Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas...
Yuuri soñó toda su vida con la clásica historia de Omega x Alfa. Desde pequeño se dio cuenta que sentía atracción por los hombres, y después se dio cuenta que le gustaba ser el uke. Ahí fue cuando co...
—Viktor? Qué haces aquí con esa niña? Dónde diablos has estado todo este tiempo? Dónde diablos está Otabek?—Maritza bombardeo de preguntas a Viktor en cuanto lo miró cruzar la puerta, pero para su sorpresa venía con un envoltorio en cobijas rosas. Llevaba más de un mes que no podía localizar a Viktor y ahora llega a casa como si nada y con un bebé en brazos.
Viktor pasó de largo e ignoró a la rubia. Enojada por ser ignorada por un mes sin la presencia del ruso, siguió a Viktor hasta el cuarto de huéspedes.
—Qué haces? De quién es ese pedazo de carne?
—Es Angela, mi hija.
—T-Tú qué? Hija?—Maritza rápidamente recordó lo que la secretaria le contó sobre parte de la conversación que escuchó entre Viktor y Yuuri.—Quién es la madre?
—Tú eres la madre
—Qué?
—Si no quieres... firmaremos los papeles de divorcio hoy mismo.
—No, no, espera... es sólo que es sorpresivo. Quién dio a luz a esta pequeña?—dijo la rubia fingiendo un tono dulce. Tocó la mejilla de la pequeña y está comenzó a llorar.—Qué pasa? Por qué llora?
Así fue el primer encuentro de Maritza con Angela. Maritza estaba intrigada por saber quién era la madre de esa pequeña, pero Viktor nunca confesó, sin importar cuanto preguntaba él nunca respondía. El tiempo pasó y el poco tiempo que Viktor le dedicaba a Maritza se convirtió en nada. Ahora el tiempo de Viktor era exclusivo para la pequeña. Maritza odiaba al pedazo de carne por robarle la atención de Viktor, lo odiaba porque solo con un llanto o con una palabra, tenía la atención de Viktor. El tiempo pasó y Viktor nunca cambió, cuando Ángela cumplió tres años, Viktor le pidió el divorcio a Maritza, pero está utilizando el amor que la pequeña le tenía, consiguió que Viktor desistiera. Maritza comenzó a manipular a la pequeña para que le pidiera a su padre que no se divorciara. Angela, deseosa de tener el amor de una madre, cumplía cualquier demanda que Maritza le hacía, todo con tal de que ella la quisiera.
Maritza veía en Angela una enemiga más. Al ver como Viktor entró a esa habitación con la pequeña en brazos y olvidándose de ella, inclusive de Yuuri hizo que recordara el rencor que le tenía a esa pequeña moribunda.
Maldición, porque simplemente no terminas por morirte y ya...
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En un sofá grande se encontraba Viktor, sentado con su pequeña en brazos. Ángela se había quedado dormida unos momentos antes al sentir el cálido abrazo de su padre. Viktor acariciaba las plateadas hebras de su pequeña y miraba a la nada. Sentía enojo, furia, desilusión, decepción, sentía tantas cosas al ver la reacción de Yuuri ante Angela. Cómo era posible que Yuuri actuara como si nada al tener enfrente a su hija. Ahora, que era eso de que estaba casado y tenía una hija. Como era eso posible? Acaso decidió olvidarse de Angela para enfocarse en su nueva familia. Acaso Angela no le importaba más? O más bien, nunca le importó.
Idea tras idea rondaba la mente de Nikiforov y en verdad no lo comprendía.
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