Tras dejar a Damon en la estación, Alex regresó a casa de sus padres. Graham esperaba por él mientras jugaba una partida de ajedrez con Jason.
Desde el recibidor, lo observó ensimismado y con la vista fija en el tablero. El mentón descansando sobre su mano, su perfil delicado iluminado por una luz tenue. Ni él mismo lograba explicarse cuándo había comenzado a adorar cada uno de sus ademanes. Esa forma algo torpe de acomodarse los lentes, la expresión suplicante de sus ojos atisbando por encima de las gafas, las manos suaves flotando con cada gesto.
Sonrió tontamente contemplando a aquel muchacho que lo amaba y pensó que ahora él era su responsabilidad. Y le agradaba que así fuera. Le agradaba saber que lo esperaba, que lo deseaba, que tal vez hasta lo pensara. Por primera vez en su alborotada vida, el amor de alguien le parecía valioso. Y eso lo hacía sentir extraño.
"¿Cómo pudo suceder?" se preguntó a sí mismo. "Se suponía que todo lo que debía hacer era aprovechar la ocasión". Cerró los ojos, abrumado tras su conversación con Damon y frente a la súbita certeza de que sin importar lo que hubiese planeado, ya no podría hacerle daño. Había intentado engañarlo pero un simple giro del destino hizo que sólo se engañara a sí mismo. Lo quería y no podía continuar negándolo ni disfrazándolo de compasión. No era un profesional de ética intachable velando por el bienestar de su paciente. Era un hombre enamorado dispuesto a defender lo que más quería.
Intentó imaginar sus días sin Graham, retroceder en el tiempo hasta aquellos momentos en que ni siquiera se conocían. La imagen no le agradó. Entonces supo que ya no había opción ni retorno. Debía protegerlo. De Damon y quizá...quizá hasta de sí mismo. No podía permitir que la verdad lo destruyera. Tenía que ganar tiempo, apaciguar a Damon, aburrirlo, alejarlo con suma displicencia hasta asegurarse de que su rabia no tocaría a Graham. No sabía cómo lo haría pero comprendía que debía hacerlo. Era lo justo. Y era necesario.
-Jaque mate.
La suave voz de su paciente le hizo abrir los ojos y abandonar sus pensamientos bruscamente.
-¡No puede ser!- exclamó Jason.
-Te dije que no lo desafiaras a una partida, papá...- dijo Alex entrando a la sala y palmeando el hombro de Jason, casi incrédulo ante una de las derrotas más rápidas de su vida.
Espontáneamente, se reunieron los cuatro. Conversaron un rato. Kelly y Jason parecían sentirse muy cómodos en compañía de Graham. Alex podía notarlo. Así como podía percatarse de las significativas miradas que su padre le dirigía de a ratos. Se preguntó qué intentaría decirle.
-Veo que tu familia también es pequeña- observó Jason.
-Sí, pero se agrandará pronto. Mi hermana va casarse y creo que no demorará mucho en hacerlo- dijo Graham entusiasmado.
-La casa comenzará a llenarse entonces- intervino Kelly- y luego, cuando tú te cases...verás que extrañarán los tiempos en que eran pocos.
La sonrisa de Graham se borró lentamente.
-No creo que mi estado civil vaya a cambiar algún día...
Jason lo miró extrañado. No comprendía si prefería la soledad o si sólo experimentaba esa aversión al matrimonio tan frecuente entre los jóvenes.
-¿Y cuál es tu estado civil?
Graham permaneció en silencio unos segundos y Alex exclamó entre risas.
-¡Desperdiciado!
Todos rieron con su ocurrencia. Pero Jason intuía que no había sido una simple broma. No podía dejar de reparar en su mirada atenta a Graham, pendiente de sus movimientos. Buscó infructuosamente en sus recuerdos hasta percatarse de que su hijo jamás había observado así a nadie.
-Se está haciendo tarde...- observó Alex.
-Eso creo- dijo su padre- y todavía no han descargado las maletas. Te ayudaré, hijo.
Los dos se levantaron y salieron en dirección al auto. Graham esperó verlos entrar con el equipaje pero no lo hicieron. Se preguntó por qué demorarían tanto aunque no se atrevió a preguntar y continuó conversando animadamente con Kelly.
Mientras tanto, apenas se quedaron solos y a cierta distancia, Jason dejó salir la duda que comenzaba a carcomerlo.
-Alex...ese chico...¿es de verdad tu paciente?- preguntó sin rodeos, como solía hacerlo también su hijo.
-Sí, papá...- respondió sin dudar pero a la defensiva- ¿Qué más podría ser?
-Eso lo sabes sólo tú...
-¿Qué insinúas?
-Nada, fue sólo una pregunta- dijo Jason mientras sus ojos escrutaban cada gesto de su hijo.
-¡Pues claro que es mi paciente!- respondió exaltado- Tengo conmigo su historia clínica. Si tienes alguna duda puedo enseñártela.
-No es necesario, Alex. No tengo ninguna duda...el que parece tenerla eres tú.
-¡Por favor, papá! Él...- dijo con un tono de indignación poco convincente.
-No tienes que hablar de él porque esto no es sobre él, hijo.
-¿Qué...qué...- intentó articular.
Su padre avanzó hasta él hasta que sus altas figuras quedaron frente a frente. Se vieron a los ojos y casi en tono en tono didáctico, observó.
-Hablo de ti, Alex. Porque el problema no es él, eres tú. Y se nota- y palmeando suavemente su brazo, agregó- ten cuidado, hijo.
Alex lo miró boquiabierto y Jason emprendió el regreso.
-¡Papá!- gritó a sus espaldas.
-¿Sí?
-¿Tanto se nota?
![](https://img.wattpad.com/cover/167917704-288-k569285.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Paciente
FanfictionUna historia de amor y ambición. Ships: Dalex (Damon x Alex) - Gralex. Bienvenidos a un nuevo fanfic. Los invito a acompañarme en este recorrido en donde como siempre, sus lecturas y comentarios se valoran y agradecen. Pasen y vean. Idea original. ...