11. Ardiente y Hermosa. 💄

12.6K 1K 83
                                    

—  ¿Crees que estoy bien vestida? —  Le preguntó Anderson a Megan viéndose en el espejo de la casa de esta última. Megan asintió sonriente. Era un sábado en la noche así que no tuvo que pedirle permiso a su jefa para ir a la fiesta que ofrecía Owen.

— Diría que aún muy conservadora. Pero ese vestido se te ve ardiente. — Dijo Megan dándole una vuelta a Anderson, con ese vestido melocotón ajustado que apenas llegaba unos 15 centímetros arriba de su rodilla.

— ¿No crees que muestro mucho? — Pregunto Anderson nerviosa, ella nunca usaba vestidos tan ajustados. Siempre Jeans o pantalones.

— ¿Mucho qué? ¿Mucha tela? — Anderson rió, llevaba una chaqueta de cuero que Megan también le había obsequiado, el color melocotón que la hacía ver como un perfecto ser inocente. Y el color negro de sus uñas que Megan había escogido para ella la hacían parecer tan tentadora. Un poco de bálsamo de labios sin mucho color, un poco de base y corrector. Megan había hecho un trabajo fabuloso. Y eran de la misma talla de zapatos, porque ahora mismo llevaba los tacones que Megan le había prestado.

— ¿No crees que me caigo? — Preguntó nerviosa Anderson, y esta negó no eran ni de 12 cm. La chica los soportaría.

— Practicaste ya bastante. — Anderson asintió. Y se sentía un poco más segura con sus zapatillas negras en su bolso negro, casi imperceptible junto a ella, las llevaría por si acaso se cansaba.

— ¿Y yo que tal me veo? — 

— Como de revista. — Dijo Anderson sonriente. — Muy hermosa como siempre. — 

— Debo aprovechar a que no irá Marc. — Rió ella. Anderson carcajeó. Supuestamente a su novio no le gustaba que enseñara mucho, sobre todo como ese vestido ajustado de lentejuelas que hacía mostrar su espalda y un poco de escote que llevaba puesto, ella estaba despampanante. Aunque no coquetearía con nadie, solo quería verse bien.

— Ya es hora. — Dijo retocando su maquillaje viendo el mensaje en su celular que los chicos venían en su auto doblando a la esquina. Christoffer venía atrás con Brittany, Edward iba conduciendo y Stacy de copiloto. Christoffer se bajó a abrirle la puerta a su novia.

— No vamos a caber. — Chilló un poco Brittany pues Megan había arrugado su vestido. Christoffer sonrió. Y Anderson pensó que era su culpa, no iba a ir si los hacía sentir incómodos.

— No hay problema. — Dijo Christoffer poniendo en sus piernas a su novia.

Megan emitió un leve bufido, no le agradaba ver que Anderson era manipulada por Chris. A Brittany le parecía ridículo. Las dos rubias iban molestas. Edward tenía la apuesta en el bolsillo.

Anderson pasó un brazo alrededor de su cuello, se acomodó sintiéndose nerviosa y segura a la vez, era la primera vez que tenía un contacto tan cercano con un chico, y eso hacía revolotear feliz a su corazón. Tal vez se lo presentaría a su abuela.

🎆🎉🎊🍻🍾🍹


— ¿Y qué te parece? — Le pregunta Chris a Anderson cuando entran al gran salón que los adolescentes hacían uso como pista de baile la casa seguramente sería tan lujosa como la de Chris. Y Anderson creía que aquello se echaba a perder con el humo de la marihuana, cigarros, el fuerte aroma a adolescentes sudados y la basura que se estaba esparciendo.

— Podría estar mejor. — Dijo sincera y nerviosa por como Chris la quería llevar a la pista de baile, ella no bailaba mucho que digamos y no había practicado en tacones. Christoffer carcajeó.

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora