Gracias por su voto. 💖
Regresaron a casa, Wyatt, Megan y Anderson hicieron la cena.
— Bien. ¿Quién eleva ahora la oración? — Pregunto viendo a los jóvenes, Anderson sabía que los otros no eran creyentes, o al menos ninguno le había dado una pista de que lo fuera.
— Creo yo, porque ellos no creen en estas cosas Abuela. — Los Excuso Anderson. Megan y Edward pensaron que se venía un regaño.
— Bueno respeto eso. Así que solo escuchen en silencio por favor.— Pidió Esmeralda. Aquello asombro a los adolescentes.
— Gracias Señor por los sagrados alimentos que nos proporcionas en la mesa, por cuidar siempre de nuestra familia, gracias por permitir traer a mis amigos aquí y por cuidarlos también, gracias porque Edward pudo ser dado de alta y ha mejorado mucho, ahora ya puede reír un poco, y no permitas que se meta en problemas al igual que Wyatt. —
— Gracias por siempre bendecir esta mesa. Y Gracias por darme tan buenos amigos y crear lindos recuerdos con ellos. Amén. — Los chicos estaban helados, quizá no les pareció tan descabellada la idea de elevar plegarias antes de comer, lo intentarían a la próxima vez que vengan tal vez.
— ¿Por qué se meterían en problemas? — Preguntó Esmeralda comenzando a comer.
— No lo sé. Mujeres, Drogas, Alcohol. Cosas como esas, Megan creo que está bien la he visto con su novio a veces y se nota que ella es la que manda en la relación. — Megan se hizo pequeña en su asiento.
— ¿Tienes novio? — Le pregunto Esmeralda a Megan. Ella asintió. — ¿Y cuántos años tiene? —
— Tiene 23 años. —
— ¿Estudia trabaja? — Ella asintió.
— Las dos cosas, estudia Ingeniería en Sistemas. — Confesó nerviosa, sentía como si fuera su madre quien la interrogaba.
— Vaya mira que bien, debe ser un gran chico. — Dijo Esmeralda clavada en los ojos de la chica.
— Lo es. Un poco tonto a veces, pero es un buen chico. — Anderson casi se atraganta con el refresco queriendo reír.
— ¿Y Edward alguna chica? — Le preguntó Esmeralda.
— No, yo no me enamoró. — Negó rápidamente. Wyatt y Anderson carcajearon. Pero tampoco dejarían en mal a su amigo. A la Abuela le valía esa respuesta. Miró a Wyatt interrogante.
— Yo tampoco. — Negó.
— Mira tú que bien. — Dijo en forma de sarcasmo, la señora notaba como Wyatt no le quitaba la mirada de encima a su nieta en ocasiones.
— ¿Y tú? — Le pregunto directamente a Anderson y esta negó, los demás respetaron su decisión de no decirle a su abuela acerca de Chris, sabían o más bien esperaban que esa relación ridícula terminara pronto.
— ¿En serio? Pero si ya eres mayor de edad. — Anderson volvió a negar. — Bueno en todo caso me imagino que en la escuela ya les dieron clases o mencionaron acerca de la reproducción y las formas de protección. — Mencionó directamente Esmeralda. Los demás rieron mientras Anderson no podía dejar de toser. Wyatt riendo golpeo suavemente su espalda para que se relajará.
— Eso no va a pasar abuela. — Dijo Anderson. — La otra vez fui a una clase en la universidad que está cerca del instituto porque Johnny iba a darla. — Mencionó.
— Ahí explicaron todo acerca de las enfermedades de transmisión sexual, sinceramente me pareció asqueroso, lo horrible de la situación es que a veces la peor parte se la llevan las mujeres, a los hombres casi no parece que tienen una enfermedad sexual. —— Entiendo que es una forma hermosa de reproducirse, pero si alguien quiere meterse entre mis piernas lo menos que le espera es que me entregue un estudio médico. O varios estudios médicos. — Dijo Anderson con su rostro desencajado por el asco de recordar esas horribles imágenes.
