76. ¡¿Es hija de Alexander, verdad?!

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Aclaraciones previas para empezar a Leer y no hacerte Líos:

"Johnny" o Miller es Jonathan Miller, maestro de Lenguaje y Literatura de Anderson, a quien Anderson quiere como un hermano mayor.

Peter Gilbert Amigo de Jonathan Miller.

Joe Lockwood Amigo de Jonathan Miller.

Margaret Anderson Madre de Lilith Anderson.

Esmeralda Anderson abuela de Lilith Anderson.

— ¡Número 4! ¡Número 4! — Lili se unía a los gritos de sus amigos mientras apoyaban a su novio. — ¡Eso es Wyatt! — Estaba emocionada, Wyatt estaba por anotar otra vez. Aún no le entendía muy bien a las reglas del juego, solo sabía que tenía que apoyar a su novio. — ¡Cooper! ¡Cooper! ¡Sexy Cooper! — Lili saltaba gritando el nombre de su novio con emoción y Megan sonreía al ver a Lili tan emocionada. Wyatt anotó.

En realidad en todo el partido no había volteado a ver a las dos personas que lo observaban junto a Miller, simplemente volteaba a ver la hermosa sonrisa de su novia.

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Un sonido avisaba a los espectadores que era el medio tiempo. Wyatt fue con rapidez a las gradas. Y Lili no tuvo que esperar, bajo con rapidez las gradas también, al menos lo que la dejaban los demás espectadores y personas. Wyatt se quitó el casco y fue a abrazarla con fuerza y una sonrisa.

— Te vas a quedar sin voz si sigues gritando. — Lili rio con gracia.

— Cierto. Pero has estado muy bien. — Felicitaba a su novio. Wyatt rio.

— De hecho seguimos un poco atrás. — Decía volteando a ver el marcador, iban perdiendo.

— Ya verás cómo se recuperan. — Besó la frente sudada de su novio, acompañándolo a sentarse un momento para recuperar el aliento.

Los nervios se había ido, sí, el tiempo en esa cancha había parecido eterno, pero sus dudas se había esfumado luego de recordar las palabras de su novia.

— Anderson. — Lili volteó a ver a Miller, sonriente. Un par de personas vestidas casualmente observaban al chico con tatuajes con curiosidad al igual que a la chica que de hecho ya habían visto antes.

— Oh. ¿No te había visto antes? — Un hombre de unos treinta años y unos poco más de edad al igual que Miller se fijó en Anderson, y ella asintió. — ¿No eras la acompañante de Christoffer Johnson en una cena? — Preguntó con una sonrisa. Anderson y Wyatt se levantaron al mismo tiempo, ella sonrió con amabilidad.

— Si así es...— Sonrió.

— ¿Ya conocías a Anderson, Peter? — El hombre negó a Miller.

— No, de hecho solo la vi bailar con el Señor Johnson y su hijo en una cena de beneficencia. — Sonrió a Miller. — ¿Tú también ya la conocías? —

— Es la nieta de mi Nana. — Asintió Miller con una sonrisa. Peter frunció extrañado el ceño, ya conocía a Esmeralda Anderson.

— Oh y tú eres Wyatt Cooper. — Peter vio al chico a lado de Anderson. — El mundo es muy pequeño. —

— Sí que lo es. — Decía Miller con una sonrisa.

— Me presentó soy Peter Gilbert y este es Joe Lockwood. — Estrechó la mano con cada uno de los jóvenes. Y también presentó a un tipo que venía comiendo un par de frituras y un batido helado.

— Aún no van ganando. — Se acercó el tal Joe que parecía de la edad de Miller, y Peter. Observo fijamente a Wyatt.

— ¿Creen que ganen? — Anderson contuvo el aliento por un momento. Y Wyatt negó, aunque él diera todo de sí por ganar aún faltaban muchos puntos para alcanzar al otro equipo.

— No lo creo. — Suspiró Wyatt sin bajar la mirada, pero siendo sincero, parecía que Chris se estaba esforzando por hacerlos perder. Miller y sus amigos se vieron entre sí.

— Suerte con eso. — El tal Joe habló con desdén. — Sabía que esto iba a ser una pérdida de tiempo, Miller.—

— Ni siquiera sé porque nos pediste que viniéramos a ver a un don nadie. — Habló Peter volteando a ver a otro lado, la apariencia del chico que le habían dicho que era bueno, no daba mucha confianza.

Él chico tenía su cuerpo tatuado. Parecía un delincuente y ese tipo de personas no tenían mucho futuro, les parecía que sería una pérdida de tiempo meterlo en el equipo de la universidad, así si solo fuera practicante.

Porque tipos como Cooper no terminaban la universidad, sería un completo desperdicio. Miller tragó fuerte al ver la mirada de molestia que tenía Anderson, era extraño para él verla enojada.

— ¿Son amigos tuyos Jonathan? — Anderson llamó por su nombre a Miller, y los otros dos la vieron extrañados.

— Los conozco desde el instituto y fuimos a la universidad juntos sí. — Admitió Miller, había pedido a sus amigos que vinieran porque tal vez le harían un espacio a Wyatt en el equipo de la universidad.

— La verdad es que no sabía que te juntabas con gente tan repugnante. — Los vio mal. Y Lockwood vio extrañado a la chica. Esos ojos se le hacían conocidos.

— ¿Y ella quién es? — Preguntó Lockwood con mucho interés, esos ojos le recordaban a los de alguien que le había causado muchas pesadillas, así como también a los de alguien que había amado en algún momento.

— Es nieta de Esmeralda Anderson, ¿Recuerdan? Mi Nana. — Y entonces los otros dos que ya sabían él historial de Esmeralda y de sus hijos, pues habían ido con ellos al instituto al igual que Miller voltearon a ver a Anderson.

— ¿De quién es hija? ¿De Thomas? —

— Margaret, su madre es Margaret Anderson. — Dijo Miller mencionando a la hija menor de Esmeralda y Lockwood tragó fuerte, al igual que Peter quién también conocían bastante bien y de primera mano a esa pobre ilusa que se había enamorado perdidamente en ese entonces de Alexander.

De inmediato lo supieron, que esos ojos que podían leer tú alma eran los mismos de Alexander, él que mando al hospital en su juventud a Lockwood con 8 apuñaladas y varios órganos destrozados, Joe recordó sus ojos cuando lo miraron con furia y casi había muerto desangrado por culpa del padre de la chica que ahora tenía en frente, así mismo lo recordaba cada vez que veía su abdomen con cicatrices.

— ¿Por qué piensas que somos repugnantes? — Pregunto Lockwood, repentinamente curioso con Anderson.

— Despreciar el esfuerzo de otros sin conocerlos, y peor aún, juzgarlo cuando no lo conocen es repugnante y asqueroso. — Wyatt sonrió viendo a su novia, amaba ver a su novia enojada. — ¿Quién creen que son para juzgar a alguien? —

— Creo que no sabes porque lo decimos. — Joe no tardó mucho tiempo en saber que esa pequeña demonio había heredado quizás los mismos demonios de su padre.

— ¿Por qué? Porque parece que no es alguien serio. ¿Parece que nunca podría tener una oportunidad? —

— ¿Qué te hace creer que si la tenga? No me asombraría que este metido en negocios sucios. Sin ofender Cooper. — Habló Peter a la defensiva, no iba a decirlo, pero los recuerdos de estar en el instituto y las múltiples veces que fue humillado e insultado por el padre de la chica que tenía en frente vinieron a su cabeza.

— No hay problema. La verdad es que yo tampoco tenía muchas esperanzas. — Dijo Wyatt siendo sincero, pero envolvió con sus brazos a su novia, en realidad Lili en su mente estaba pensando en cómo cortarle la lengua a los hombres frente a ella y hacérselas trocitos. Se preguntaba si se verían tan hombres como parecían en ese momento.

— ¿Cómo que no hay problema? Has jugado genial, has estado increíble. Que el resto del equipo no esté a tú altura no es tu problema Wyatt. — Cooper río besando la mejilla de su novia, y el corazón de Lili se relajó casi de inmediato cuando sintió los brazos de Wyatt envolverla fuerte.

Peter y Joe soltaron el aire que habían retenido cuando Lili sonrió a Wyatt y lo abrazó con fuerza.

— ¿Qué? ¿Vas a decir que no sé nada de futbol? — Peter y Joe vieron sorprendidos a Anderson, ahora parecía que sus ojos brillaban cuando veía a Cooper, ese chico tatuado, como los de su madre cuando salía con ese psicópata de Alexander.

— Cierto, ellos son los expertos. A la gente solo le gusta hablar de más Lili. —

— Cierto y por eso terminan sin lengua. — Lili miró mal al par de hombres, Miller carcajeó, también conocía a Alexander, quién era la peor pesadilla de cualquiera, pero más conocía a Anderson, su pequeño intento de hermana menor estaba enamorada, sus ojos brillantes lo decían todo.

— Tranquila Lili. A veces los chicos no saben cuando cerrar la boca. — Sonrió Miller y ella soltó el aire de sus pulmones resignada, tal vez nadie lo había notado, pero su Wyatt si había dado todo de sí.

Fue a sentarse con Wyatt en las gradas, en lo que pasaban un par de minutos, los tres hombres no podían dejar de ver a esa pareja, no sabían si esa pareja había sido formada en el infierno igual que los padres de Lili o si se trataba de todo lo contrario.

— ¡¿Es la hija de Alexander, verdad?! — Joe Lockwood, estaba sudando frío, parecía haber visto a una de sus pesadillas frente a sus ojos.

— Es hija de Alexander. — Asintió Miller. Sonrió cuando vio que Anderson le daba muchos besos en el rostro a Wyatt.

— ¿Ella también está loca? — Le preguntó Peter.

— ¿No viste sus ojos? Claro que lo está. — Jonathan Miller carcajeó. 

El Demonio es un Ángel © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora