XXVI-La elección

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—Miraste a tus hijas? Quieres ir con ellas?

—P-Puedo?

—Umm Umm... no lo sé, depende de ti.

—Qué quieres decir?

—Sí... depende que decisión tomes.

—Eh?

—Mira, puedes ir a verlas, pero si lo haces, no podrás regresar... nunca jamás... Nunca más podrás regresar como el alma gemela de Viktor Nikiforov...en ninguna otra vida

—Ya tengo mi respuesta—dijo Yuuri acercándose a la mujer. Tocó su corazón para armarse de valor, se acercó al oído de la mujer y le susurró su respuesta.

—Seguro?—le miró con algo de inseguridad, Yuuri asintió, aún lloraba.—Está bien... así será... pero... todo tiene un precio...

Lo elijo a él, elijo a Viktor...

Yuuri vuelve a despertar de ese sueño, sentía un peso enorme en su pecho que no le dejaba respirar. El llanto lo hacía aún más difícil, cada respiración que daba, cada punzada más profunda. No podía culpar a nadie más que a él mismo por la elección que hizo. Ahora podría quedarse sin nada. Eligió a Viktor, pero no le tenía, no en esta vida. Se preguntaba si entonces su embarazo era un niño y no una niña como pensó al comienzo ya que no podía ser Angela. Aunque intentaba no pensar, no podía no hacerlo. El pensamiento estaba ahí y no le abandonaba. Quería ver a Viktor, ahora más que nunca lo quería ver, pero no podía, no tenía derecho.

Viktor ya tiene a su destinada...

Yuuri ya tenía su fecha de parto muy próxima. Su salud se había deteriorado conforme se acercaba la fecha y eso le preocupaba muchísimo.

—Doña Carmen... si surge algún problema en el parto y tiene que decidir entre mi bebé y yo... tiene que elegir al bebé. Tiene que ser el bebé.

—Yuuri, no te preocupes, todo saldrá bien.

—Prométalo, prométamelo.

—Querido, aún estas muy joven. Podrías tener otro...

—NOOO!—Gritó Yuuri alterado—N-No. Si yo pierdo este bebé... si yo llego a perder otro bebé... no lo soportaría. Ya no lo soportaría, me volvería loco y moriría con mi cachorro. Así que por favor... promételo.

—Está bien, está bien. Lo prometo.

—Gracias, gracias—Doña Carmen miró tanta desesperación en los ojos de Yuuri. Se preguntaba por qué tantas dificultades habrá pasado el azabache antes de llegar con ella.

—Y dime Wang Hong, qué tal te va con el matrimonio?—preguntaba Pitchit muy expectante por saber el chisme

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—Y dime Wang Hong, qué tal te va con el matrimonio?—preguntaba Pitchit muy expectante por saber el chisme.

—P-Pues... normal—decía el menor con sonrojo.

Love behind the Mask (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora