Enamorada del 20 (Marco Asensio)

26

Por fin llego la hora que tanto desee, la hora en la acabo el entrenamiento, y por la mirada de Marco supe que quería hablar cuanto antes mejor.

- Chicos si vais a hacer algo que no debéis, no gritéis mucho, tener en cuenta que aquí hay niños pequeños - nos dijo Pique, que estaba de visita señalando a su compañero y futura perla del barça Aleñá.

- Idiota - conteste con una sonrisa, aunque no descartaba esa posibilidad, llevábamos demasiado tiempo peleados y me apetecía intimar con el.

Al llegar a la habitación de Marco me puse cómoda en su cama y me quite la sudadera mas que nada porque hacia mucho calor aquí, seguro tenían la calefacción a tope.

 - ¿Que coño haces aquí? - me pregunto lo mismo que al principio y manteniendo la distancia.

- Trabajo aquí - conteste simple.

- ¿Estoy hablando en serio Sofia? - me pregunto claramente molesto con mi comentario sarcástico, joder es que es verdad, es como preguntarle a un profesor que hace un colegio o a un doctor en un hospital - Dime la verdad.

- Pues a ver si que es cierto que estoy aquí para trabajar, pero también porque quiero acabar con esta pelea o lo que sea que hay entre nosotros, yo te amo y no pienso perderte de esta manera - conteste sincera.

- Extraña manera de amar la tuya - me contesto con cierta ironía.  

- Fue un error joder - me defendí.

- Un error que quieres volver a repetir ¿no?- me pregunto pillándome desprevenida, no entiendo que me estaba insinuando, se supone que no puedo repetir ese error, mas que nada porque hasta que vuelva a ver a Rafa, si es que nos vemos en el próximo clásico, queda un montón.

- ¿Que estas queriendo decir? - pregunte arqueando una ceja temiéndome su respuesta.

- Pues que a mi tu no me engañas, tu has vuelto a la selección por los partidos que tenemos - me contesto.

- Pues para tu información ni lo he buscado, simplemente he venido por ti - conteste indignandome, realmente todo lo que decía era cierto.

- Ya claro... - dijo dándome a entender que no me creía, cosa que era normal teniendo en cuenta que le falle una vez y que lo mas seguro es que ya no confié en mi.

- Piensa lo que quieras - conteste cansada de esta conversación - Una pregunta por curiosidad, ¿hasta cuando piensas seguir con el paripe este de que somos la pareja ideal delante del resto?

- Pues hasta que este listo para perder mi dignidad - me contesto.

- Ahhh vale, ¿todo esto es por eso? - pregunte y antes de dejarle contestar añadí - Me estas castigando porque crees que te he humillado y quieres hacer lo mismo conmigo.

- Piensa lo que quieras - lo dijo esta vez el.

- Mira Marco esto es una estupidez, sabes perfectamente que te amo y que eso ha sido un estúpido error que jamas volverá a repetirse - le dije sincera - ¿Por que no me das otra oportunidad? - pregunte esperanzada.

- Porque te miro y aun me duele, ademas yo si que estoy seguro de que jamas te haría eso - me contesto.

- Pues que sepas que no pienso rendirme - conteste segura.

- Espero que no lo hagas - contesto con una tímida sonrisa.

Esa frase me dio la alegría y la fuerza que necesitaba para seguir con toda esta locura, de hecho, mi alegría era tan grande que incluso lo podría comparar con los mejores momentos de mi vida, porque esta frase me invitaba a pensar que el tampoco daba por perdida nuestra relación como me esperaba, que el también me quería.

- No lo haré - conteste aun mas segura y con una sonrisa robandole un beso aprovechando que entro Isco sin llamar.

- ¿Veis como no estaban follando? - pregunto este al abrir asomadose a la puerta con los demás asomándose detrás suya.

- No, pero podríamos haber estado haciéndolo - le reto Marco haciéndonos reír

- Me tenia que arriesgar, Geri me ofrecía 50 pavos - se justifico el malagueño.

- Como se nota cuando estas y cuando no - dijo Marco haciendo entender que cuando el catalán no estaba esto era mucho mas tranquilo.

- Lo se sin mi esto es una mierda, si es que soy el puto amo - dijo con una sonría de suficiencia.

- No te lo crees ni tu - contesto Ramos - Anda vamos a comer - dijo acabando con esta especie de reunión improvisada en la habitación de los pishabro.