— Además de que sería con alguien a quien le tenga mucha confianza abuela. —
— Bien dicho. Ya escuchaste Wyatt. — Dijo Esmeralda viendo divertida a Wyatt, y este asintió riendo totalmente divertido. Edward y Megan carcajearon.
— Oye Abuela, eso no va a pasar. — Dijo Anderson viendo mal a su Abuela. — Sin ofender Wyatt. —
— Tranquila. — Dijo este guiñándole un ojo. Anderson rodó los ojos y siguió con su comida.⛲
Ese Domingo a las 9 de la mañana Iara salía de su habitación en la casa de sus padres, y mientras ella caminaba hacía las escaleras, una rubia que había visto con Chris antes salía de ahí con el cabello un poco revuelto, los labios hinchados y mucho olor a sexo. Iara la vio asqueada.
— No si es que ahora son tan fáciles que ni cobrar quieren como cualquier buena prostituta. — La rubia soltó un chasquido de disgusto.
— No te incumbe, y yo no soy una prostituta. — Protesto la rubia.
— Ah no eso está más que claro, porque las prostitutas cobran y tu no. Pero zorra sí que eres. — La miró mal. — Sobre todo porque ya sabes que Chris tiene una relación seria con Anderson. — La rubia rodó los ojos sin tener nada que decir contra eso. Luego su hermano salió de su habitación.
— ¿Es en serio Christoffer? — Negó Iara viéndolo mal de brazos cruzados.
— Ah por favor no te metas. Mejor apúrate que Anderson te ha de estar esperando. — Su hermana bufó, en realidad si quería ir de compras y las amigas de su universidad estaban a ocho horas de ahí.
— Eres una basura Chris, ojala abra los ojos pronto. — Lo vio con asco antes de terminar de bajar.
— Si, si ¿Y tú crees que ella es un Ángel? — Chris rodó los ojos entrando de nuevo a su habitación.
— Estoy en la entrada 😀👌. — Iara le enviaba un mensaje a Anderson esperando que contestara en el centro comercial.
— ¿En la principal? —
— Si en la principal👌, por el kiosco de helado. 🍴🍨—
— Bueno. —
— ¿Ya estás? 😞 —
— Ya casi llego. —
— ¿Por qué escribes tan seco? 😢😥 —
— ¿Le hecho agua al teléfono o qué? 💦💦💦 — Iara carcajeo negando. Le agradaba la chica.
— Pensé que tardarías más en encontrarme. — Confesó Iara cuando Anderson llegó y esta negó riendo.
— En realidad había mucho tráfico. — Confesó.
— Bueno. ¿Tú ya desayunaste? — Anderson asintió. — Ok entonces vamos de compras. — Le pidió la rubia sonriente. Arrastrándola a una tienda. Anderson tragaba fuerte cada que veía los precios de los vestidos y ropa.
— Yo creo que no tengo y no traje suficiente dinero. — Dijo Anderson avergonzada con Iara y ella negó riendo.
— En realidad hoy quería ver que vestido llevarás a la fiesta el sábado, los zapatos y la ropa interior, no te preocupes yo pienso pagártelo. —
— No yo no podría. — Negó Anderson y Iara negó riendo.
— Esto no tiene nada que ver con lo que tú y Chris tienen, me caes bien Anderson y yo te lo compro como tu amiga. — Dijo Iara sonriente. Sabía o más bien esperaba que ellos terminaran, pero Anderson le caía lo suficientemente bien como para regalarle algo a ella.
— Yo es que no creo que...—
— Anderson. — Ella rio avergonzada.
— Está bien. — Contesto Anderson.
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El Demonio es un Ángel © ✔
Novela Juvenil"Que lleve el nombre de un Demonio no quiere decir que lo sea." Anderson asiste a un instituto común en donde las apariencias engañan y también los alumnos. El chico malo y tóxico es mejor mantenerlo de lejos aunque luego sea imposible alejarte de...