XIII- La Tormenta

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El lunes llegó, un día más de trabajo para Yuuri después del agradable fin de semana con Otabek. Cuando llegó, poncho como cada mañana y se dirigió a la junta matutina de cada Lunes. Viktor estaba de mal humor y eso era muy, muy evidente.

La junta seguía su curso y Yuuri poca atención ponía. Su mente estaba llena de su cachorro.

—Ahh!—gritó Yuuri acaparando la atención de todos.

—Yuuri, qué pasa?—preguntó Sasha

—N-No, nada... yo...

—Katsuki, haz el favor de no hacer escándalo—Dijo Viktor en tono severo.—Aquí hay personas que sí les interesa el trabajo.

Yuuri sorprendido por la actitud tan hiriente de Viktor se levantó y salió rápidamente. Yuuri salió y tan pronto salió tocó su vientre. No Podía creerlo, simplemente no podía creerlo, por primera vez sintió a su bebé moverse. Fue tan inesperado y tan sorprendente que no pudo evitar gritar del susto y de la sorpresa cuando estaba en la junta. Los ojos del azabache se comenzaron a llenar de lágrimas.

—Yuuri, estas bien?—dijo Otabek topándose con Yuuri quien estaba distraído.

—Sí, sí estoy bien... Es sólo que... no sé...— dijo Yuuri en contestación y es que es la verdad no sabía qué decir o qué excusa dar ya que nadie sabía aún sobre el embarazo

— Entonces por qué tienes los ojos rojos? Acaso estabas llorando? No se supone qué deberías de estar en la...— las palabras de Otabek fueron silenciadas por la multitud que salía de la cafetería pues la junta había terminado. Viktor salió y miró a Yuuri platicando con Otabek. Frunció el ceño y le miró a Yuuri con cara de enojo

— Katsuki, qué se supone que estás haciendo aquí? Es para eso que saliste de la reunión? si van a tener alguna cita no la tengan aquí. Están en el trabajo, sean profesionales, por favor.

—Tienes razón, Viktor. Es mejor ir a los hoteles, no es así como tú lo haces?— la cara de Otabek y Viktor fue de total asombro ante las palabras de Yuuri, el mismo Yuuri se sorprendió por lo que dijo y cuando se dio cuenta de lo que había soltado solamente se disculpó y se fue, dejando a los dos alfas asombrados

El día pasó como de costumbre, Yuuri seguía trabajando normalmente, aunque en ratos se sentía mal, cansado, y desanimado. Una parte era por el embarazo, otra parte era por sus sentimientos, Yuuri en realidad quería salir ya de ahí. Los chismes habían incrementado y ahora había muchos más chismes sobre Viktor y David. El Omega lanzó varias indirectas a Yuuri sobre el azabache siendo responsable de expandir los rumores pero Yuuri no entendía por qué pensaba eso David. No sabía qué era lo que hacía pensar que Yuuri estaba interesado en esparcir los rumores de Viktor. Yuuri intentó no darle importancia a los chismes y dedicó hacer su trabajo. Después de las palabras de Yuuri hacía Viktor, Viktor había quedado algo asombrado por la actitud de Yuuri y en algunas ocasiones, pocas para mencionar, intentó acercarse al azabache pero Yuuri en forma cortante lo dejaba, siempre tratando de sonar profesional hasta que un día Viktor fue a trabajar con dolor de cabeza. Yuuri tenía que entregar algunos papeles pero ese día no estaba Sasha, así que tenía que ir con Viktor. El peli plata estaba en su escritorio, cabizbajo, tocándose la frente con ambas manos y recargado en el escritorio. Yuuri sabía que no debería, no debía preguntar, no debía intervenir en su vida, no debía pero aun así lo hizo

—Qué pasa? Estás bien?— preguntó Yuuri. Viktor al escucha la melodiosa voz del azabache volteó

— Creo que me estoy enfermando— dijo Viktor recargando su rostro en sus manos, volteó a ver a Yuuri pero sin decir nada.—Creo que si me estoy enfermando— volvió a repetir mientras veía el rostro de Yuuri. Yuuri por un momento, por un segundo volvió a pensar que los ojos de Viktor eran hermosos, que sus ojos eran embriagadores, que esos ojos eran los mismos que él miró en el Viktor de Las Vegas. El azabache agitó su cabeza y se dijo a sí mismo que no, que ya no volviera atrás

Love behind the Mask (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora