78. Tienes muy mala suerte. 😆

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El partido termino y Anderson se sentía de muy mal humor, Chris parecía haber jugado mal a propósito, pero aún así su novio había hecho todo lo posible para quedar empate.

La platica con ese par de hombres tan odiosos y desagradables aún rondaba en su mente, le molestaba la gente que juzgaba por las apariencias, y peor aún que lo hicieran con su novio. Realmente aún cuando no eran nada antes siempre le había fastidiado que hicieran eso con Wyatt. A veces no es como si tuvieras elección, no es como si su novio pudiera operarse el rostro y cambiárselo por uno que a la gente le agradara. No es como si él hubiera escogido nacer en donde nació.

— ¿Sigues molesta? — Wyatt llegó a sentarse en las banquetas de abajo con su novia, quien no había podido disfrutar del todo el un último tiempo del partido.

— Estoy furiosa. — Admitió Lili sosteniendo el casco de su novio.

— Espero al menos mis emparedados de mantequilla de maní de consolación. — Lili carcajeó. Él sabía ponerla de buen humor. Haló la barbilla de su novio para besarlo nuevamente, y sonrió con alegría.

— Tienes muy mala suerte. —

— Pensé que eso de la suerte era de perdedores. —

— Eres un perdedor si solo tienes emparedados de mantequilla de Maní como premio de consolación. — Wyatt carcajeó.

— No tengo solo emparedados. — Se rio. — Tengo una muy hermosa novia quien los hará para mí aunque odie la mantequilla de maní. — Decía tomando un poco de agua.

— Mmm entonces creó que me estás siendo infiel con alguien más porque yo muy bonita la verdad es que no lo soy. — Hizo una mueca y Wyatt se rio de la mueca que hizo su novia. La besó nuevamente en los labios.

— Si, estoy engañándote con alguien que tiene un pijama de abuelita. —

— Amas ese pijama de abuela. —

— Cierto. — Asintió Wyatt besándola nuevamente. — Me encanta ese pijama, y quiero vértelo puesto pronto. — Levantó las cejas coquetamente y Anderson volvió a carcajear.

— Estás un poco enfermo si te parece sexy un pijama de Abuelita. — Se rio Lili.

— No es el "Pijama de Abuelita" es la persona que lo usa. — Y Lili le sonrió a Wyatt volviendo a besarlo en los labios.

— Ve a cambiarte mejor, hueles horrible. — Su novio se rio.

— Adoras a este tipo sudado. —

— Me encanta este tipo, pero no sudado. ¿Recuerdas lo de compartir fluidos? Por ahora solo te dejó que compartamos saliva. — Se quejaba Anderson.

— ¿Qué pasa si te quiero compartir otra cosa? — Subió una ceja coqueto.

— ¡Wyatt! — Lo regaño Anderson justo antes que sus mejillas se colorearan de un rosado muy intenso. Wyatt carcajeó.

— Hablaba de sudor, pervertida. — Lili rio con él cuando el comenzó a pasear su barbilla sudada por la barbilla de su novia.

— Que asco. — Se quejó Lili.

— No te muevas de aquí regreso en diez minutos. — Besó la frente de su novia otra vez antes de alejarse, mientras ella se limpiaba el sudor que su novio le había dejado.

— Lili. ¿Vas a ir a la fiesta de Owen por el partido? — Le preguntó Megan con voz fuerte.

— En realidad, él tipo no me cae muy bien y creo que Wyatt está cansado. Pero si vamos te enviaré un mensaje. — Decía Lili y Megan asintió, pero se despidió de Anderson al igual que Marc.

De pronto Lili quería fingir estar ocupada o hablando con alguien cuando vio a la señora Johnson acercarse a ella. Se maldecía internamente tener una conciencia tan desgraciada que le advertía de no ser una mentirosa, así que tuvo que forzarse un poco para sonreír, al menos Chris no venía con ella.

— Hola Anderson.— Ella soltó el aire intentando relajarse.

— Hola Anderson. — Iara la saludó más animadamente.

— Hola. — Ella asintió más relajada.

— Entiendo ahora que ya no estás saliendo con Chris. — Lili asintió con rapidez.

— ¿Porqué crees que Chris no me lo había dicho? —

— Sin ofender señora Johnson, pero creo que su hijo necesita un poco más de disciplina. — La señora Johnson sonrió.

— Sophie, Anderson, te dije que me llamarás por mi nombre, y más ahora que ya no estás saliendo con mi hijo. —

— Oh Lo siento Señorita Johnson. — Decía Anderson un poco avergonzada.

— En serio ¿Crees que he sido mala madre? — Anderson negó con rapidez.

— Creo que es la mejor madre que conozco. — Admitió con sinceridad. — Pero Chris...—

— Es muy caprichoso, lo sé es mi hijo. — Admitió la Sophie Johnson.

— Usted misma lo admite, Sophie Johnson. — Anderson se sentía nerviosa llamándola por su nombre.

— Sophie. — La reprendió Sophie Johnson. — Pero si...— Dijo Sophie. — Así que... ¿Ya estás saliendo con otro chico? — Preguntó extrañada Sophie Johnson. Lili asintió avergonzada.

— Si de hecho Christoffer y yo terminamos hace dos meses más o menos. — Asintió.

— ¿Puedo saber porque terminaron? — Preguntó Sophie Johnson, en realidad no sabía porque Anderson terminaría con un chico que era un buen partido como su hijo, para después salir con un chico que parecía un delincuente.

— Creo que Christoffer no es tan angelito como te parece a ti Mamá. — Rio Iara, su madre frunció el ceño extrañada.

— ¿Cómo? — La señora Johnson en ese momento creyó que solo era otra broma de su hija mayor para su hijo menor.

— Christoffer, es un buen chico Sophie. — Le sonrió Anderson. — Pero en realidad no es muy buen novio. — Admitió con una sonrisa. Y Sophie Johnson estaba confundida.

— Christoffer se acostaba con muchas chicas mientras salía con Anderson mamá. — Se rio Iara.

— ¿Ah? —

— Si bueno creo que Christoffer necesitaba muchas más amigas con derecho, más que una novia Sophie. — Le sonrió Anderson. — Además es totalmente normal. Está en la juventud, aún tiene muchas cosas por disfrutar y no necesariamente necesita algo serio. — Le decía Lili con sinceridad.

— ¿Están diciendo que Christoffer duerme con muchas chicas? —

— Por lo que sé usa protección. Yo que usted no me preocuparía mucho. Además creo que la chica con la que le gusta dormir más es Brittany, no es una muy buena mejor amiga, pero creo que ellos son el uno para el otro. —

Sophie Johnson tuvo que sentarse para procesar la información. ¿Qué había dicho? ¿Con esa mocosa vulgar? La sangre de Sophie Johnson hervía.

Sabía que su hijo no era un santo, pero no sabía que su hijo veía a las mujeres como pedazos de carne que utilizar cuando se le antojara y tuviera que votar cuando ya no le sirviera.

— ¿Brittany Davies, verdad? — Lili asintió.

— De hecho yo la he visto salir de la casa por las mañanas varias veces. — Sophie tenía su rostro llenó de asco. Le desagradaba con todas las letras de la palabra, asco.

— No quiero a esa mocosa vulgar en mi casa. — Admitió, volteó a ver a Anderson. — ¿Podrías considerar regresar con mi hijo? — Lili vio extrañada a Sophie Johnson. ¿Porque insistir en algo que parece un caso perdido? 

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora