Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas...
Yuuri soñó toda su vida con la clásica historia de Omega x Alfa. Desde pequeño se dio cuenta que sentía atracción por los hombres, y después se dio cuenta que le gustaba ser el uke. Ahí fue cuando co...
Seung estaba sentado en su silla. Inclinó su cabeza hacía atrás mientras cerraba sus ojos pensando en todo lo que estaba pasando. En su computadora se encontraban todos los expedientes en los que Mila ha trabajado desde que llegó a trabajar al hospital.
Se había quedado pensando en lo de Mila el día que habló con Yuuri y Viktor y comenzó a checar cada uno de sus expedientes. Le tomó días ya que eran muchos, todos eran normales, sin ningún problema o sin ninguna anormalidad. Los analisis y diagnosticos eran correctos. Todo bien, con una ligera excepción. Yuri Plisetsky.
Seung Lee notó que Mila estaba prescribiendo medicamento que el rubio no necesitaba, es más, podrían tener un grave efecto secundario para su depresión, sobre todo podría poner en riesgo al bebé. Seung no entendía porque Mila estaba haciendo eso, con qué fin estaba dañando a Yuri y por qué decía que Otabek era su novio. Esa mañana cuando llegó al hospital, sin querer escuchó a Mila contestar su celular en el pasillo y era Otabek. Seung estaba tan confundido que no sabía qué hacer o qué pensar. Solo esperaba que Yuri no la estuviera pasando mal. Como si llamara al rubio con el pensamiento Seung escuchó su celular timbrar y era él.
—Bueno, Yuri...
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Horas antes...
Yuri se despertó emocionado porque hoy irían al parque como Otabek lo había dicho. Se sentía cansado y sin ganas de nada, pero aún así se forzó a sí mismo para salir de la cama y arreglarse.
—Buen día Yura—sonrió Otabek al entrar el cuarto con dos tazas de café—toma, hoy no hice el desayuno porque iremos a desayunar fuera.
—Gracias—Yuri recibió la taza
—-Yura, estás bien?—Otabek dejó su taza de café y se acercó al rubio. Tomó el angelical rostro con ambas manos y le miró con preocupación. Yuri asintió mientras el rubor teñía sus mejillas.—Seguro? No te tienes que forzar. Si no quieres ir podemos quedarnos aquí...—las manos de Yuri sellaron los labios de Otabek
—Beka, estoy bien—sonrió—estoy bien y queremos ir. Ya no podemos esperar.
—Entonces, vamonos ya
Salieron y se dirigieron a un bello rascacielos. Yuri estaba emocionado esta era como la primera cita con Otabek. Sí, tal vez no era una velada romántica, y sí, tal vez ya se comieron la torta antes del recreo, pero era com una sita, no?
El nerviosismo recorría por todo su cuerpo y más cuando Otabek le tomó de la mano y rodeó su cadera con la otra. Yuri sentía que su corazón se saldría de tanta emoción. Fueron guiados hasta la azotea y les dieron una mesa. Yuri estaba asombrado con el lugar y le encantaba el aire fresco.
—Te gustó?
—Me encantó—contestó emocionado
—Me alegro Yura—Otabek acarició el rostro de Yura—Yura, se que no he estado mucho contigo y lo lamento mucho, pero...
