19. Ella tiene un corazón de oro. 💖

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Gracias por su voto. 🙇💖

— ¿Qué te pasó? — Christoffer llegó al lado de Brittany y Anderson preocupado.

— Me tropecé y caí. — Admitió. Mientras Anderson la bajaba y sentaba en una mesa del campamento que estaba alrededor de una fogata. Wyatt se acercó extrañado. El profesor Miller llegó a su lado rápidamente.

— ¿Qué le pasó Señorita Davies? — Pregunto con preocupación.

— Se calló en el bosque Lic. Miller, creo que solo se torció el pie o tal vez algún esguince. — Le informó Anderson quitando la venda pues parecía más hinchado. — Ya le di una pastilla para la inflamación, pero creo que sería bueno que la lleven a la enfermería. — Dijo sencilla, moviendo sus brazos para que se relajaran por el dolor, los demás asintieron.

— Anderson la cargó todas estas horas. — Dijo Lorraine preocupada por ver a Anderson con esa mueca de dolor. Llamando la atención de los que estaban ahí.

— Realmente creo que mi amiga tiene un corazón de oro. — Dijo Megan alabando a Anderson, esta negó mientras estiraba sus brazos con un poco de pesadez.

— Ya sabía eso de Anderson. — Contestó el Lic. Miller. — Súbete a mi espalda voy a llevarte a la enfermería pidió. Y Brittany hizo caso mientras era acompañada por los demás.

— Voy a llevar nuestras provisiones a nuestro cuarto. — Se despidió Lorraine de Anderson quien asintió.

— Luego voy y te ayudo. — Dijo ella con una mueca como sonrisa, no sentía los brazos. Megan, y Wyatt se quedaron con Anderson mientras ella estiraba sus brazos con una mueca de dolor.

— ¿Por qué no paraste a descansar un momento? — Le reprochó Megan.

— Porque en el mapa decía que a veces los osos venían al campamento a comer, me preocupaba que entre más noche se hiciera más peligroso sería. — Dijo con una mueca.

— ¿Crees que ella haría lo mismo por ti? — Le pregunto Wyatt a Anderson y esta negó.

— Yo pesó mucho. — Dijo totalmente inocente y ajena a toda la información que esos dos sabían. Wyatt de la nada se acercó y paso sus brazos alrededor de su cintura, la levantó. Ella se sonrojó de inmediato mientras Wyatt tanteaba el peso de Anderson. — Creo que es mejor que me bajes. — Pidió muy avergonzada.

— No pesas mucho. — Dijo Wyatt sonriendo de la nada. Megan enarco una ceja no lo había visto sonreír nunca, ni siquiera con Maya, y no le cabían dudas de que la causante de esa sonrisa era Anderson.

— No sé si eso es bueno del todo. — Admitió Anderson tocando con sus pies el suelo. Anderson aun así se despidió de esos dos caminando a su cabaña.

— ¿Qué piensas? — Le preguntó Wyatt a Megan.

— Que vamos a ganar la apuesta. — Dijo Megan sonriente y sencilla. — La chica es más inocente e ingenua de lo que parece, hasta me hace sentir mal, como una mala persona. — Admitió con sinceridad. — Casi como tú. — Carcajeó Megan. Wyatt bufó, pero no tenía la confianza que Megan tenía para ganar esa apuesta. — ¿Tu no lo crees? — Le pregunto Megan a Wyatt totalmente consternada.

— No lo sé, también esta Christoffer, ¿Sabes? — Megan rió.

— ¿Y eso te molesta? — Wyatt miró mal a Megan. — Ella no es ninguna tonta creo que tarde o temprano se enterará de la clase de novio que tiene. — Wyatt suspiró regresando a su cabaña.


🏕

— ¿No te gusta nadar? — Wyatt se sentó al lado de Anderson que traía una camiseta y un short corto, mientras observaba a lo lejos a sus amigos y compañeros divertirse en trajes de baño.

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora