91. Lilith Anderson, es mi chica.

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4 meses después, Primera semana de clases en la universidad. Primer partido de fútbol "Amistoso" de la temporada.

Cooper llamaba a su novia y le enviaba mensajes a su celular, pero no los contestaba y ni siquiera los veía. ¿Que se había hecho Lilith Anderson? ¿Se había olvidado de él?

El equipo de la universidad habían practicado, y eran muy buenos, tan buenos que tenían el trofeo. El equipo estaba reunido en los vestidores, quitándose los uniformes.

— ¿Aun pensando en tú novia Cooper? — Los chicos del equipo de la universidad se reían de Wyatt quien como siempre le enviaba mensajes, y mensajes de voz a Lili quien como si fuera una pequeña mota en el desierto había perdido rastro de ella desde hace más de dos meses.

— No te importa Tanner. — Negaba Wyatt quien no había empezado a quitarse el uniforme.

— Estoy seguro que un niñito rico se la está metiendo por atrás, mientras tú como un imbécil sigues pensando que va a contestarte esos mensajes. —

— No sean imbéciles no conocen a Anderson. Y no hables de ella así si no la conoces. — Todos carcajearon. Si, Wyatt rechazaba a todas las chicas que se le acercaban, diciendo que tenía novia, pero esa supuesta novia no contestaba sus mensajes.

— ¿Estás seguro que no es imaginaria? — Rio Kurt.

— Eso tiene más sentido. — Se rieron de Wyatt.

— Dejen de rascarle los huevos al león. — Se rio Edward.

— ¿Están seguros que no es imaginaria Edward? —

— Solo debe estar ocupada. —

— Si, pero comiéndole la polla a otro mientras este imbécil se pierde de todos estos culitos buenos. — Se reía Gideon.

— Mi novia no es una cualquiera. — Edward volteó a ver a Wyatt quien se había quitado el casco, con la intención de patearles el culo si seguían hablando así de su novia.

— Mi ex es una cualquiera, pero aun así siempre contestaba mis mensajes. — Decía Tanner secándose el cuerpo por la ducha recién.

— A la mierda. —

— No te rompas mariquita. — Edward rodó los ojos viendo mal a los chicos.

— Vengan a la fiesta en la noche mejor. — Decía Tanner quien esperaba que Wyatt cambiará esa horrible actitud de "chico fiel" con una zorra que no contestaba sus mensajes.

— ¿Vas a ir? — Le preguntó Edward a Wyatt, y él tenía ganas de ir, pero a emborracharse. — Tal vez hasta te sorprendas. — Wyatt estaba de muy mal humor.

— No quiero esa mierda Edward. —

— Va a ser la primera fiesta del año, tenemos que ir. — Wyatt observó extrañado a su amigo, él era quien siempre le decía que no fuera a fiestas y que no se emborrachará porque haría una estupidez y arruinaría lo que tiene con Lili, aunque ella prácticamente lo había olvidado desde hace dos meses.

— Vamos a esa mierda entonces. — Edward sonrió, todo iba mejor de lo que esperaba. Wyatt de repente tragó en secó, camino con rapidez afuera de las duchas, porque vio pasar a una silueta femenina que él conocía a la perfección.

— ¿Qué pasa? — Edward le preguntó.

— Creo que Lili en serio me está volviendo loco. — Decía Wyatt suspirando con pesadez.

— ¿Y eso? —

— Creí que acababa de verla caminar por aquí. — Rio Wyatt nervioso. — Necesito una ducha, el calor me está matando. — Edward carcajeó.

💋

La fiesta era en una de las casas de la fraternidad más popular de la universidad. Esas fiestas no se comparaban para nada con las del instituto, las chicas eran más bonitas, mostraban más, algunas incluso se habían metido al Jacuzzi con espuma, y bailaban en traje de baño.

Wyatt estaba en el salón, con Edward y un par de chicos del equipo de futbol y la fraternidad.

— Wyatt lo que necesitas hacer es cogerte a la que quieras, mira hoy están muy lindas. — Decía Tanner en el hombro de Wyatt. — Tal vez alguna te quita esa cara de perro que te cargas todo el tiempo. — Edward carcajeó.

— Yo podría ayudarte Wyatt. — Sonrió una de las amigas de Tanner viendo a Wyatt mucho, le gustó desde que lo vio por primera vez, el chico era una promesa de emoción o eso parecía, ese perfecto cuerpo y hermoso rostro, tenía mal carácter y se moría por saber que tan bueno era en la cama.

— Hazlo Wyatt, nadie va a decirle a tú novia si es que por fin decide acordarse de ti. ¿Cierto Edward? — Él se encogió de hombros, pero con la mirada le advertía a Wyatt que no la cagara, y Wyatt lo sabía, no iba a cagarla.

A pesar de que Lili no contestara sus mensajes desde hace más de dos meses, desesperado había ido a buscar a Esmeralda, pero ella no sabía dónde estaba, y Miller supuestamente tampoco.

— No quiero esta mierda. — Se negó Wyatt con un humor de perros.

— Anda Wyatt, prometo que no te vas a decepcionar. — La amiga de Tanner cuyo nombre era Lesly estaba mostrando el ombligo y solo usaba un top y una camisa transparente, junto a una falda corta. Y se estaba colgando del brazo de Wyatt.

— Wyatt créeme no te vas a decepcionar. — Le decía Tanner al oído con una sonrisa, mostrándole un condón. Ese chico de verdad que consideraba a Wyatt un imbécil, por pensar que se podía confiar en las mujeres.

— No, mierda. No quiero. Tengo novia. Y ya. — Se quejó Wyatt tomando una cerveza y de muy mal humor, apartando ese condón y tirándolo al suelo.

— Edward al fin te encuentro. — Gideon sonrió llegando con Wyatt. — Pásame el número de la chica con la que estabas en la mañana. — Wyatt frunció el ceño.

— Ah la del lindo culo. Uff era demasiado sexy. — Tanner sonrió. — Te apuesto a que yo la llevo primero a la cama. — Le dijo divertido a Gideon y este carcajeo. — Esas son las que más me gustan, fingen ser ingenuas y son el mismo demonio. — Carcajearon.

— De acuerdo. Edward danos su número. — Asintió Gideon ansioso por la apuesta con la nueva chica. Edward hizo una mueca.

— No es cualquier chica, amigos. — Decía Edward queriendo reír, ese par no sabían en lo que se metían. — Tiene novio. —

— Lo sacaremos del camino. ¿Cierto? — Gideon asintió.

— Ese caramelito ingenuo está para comérselo. — Edward no pudo más y carcajeó.

— Van a matarme si les pasó el número. Su novio es muy celoso. — Dijo Edward viendo de reojo a Wyatt.

— ¿Wyatt ya viste el culito que es tú fan? — Llegó corriendo un chico de cabello rubio como Edward interrumpiéndolos. Wyatt frunció el ceño sin saber de qué hablaba Kurt.

— ¿Qué? —

— Hay una chica que parece una diosa con ese vestido apretado que dice tu nombre amigo. — Decía Kurt emocionado. Wyatt frunció el ceño sin saber de qué se trataba. — Si no le haces caso tú, yo si amigo, está para comérsela. — Y Edward realmente quería carcajear, listo para sacar su celular para grabar la reacción de Wyatt.

— Ahí viene. — Gideon y Tanner fruncieron el ceño al ver que se trataba de la chica con la que Edward había estado hablando temprano. Esos cuatro, incluyendo a Wyatt estaban como tontos viendo a la chica que caminaba hacía ellos.

— Hola Edward. —

No era tan pequeña, quizá medía 1.63 cm, pero todos eran muy altos sobre todo Wyatt, por eso era que para ellos era pequeña, tenía una cintura estrecha y caderas anchas naturales, sin parecer una muñeca de plástico, sus cabellos tenían algún rizo, sus pestañas eran largas, y sus ojos podrían leer tu mente, ver en lo más profundo de ti. Y en Wyatt ya habían visto todo de él, había desnudado su alma, y se había tatuado en su corazón.

