándome durante semanas y llegando a ponerme la camiseta del Madrid por un puto beso?

Cuando termino por desahogarme me refresco un poco la cara con agua y decido que ya he tenido demasiadas emociones en una noche y que ya es hora de volver a casa.

- ¡Sofia! - me gritan desde atrás por encima de la música, pienso que es Marco el chico al que acababa de conocer y acelero, no quiero hablar más con el - ¡Sofia Santos! - me gritan de nuevo cuando estoy fuera y esta vez oigo una voz conocida.

- ¿Candela? - pregunto sorprendida por verla aquí, tenía entendido que se iba de Madrid a no sé qué país.

- ¿Que haces aquí? - me pregunta del mismo modo

- El gilipollas - contesto sincera - ¿tu?

- Lo mismo - me contesta igual.

Nos quedamos mirándonos un largo momento que es interrumpido por mi vomito cayendo en su hermoso vestido y por su grito de horror.

- Lo siento - me disculpo.

- No pasa nada - dice intentando restarle importancia - ¿estas bien? - me pregunta preocupada.

- Si genial - contesto con sarcasmo quitándome los restos de vomito con la mano.

- ¿Me quieres contar? - me pregunta.

- A ti no - contesto sincera.

- ¿Sigues enfadada por lo de Mar...

- Ni lo menciones - digo con horror interrumpiéndola.

- ¿Os habéis enfadado? - me pregunta curiosa.

-No tengo ganas de hablar - contesto sincera - me voy a casa - digo girando sobre mis pasos y yéndome.

- Voy contigo, no pareces estar muy bien - me dice, no contesto, solo la miro mal y sigo mi camino ¿tan difícil es entender que alguien quiere estar solo?

- Mierda - digo en mitad del camino dándome cuenta de algo, no había cogido las llaves.

- ¿Que pasa? - me pregunta sin entender.

- Las llaves - digo metiéndome mentalmente con mi estupidez, cuando vivía acompañada las llevaba siempre, ah pero ahora que vivía sola no.

- Estará Marco seguro - me contesta.

- Tía olvida a Marco, ya no estamos juntos y nunca más lo estaremos, así que si quieres tirártelo hazlo - contesto frustrada sentándome ahí mismo en plena calle, donde afortunadamente no pasaba mucha gente.

- ¿Que ha pasado? - me pregunta sin entender nada sentándose a mi lado.

- Que se ha follado a la logopeda de los niños, por eso quería que me fuera a Barcelona - lo suelto todo, no aguantaba más tenerlo dentro, necesitaba contárselo a alguien, aunque fuera a ella.

- Entonces es un imbécil - me contesta tratando de animarme que ya lloraba de nuevo, menos mal que existo para acabar con la sequía del universo.

- ¿Lo dices porque no lió contigo y si con esta pava? - pregunto con cierto rencor.

- No, lo digo, porque eres una chica estupenda que lo último que merece es ser engañada - me contesta parece sincera.

- Entonces tú también eres imbécil - contesto haciéndola sonreír.

- Si, yo también lo soy - me contesta sacándome una sonrisa - ¿te vienes a casa hoy y mañana vemos que hacemos con las llaves? - me propone.

- Vale - contesto levantándome con su ayuda que me extiende la mano.

Enamorada del 20 (Marco Asensio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora