Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas...
Yuuri soñó toda su vida con la clásica historia de Omega x Alfa. Desde pequeño se dio cuenta que sentía atracción por los hombres, y después se dio cuenta que le gustaba ser el uke. Ahí fue cuando co...
En la cabecera de una tumba, un ángel de piedra se encontraba de pie. Junto a ese ángel, un pedazo de mármol negro tenía la información del pequeño cuerpo que se encontraba debajo. Angela Katsuki Nikiforov, seguido de su fecha de concepción y de muerte. Al pie de esto decía una hermosa frase en inglés "Too good for earth, my little angel" demasiado bueno para la tierra, mi pequeño ángel. A Cada lado de la lápida se encontraban dos jarrones de piedra, del mismo color que la lápida. Jarrones que siempre estaban llenos de flores frescas. Yuuri no sabía quién era quien siempre llevaba flores para Angela, pero estaba feliz de que su pequeña tuviera siempre flores ya que Yuuri solo iba una vez al mes. No iba más seguido y no lo hacía porque no tuviera tiempo o porque no le gustara ir. Simplemente no iba porque ir a visitar la tumba de su hija era la cosa más difícil en el mundo para Yuuri.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yuuri trató de ser optimista, trató de no derrumbarse, trató de seguir adelante, pero el simple hecho de sentir su vientre vacío, era algo que le derrumbaba por completo. Días después de que perdió a Angela, Yuuri presentó su renuncia en la compañía, y para empezar su vida de cero, decidió mudarse. Pitchit fue contratado en una compañía de alto prestigio en Miami, así que el moreno tuvo que dejar a Yuuri poco después de su pérdida. Otabek, siendo el único soporte de Yuuri, lo convenció de que se mudaran juntos. Yuuri aceptó después de tantas negativas. Otabek también dejó la compañía ya que solo estaba supliendo a su hermano mayor.
Otabek fue quien arregló todo para el entierro de la pequeña. Ese día, solo muy pocas personas fueron al cementerio, en esas pocas estaban Wang Hong, Emil, JJ, y Pitchit, quien pido dos días para apoyar a su amigo. Después de eso, Yuuri perdió contacto con todos ellos y evitaba ir al cementerio. Yuuri solo iba una vez por mes, y ese día que iba, Yuuri siempre lloraba hasta casi desmayarse.
—Hola, mi bebé. —Dijo Yuuri con el tono quebrado mientras se acercaba a la lápida. Se asombró al ver por primera vez las flores completamente secas. —Oh! Al parecer tu amigo secreto no ha venido a visitarte—dijo limpiándose las lágrimas. —Sabes, anoche soñé contigo, es por eso que vine hoy a verte. Sé que has de pensar que soy muy mala madre por venir solamente una vez al mes, verdad? Lo siento—dijo mientras quitaba las flores secas de los jarrones—Pero sabes, es tan difícil venir. Es tan difícil recordar que no te pude tener entre mis brazos—Yuuri acomodaba las flores frescas que había traído, su voz sonaba aún más quebrada, sus lágrimas fluían cual río—Cuando supe que te tenía dentro de mí, me asusté mucho, pero a la misma vez me alegré tanto. Sé que no te hice de la forma correcta, no... te hicimos de la forma correcta, del amor, del cariño, pero aun así fuiste bien recibida. Cuando escuché tu corazón por primera vez, lloré de emoción. Esa noche ni siquiera dormí de la alegría. El saber que tenía una vida dentro de mí...me hizo pensar en nuestro futuro. Ya había pensado en cómo peinarte, en cómo vestirte, en cómo educarte. P-Pero... lo siento, no fui una buena madre.—dijo Yuuri limpiando sus lágrimas con ambas manos. Las lágrimas no paraban de salir.