El Demonio es un Ángel © ✔

81. Tú no eres la chica de Wyatt.

❤ Gracias por su voto ❤🙇

— Mucho. Mucho éxito. — Decía Lili besando el rostro de su novio. Este sonreía mientras la abrazaba con fuerza, despidiéndose mientras la dejaba en la entrada del instituto, ese día Wyatt faltaría a clases por su cita en la universidad, ese era el día de la prueba académica.

— ¿Crees que si salga bien? — Anderson sonrió, estaba segura. Muy segura.

— Claro que sí, estoy completamente segura. Ya lo verás. — Era su novio y su mejor amigo, pero aquello lo decía como su tutora, se había esmerado ayudando a Wyatt, Edward y Megan a estudiar para sus exámenes de la universidad.

— Entonces me voy más tranquilo. — Wyatt besó a su novia en los labios y luego se puso nuevamente el casco para ir a la universidad.

— ¿De verdad crees que esté bien? — Le preguntó Megan a su espalda. — No te tendrá a ti dándole porras.— Lili rio.

— En realidad le grabe varios audios diciéndole lo bueno que era, y le hice repetir todas las mañanas que era disciplinado y una persona persistente. Aunque no lo creas ha tenido resultados. — Asintió Lili entrando al instituto con Megan. — ¿Qué hay de ti? ¿Lista para mañana? — Megan hizo una mueca, estaba de hecho muy nerviosa.

— Estoy nerviosa. — Admitió siendo sincera, aplicaría a la misma universidad porque Marc estaba estudiando ahí, eso y que además de hecho era la mejor en esa región, no tenía muchos problemas con las cuotas o matriculas porque sus padres tenían una cuenta de ahorro para su universidad desde que ella tenía 10 años.

Por otro lado Edward también había considerado esa como primera opción en el distrito universitario, y si Wyatt no pasaba esos exámenes ni la prueba deportiva, no tenía ni reuniendo cada centavo para las cuotas del primer año si quiera, para Wyatt el esfuerzo era su única opción.

— Ya verás que saldrás bien. — Le sonreía Lili. Conocía a Megan, y ahora llevaba muchas ojeras muestras de que se quedaba hasta muy tarde a estudiar.

— Ojala tengas razón. — Le decía Megan a su amiga. — Bueno voy tarde a mi clase. — Decía Megan viendo un reloj en el pasillo.

Lili sonrió y se despidió de Megan, tomó su libro de Biología III y fue a su práctica en el laboratorio, esta vez disecarían una rana otra vez, así que estaba limpiando un poco los utensilios de los que harían uso, Edward quizás venía tarde porque no estaba en el salón, Lili fue a sentarse a su lugar con calma, viendo el fondo de pantalla en su celular, era una foto de su novio abrazándola dormido.

— Es horrible. — Exclamó Chris sentándose a su lado.

— Buenos Días compañero. — Lili guardó su celular recelosamente, algo le decía que ese día iba a ser muy, pero muy irritable.

— ¿Recuerdas cuando me decías Buenos Días Bebé? —

— ¿Qué quieres Chris? —

— Sabes lo que quiero. — Lili rodó los ojos, realmente no lo sabía.

— No, no sé qué quieres. — Admitió.

— Te quiero a ti de vuelta y lo sabes. —

— Lo arruinamos Chris. Tú y yo nunca debimos salir y eso es todo. Necesitas una chica como Brittany, alguien que no le importe con cuantas chicas te acuestas. — Dijo Anderson al borde de su paciencia, porque si, Lili tenía un límite, y si llegaba a ese límite podía llegar a asustar a la gente.

— Estoy dispuesto a hacerte la única. — Lili carcajeó con fuerza.

— Esa mentira fue tan falsa como tus sentimientos por mi Chris. — Dijo Anderson riendo divertida.

— No te miento. — Chris sostuvo la muñeca de Anderson sin medir su fuerza. Lili hizo una mueca y volteo a ver mal a Chris.

— Me estás lastimando Chris. — Lili intentó relajarse, no era bueno maldecir, porque las maldiciones recaían en ti mismo, pero en serio estaba a punto de hacerlo.

— Quiero que me prestes atención. — Chris aprovechó el hecho de que aún era temprano y no había nadie más en el salón. — Me importa una mierda lo que pasé entre Wyatt y tú, pero sabes que puedo tener todo lo que quiero. — La miró mal y Lili ya no sentía circular la sangre por su muñeca izquierda.