— Hola pequeña. — Sonrió Edward abrazándola y besando su mejilla.

Los chicos la vieron extrañados al ver que tenía el nombre de Wyatt Cooper en el vestido que llevaba puesto. Tanner no quiso perder el tiempo.

— Hola preciosura, parece que Wyatt tiene una novia muy zorra que no contesta sus llamadas, así que el no querrá hablarte, ni siquiera querrá perder tiempo contigo, pero estoy seguro que yo puedo bailar, charlar. Lo quieras contigo nena. — Tanner aprovechó el momento, le gusto desde que la vio en la mañana. Todos contuvieron el aire cuando la vieron reír.

— ¿Estás seguro que es una zorra? Creo que alguien necesita que le corten la lengua para que deje de hablar así de la gente que no conoce. — Se quedaron callados, sus ojos decían que estaba molesta, muy molesta. Pero no por lo que dijeron. Sino por la chica colgada en el brazo de su novio.

— Creo que deberías quitarte. O voy a hacer que te quites. — Le pidió amablemente a la chica al lado de Wyatt.

— Ah lo siento cariño. El chico ya está apartado. —

— Creo que no sabes quién soy. — Haló el brazo de Wyatt viendo mal a la chica. Todos voltearon a ver el tatuaje de Wyatt y luego al rostro de la chica, Lili sonrió. Y las piernas de Wyatt no respondían, estaba en Shock, Lili tuvo que ponerse de puntitas para alcanzar ese precioso rostro y besarlo en los labios mientras sonreía. Dos cosas pasaban por los pensamientos de Wyatt. Primero estaba molesto, y segundo su novia era ardiente enojada.

— ¿Eres su novia? — Entonces entendieron porque Wyatt no tenía sexo con todas las chicas que se le proponían, no era porque fueran feas, de hecho eran muy bonitas, pero nunca habían visto a Wyatt sin habla, en shock o que pareciera nervioso como estaba en ese momento, su novia era genuinamente seductora, e ingenuamente sexy. No era cualquier chica. Era su chica.

— ¿Entonces no estás soltera hermosura? — Gideon habló, y Wyatt volteó a verlos mal reaccionando.

— Su nombre es Lilith Anderson, y es mi chica. — Habló Wyatt molesto. Lili sonrió sin dejar de ver las preciosas esmeraldas de su novio, ignorando al resto al igual que Wyatt. Todos lo supieron, Wyatt estaba perdido por esa chica.

Edward fue el único que rio, y sus amigos aunque querían, no podían dejar de ver a esa pareja, el tiempo parecía detenerse si se miraban a los ojos.

— Pensé que no la usarías. — Dijo Lili viendo la cadena que ella le había regalado alrededor del cuello de Wyatt.

— Y yo llegué a pensar que ya no teníamos nada. — Dijo Wyatt viéndola mal, reaccionando y notando que ella si usaba la pulsera de oro blanco que él le había obsequiado. Lili sonrió.

— Hablamos cuando no estés tan molesto entonces. — Lili se dio la vuelta, moviendo esas caderas que a Wyatt traían loco, conocía a su novio, y entendía a la perfección que estuviera molesto. Ella lo estaría más.

Wyatt se quedó ahí pasando sus manos exasperado por su cabello, sin saber qué hacer realmente. Pero tuvo que pensar rápido cuando vio que un chico estaba invitándola a bailar.

Estaba molesto, furioso, pero era su chica, y él no era tan estúpido como para dejar que cualquier idiota tuviera una mínima oportunidad con ella cuando él tenía todas sus oportunidades.

— Lo siento, pero soy su novio y viene conmigo. — La haló del brazo sin hacerle daño. Lili sonrió, sabía que su novio no era un tonto. La llevó hacia una habitación. 

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora