72. Eres un idiota por enamorarte de mí. ❤

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— Buenos días. — Wyatt sonrió aún sin abrir los ojos al escuchar la dulce voz de su novia y bostezo como un niño pequeño.

— Buenos días. — Le contesto él.

— Te toca hacer el desayuno. — Él hizo una mueca, no tenía muchas ganas de levantarse.

— ¿Me harías caso si te pido que nos quedemos y no vayamos a clase? — Ella lo golpeo suave.

— La disciplina te lleva al éxito Wyatt. — Él suspiró abrazándola con fuerza, de verdad que no quería arruinar su linda y hermosa mañana con su aún más linda y hermosa novia, a pesar de que estuviera despeinada con un par de ojeras por su trabajo pero con los ojos más lindos de la tierra.

— No quiero ir. — Bostezo con pereza y hundió su rostro en el estómago de Lili. Ella beso su frente.

— Vas a ir porque tienes que ir a dejarme. — Él rio.

— Cierto. — Tuvo que levantarse deshaciéndose de la pereza, últimamente las cargas en la empresa que estaba trabajando eran demasiado pesadas, pero sabía que era eso o seguir en ese mundo oscuro de dinero fácil al que no quería exponer ni de lejos a Lili.

Lili se le quedó viendo por un momento embelesada a su novio, le gustaban y atraían los chicos que cocinaban e inconscientemente su novio se veía realmente ardiente cocinando. Wyatt volteo al ver que ella no había ido a bañarse. Se sorprendió al verla ida, parecía que soñaba despierta con una sonrisa en la boca. Y luego rio.

— ¿Por qué babeas? ¿Admites que tú novio es ardiente? — Ella carcajeo saliendo de su ensoñación.

— Me gusta que cocines. — Fue a abrazarlo por la espalda, e inclinándose hacia arriba un poco, besando sobre su hombro. Y este sonreía dándole un beso en la coronilla.

— No me vuelvas tú fantasía sexual por favor. — Lili lo golpeo viéndolo mal mientras caminaba al baño, haciendo reír a Wyatt.

— Eres un idiota. —

— Y tú más por enamorarte de mi. — Ella se rio.

— Gracias, pero es cierto concuerdo contigo. —

Wyatt llevaba de la mano a Anderson importándole menos que nada la mirada curiosa de sus compañeros, unos con diversión y otros con molestia. Llegaron a la clase 15 minutos antes, Wyatt estaba entretenido viendo de cerca a su novia.

— Te vas a lastimar el cuello. — Le dijo Anderson viéndolo de reojo, mientras ella hacía una lista de los próximos libros a prestar en biblioteca para ayudar a Wyatt con su examen de admisión a cualquier universidad.

— Me das un masaje. — Lili rodó los ojos.

— Eso es demasiado. — Negó Anderson.

— Tú también me observas y yo no te digo nada. —

— Sí, pero yo no me quedo ida. —

— Eso no pasó en la mañana. — Le sonrió Wyatt.

— ¿Hiciste tus tareas de la siguiente semana? — Ella cambio el tema. Él suspiró frustrado.

— No, las haré ahora en la tarde. —

— Pues yo te veo con mucho tiempo libre. —

— ¿Crees que porque eres mi novia puedes mandarme? —

— Creo que porque sigo siendo tu mejor amiga, sé lo que te conviene. — Wyatt recostó su cabeza en el pupitre. Ella tenía razón, no solo eso, si ella quisiera mandarlo también podría, no porque era su novia sino porque era Lili.

— Ya, intentaré dejar de verte tanto. — Cerró con fuerza los ojos. — Solo bésame. — Ella sonrió, su novio a pesar de esos tatuajes era muy adorable, volteo a ver que en realidad no habían alumnos aún en el salón, por lo que lo beso, y Wyatt aún sin abrir los ojos sostuvo las mejillas de su novia con sus manos.

— Wyatt déjame respirar. — Se quejó Lili, mientras él besaba su frente y mejillas con una sonrisa.

— Dijiste que no querías que te viera, no que no te besara. — Él sonreía mientras besaba a Lili con los ojos cerrados, ella rio y pensó en usar la psicología inversa. Así que comenzó a besar a su novio casi hasta asfixiarlo. Él sonrió.

— ¿Es que no te aburres? — Anderson tenía los labios muy rosados.

— Cuando se trata de ti, no. — Negó Wyatt. Sonriendo y sosteniendo con sus manos las mejilla de su novia besándola.

Megan entro al salón y sonrió al ver a sus amigos tortolos enamorados. Lili se separó de Wyatt con vergüenza. Luego entró Edward, vio extrañado el que Lili estuviera ruborizada a buena mañana, y que Wyatt también sonriera tanto, él no sabía nada de lo que hablaron con los demás porque no había estado en el bar la noche anterior.

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora