El Demonio es un Ángel © ✔

25. Guapo Johnson.

Gracias por su Voto. 💖

 — ¿No les gusto? — Preguntó directamente nerviosa. Chris carcajeó devorando la tarta.

— Está muy buena Anderson. — Asintió Sophie, al igual que los del resto de la mesa.

— Como siempre cocinas delicioso. — Dijo Chris. Su madre frunció el ceño.

— ¿Cómo siempre? ¿Has estado en casa de Anderson? — Preguntó asombrada. Anderson negó con rapidez.

— No, es que yo cocinó mi comida en casa y la llevó al instituto. Y a veces comparto con Chris. — Dijo ella avergonzada.

— Ah. — Sonrió Sophie.

— ¿Entonces nunca has estado en tu casa a solas con Chris? — Ambos negaron. — ¿Y en nuestra casa a solas? — Preguntó Iara disfrutando de la cara colorada de Anderson.

— Usen protección. — Dijo la Sra. Johnson. — Me agradas mucho Anderson, pero lo correcto sería esperar. — Anderson sonrió.

— No se preocupe Sra. Johnson. Sé que todo tiene un proceso. Y realmente no crítico a las personas que tienen hijos a temprana edad, pero a mí me gustaría tenerlos cuando lo considere correcto. — Dijo con sinceridad, le falto añadir que aún no pensaba dar ese pasó con Chris. Quién suspiró, aunque si él tenía sexo con Anderson, sería la única chica que saliera embarazada y le daría el comodín de la duda para luego saber si es suyo o no el niño. Porque aún rondaban esos rumores diciendo que ella es una zorra.

— Me alegra que sean cuidadosos. — Dijo el Sr. Johnson.

— En realidad vamos despacio. — Dijo besando la mano de su novia. — Es la primera relación de Anderson así que no hay ninguna prisa. — Iara frunció el ceño, así no era como recordaba al calenturiento de su hermano menor.

— ¿Es tu primer novio Anderson? — Le preguntó Iara a Anderson quien asintió, y entonces lo notó, la pobre chica ni siquiera tenía idea de la clase de noviecito que tenía, le daría el bonus de la duda a Chris, tal vez Anderson lo enamoraba y hacía de él como ella había visto salir llorando a tantas chicas del cuarto de Chris.

— Me agradas Anderson, Cocinas bien, eres educada, buenas calificaciones. ¿Dónde estás los defectos que no nos estás contando querida? — Sonrió el Sr. Johnson con cara de póker intentando leer los ojos tan profundos que adornaban el rostro de Anderson.

— Bueno la verdad es que debería haberle dicho esto desde que Chris y yo nos conocimos. — Todos le prestaron atención extrañados. — Soy muy aburrida. — Dijo ella sonriendo, Chris rio negando al igual que el resto.

— ¿Quieres reírte un rato Anderson? — Le preguntó Sophie Johnson.

— ¿Cómo? — Pregunto la susodicha extrañada.

— Viendo las fotos más vergonzosas de Chris. — Iara se levantó con rapidez a traer el álbum familiar antes que Chris intentará alcanzarlo. Anderson rio levantándose a lavar su plato a pesar de la pequeña protesta de la Sra. Johnson.

— Ven siéntate. — Todos se sentaron alrededor del sillón.

— En esta estaba intentar esconder sus calcetines llenos de popó. — Señalo su madre a un bebé regordete que apenas sabía apoyarse y pararse medianamente bien.

— Mamá. — Chris estaba avergonzado.

— Oh mira en esta fue la primera vez que toco unas tetas que no fueran las de mamá. — Anderson y Iara carcajearon causando un par de risas en los padres de Johnson. — Si, la tía Claudia en ese entonces era una diosa. — Habló Iara. — La vieras ahora lo único que no cambia son los ojos. — Anderson rio.

— En esta ¿Por qué te habías hecho pipí? — Le preguntó Anderson a Chris riendo por la graciosa cara que tenía.

— La chica que le gustaba lo besó en la mejilla. — Anderson volvió a carcajear y limpió una lágrima que quería deslizarse por su mejilla.

— Quien diría que eras así de tímido ¿No Johnson? — Preguntó Anderson a Chris y este solo rodó los ojos.

— Oh esta es buena. — Señalo el padre de Chris. — Ese día tuve que cargarlo durante toda la presentación de la compañía porque no paraba de llorar. — Anderson sonrió enternecida. Los padres de Chris habían hecho un buen trabajo, se miraban amables y cariñosos.

— Si, y en está me golpeaste con el balón de fútbol. — Dice señalando una en donde un pequeño estaba sentado llorando en el césped.

— A veces los padres castigamos sin querer ¿No es así Anderson? — Rio un poco y Anderson asintió perdida, su madre lo golpeó viéndolo mal. — Oh Lo siento. ¿Tú no vives con tu padre? — Anderson sonrió.

— No en realidad, pero nunca lo conocí así que no puedo decir que me he perdido de alguien que no he conocido. — Dijo Anderson sin importancia. — Adivino, en esta fue tu primera vez en un parque de atracciones y Iara ya no quería cargarte. — Rio Anderson.

— Agh es que era un niño bien miedoso, y no le gustaba despegarse de mí. — Dijo Iara con asco. Anderson carcajeó.

Luego de que Anderson riera amenamente y charlara con la familia de Chris con tranquilidad él fue a dejarla a casa, como siempre al mismo lugar que ella le indicaba, pero no frente a su casa.

— Pensé que iba a ser incómodo. — Dijo Anderson con una sonrisa.

— Te lo dije. Iban a amarte. — Anderson volvió a sonreír. — Incluso a mi hermana que es una desgraciada le caíste bien. —

— Oye no hables así de Iara. — Regaño Anderson en un tono divertido.

— En realidad lo que me asustaba era que ella te hiciera imposible la noche. —

— Bueno gracias por invitarme. — Dijo Anderson antes de intentar bajarse del auto, pero Chris la detuvo tomando su quijada y estampando sus labios en un beso hambriento, él quería más, quería saborear su boca, pero ella no permitía más, aunque eso no le impidió dejar sus labios hinchados. Anderson soltó un quejido al notar que su novio había lastimado un poco sus labios.

— Lo siento, quise besarte así desde el momento en que te vi en la puerta. Te hubiera secuestrado en mi cuarto, pero luego tu madre te buscaría. — Anderson carcajeó negando.

— Eres todo un casanova. Me voy guapo Johnson. —

— Nos vemos luego hermosa Anderson. — Se despidió Chris.