Alex encontró a Damon en la plenitud de su furia. Tuvieron una monumental reyerta donde volvió a sobrevolar la amenaza de que Graham sabría al fin la verdad.
-¿¡Te has vuelto loco, Damon!? Perderías más que yo. ¿O acaso crees que conservarás tu lugar en The Messenger?- dijo confiando en que al menos tendría reparos en perjudicarse a sí mismo.
-¡Me importa un carajo!- vociferó ofuscado- He tenido que enterarme por boca de ese mocoso que piensas pasar el día con él y en su casa. Me encantaría saber por qué.
-Pues porque es un día hábil...y cuando no eres el protegido de nadie debes cumplir tu horario- dijo en obvia alusión a su situación preferencial en el periódico. Privilegio que hasta donde recordaba, le debía a él.
-¡Deja de tomarme por estúpido!- bramó- No es novedad que tomas franco el día de tu cumpleaños.
-Damon- respondió con un tono de inmenso fastidio- conoces los detalles de mi trabajo. La oficina de personal no ha confirmado aún si me concederá el día. Y hasta que no lo haga, no puedo permitirme hacer otro plan que no sea trabajar. No creo estar diciéndote nada que no sepas.
Damon tragó saliva algo avergonzado por la tempestuosa escena que acababa de montar. Notando su pequeña ventaja, Alex prosiguió.
-Lo más probable es que me lo concedan, como casi todos los años. Pero hasta no recibir la notificación por escrito no podré hacer planes ni disponer del día. Por eso le he dicho a Graham que trabajaría con normalidad. Y por eso lo has sabido de su boca. Sólo he dicho lo que hasta hoy, es la verdad.
-Alex...- continuó Damon en tono conciliador.
-Estoy harto, Damon- dijo sabiendo que no podía dejar pasar aquel momento en que por fin tomaba las riendas- estoy harto de ti y de tus dudas. De tus escenas ridículas e injustificadas. Hiciste lo imposible para que me tirase a Graham y ahora tienes el atrevimiento de actuar como si yo te traicionara.
-Alex, escucha...- dijo desconcertado, observando como la situación se revertía, dejándolo como el nuevo blanco de los reproches.
-Escucha tú- dijo interrumpiéndolo bruscamente- No me importa si me otorgan el día o no. No lo desperdiciaré con él...ni contigo. Estoy harto. Los dos me enferman. Toda esta mierda me enferma.
-¡Alex!
Salió del cuarto fingiendo no oírlo. Satisfecho con su actuación y sabiendo que su improvisada estrategia había funcionado. El rol de hombre ofendido cuya buena fe se ponía en duda era un recurso que nunca fallaba.
Damon permaneció contrito y meditabundo el resto del día. Alex se había asegurado un valioso triunfo. Ahora sólo restaba dejarle saber a Graham que no podría verlo el día de su cumpleaños. No le costaría hallar una buena excusa y él comprendería, como siempre lo hacía. Las cosas no habían salido tan mal después de todo. No deseaba estar con Damon pero tampoco podía permitirse la compañía de Graham. Eso no haría más que exacerbar sus celos y sabía que empujado a las últimas trincheras, Damon sería capaz de cualquier indiscreción.
-¿Cómo está mi consentido?- preguntó iluminando la habitación de Graham con su inmensa sonrisa.
Su paciente lo recibió con ese abrazo que le hacía olvidar todas las preocupaciones del día.
-Consentido serás tú en sólo unos días...- dijo en obvia alusión a su próximo natalicio.
-Pequeño...- dijo ensayando su mejor semblante de abatimiento- de eso quería hablarte...
-¿Qué sucede?
Sus grandes ojos de cachorro parecían intuir que algo ocurría.
-Verás, amor. Había decidido tomar un franco para poder celebrar juntos...
Graham sonrió al saber que aún desconociendo sus planes, Alex había elegido una velada para ellos solos. Pero la ilusión no tardaría en desvanecerse.
-Todo iba bien, me lo concedieron sin mayores problemas. Pero mis padres me han pedido que lo pase con ellos en Bournemouth. Mi hermana está allá con su familia por otros asuntos y les pareció una buena ocasión para estar todos juntos. Es algo que no hacemos a menudo.
-Entiendo...- dijo algo desanimado pero sin formular ningún reproche- tendrás que viajar y ausentarte...
-¡No, pequeño! Será sólo por ese día. Iré en la mañana y regresaré al atardecer, en el último tren. Es agotador pero no puedo negarme. Te llamaré en cuanto esté de vuelta, ¿sí, amor?
Graham asintió con la cabeza.
-No estás enojado, ¿verdad?
-Claro que no, Alex. Es tu familia...
-Celebraremos juntos al día siguiente, ¿sí?
-Sí- dijo abrazándolo.
¿Por qué se enfadaría? A fin de cuentas, el plan de Alex había sido estar a su lado y eso era todo lo que contaba. Él lo tenía consigo a diario y su familia apenas algunas veces al año. No era justo interponerse. Tendrían tiempo de sobra para celebrar.
Llegó el día en que Alex daba la bienvenida a sus flamantes 26 años. En ese tiempo, procuró mantener viva la tensión y la distancia con Damon en un intento de asegurarse algo de calma en su natalicio.
Y desde luego, hubiese deseado ver a Graham. Disfrutar de su compañía en aquel día que había cobrado un nuevo sentido desde que se amaban. Tuvo el súbito impulso de ir a su casa y sorprenderlo. Fingir que había decidido quedarse o había perdido el tren. Pero era peligroso. Siempre existiría la chance de que Damon se enterase en alguna conversación con Graham. Se conformó con llamarlo muy temprano en la mañana con la excusa de escuchar su voz antes de partir.
-¡Feliz cumpleaños, mi amor!- su voz jubilosa vibraba del otro lado del teléfono- ¡Te amo tanto, tanto, tanto, tanto, tanto!- se oyó un beso estampándose contra la bocina- Saluda a tus padres de mi parte...y a tu hermana. Diles a los niños que los echo de menos.
Alex hubiese deseado conversar con él un rato pero la ciega confianza que denotaban sus palabras sólo hacía que se aborreciera a sí mismo. Le mentía, como Damon. Igual que siempre, se aprovechaba de su amor y su candidez. De poco servía pensar que lo hacía por su bien. Estaba tratándolo como a un idiota, como a ese "tonto amanerado" del que Damon se mofaba y del que ahora parecía mofarse él también.
En forma un tanto repentina, dio por terminada la charla. Se despidió de él y dejó su viejo apartamento dispuesto a pasar el día en algún bar. Allí encontraría lo que necesitaba para olvidar que se había convertido en un hombre despreciable.
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El Paciente
Fiksi PenggemarUna historia de amor y ambición. Ships: Dalex (Damon x Alex) - Gralex. Bienvenidos a un nuevo fanfic. Los invito a acompañarme en este recorrido en donde como siempre, sus lecturas y comentarios se valoran y agradecen. Pasen y vean. Idea original. ...