— Vas a terminar con Wyatt y vas a ser mi pareja en la fiesta de Graduación, llevaré a mi linda chica a cenar a casa y les dirás a mis padres que recapacitaste y que ahora piensas regresar e intentarlo en serio conmigo. —

— ¿Acaso tienes un complejo de inferioridad con Wyatt? ¿Por qué quieres tener a todas las chicas con las que Wyatt está? — Preguntó Lili intentando ignorar el dolor que causaba en su muñeca.

— Es que tú no eres la chica de Wyatt. Tú debes estar conmigo Lilith. Tú eres mi chica. Y me importa una mierda ese cretino, voy a sacar del camino a ese saco de mierda como sea necesario, porque ¿Si sabes que Wyatt es un bueno para nada, don nadie y sin futuro, verdad? ¿Piensas que un drogadicto va a dejar las drogas por ti? Es cuestión de tiempo para que te des cuenta que es conmigo con quien debes estar y no con esa mierda. —

Chris estampó sus labios con los de Lili en un besó demandante, incluso mordió con fuerza su labio inferior, y ella sintió asco. Chris no notó cuando ella tomó inconscientemente una navaja para papel, y estaba dispuesta a clavarla en cualquier parte de su cuerpo, donde fuera necesario si no cerraba esa estúpida boca hablando pestes de su novio.

— Déjala Chris. — Edward entró al salón, haciendo que Chris soltará bruscamente la muñeca de Lili, y dejará de besarla a la fuerza, Anderson suspiró con pesadez cuando sintió su mano hormiguear por lo que Chris le había lastimado, así como sus labios asquerosamente sucios e hinchados.

— No te metas Edward. —

— Te estás pasando de la raya, y te estás aprovechando de que Wyatt no está aquí. — Decía Edward alejándolo con un empujón de Lili. — Te lo digo como tú compañero, no te metas con Lili, si Wyatt no te da tu merecido lo voy a hacer yo. — Lo miró mal apuntándolo.

Christoffer suspiró con frustración, y salió de ese salón enojado. Edward volteó a ver a Lili, quien temblaba un poco viendo asustada su mano derecha con la navaja aún bien sujeta. Así es, estuvo a punto de clavarla en la garganta de Chris. Edward tragó fuerte al ver sus ojos, parecía que iba a entrar en pánico. Hizo a un lado la navaja quitándosela delicadamente, de alguna manera conocía a su amiga, Esmeralda le había contado sobre el padre de Lili, y su miedo a que Lili fuera igual a él.

— Relájate Lili, tú no eres igual a él. — Lili tragó fuerte y asintió, guardo la navaja pequeña con los demás utensilios. Y luego se limpió los labios con asco.

— ¿Vas a decirle a Wyatt? — Lili vio a su amigo, negó con rapidez.

— Lo va a distraer de la prueba de mañana. Y necesito que dé su 100% en esa prueba. — Edward asintió de acuerdo.

— No dejes que se te vuelva a acercar si estás sola. — Lili asintió inmediatamente, luego Edward suspiró con pesadez. — No entiendo nada porque Chris se comporta así. — Admitió viendo a Lili de reojo. — No te ofendas, pero él mismo solía decir que eras un juego de lo más divertido, que eras solo una chica del montón... No entiendo nada su actitud. —

— ¿En algún momento Chris se ha sentido inferior a Wyatt? — Preguntó Lili de repente curiosa. Edward hizo memoria y realmente no recordaba nada relevante, por lo que sabía Chris siempre le gustaba meterse en las relaciones de Wyatt se tiraba a sus ex, y competir por las chicas.

— Realmente no recuerdo nada. Aunque si recuerdo, que una de las primeras novias de Chris se acostaba con Wyatt antes de conocer a Chris. Nosotros lo supimos hasta una fiesta en que Chris se la estaba presentando a todos, y la chica metió la pata queriéndose meter con Wyatt... — Dijo Edward recordando esa situación incómoda.

— Quizás es eso. — Dijo Lili acariciando con suavidad su muñeca. — Simplemente esta celoso de Wyatt, porque obsesionarse conmigo la verdad es que no tiene mucho sentido. — Admitió Lili intentando sonreír, Edward rio un poco.

— En realidad me preguntó pequeña Lili, que es lo que haces para volver a los chicos locos. — Admitió Edward, Lili carcajeó.

— Tú eres un chico y no te traigo loco. —

— Yo no cuento porque ya estoy enamorado... Pero es interesante. — Admitió Edward sincero, porque había escuchado de varios del equipo de futbol, que la "actual novia de Wyatt" era muy ardiente, aún a pesar que antes de conocer a Lili había escuchado de esos mismos tipos decir que ella no era su tipo.

— Es ridículo. — Reía Anderson, y sonrió cuando vio entrar a la Maestra.