Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas...
Yuuri soñó toda su vida con la clásica historia de Omega x Alfa. Desde pequeño se dio cuenta que sentía atracción por los hombres, y después se dio cuenta que le gustaba ser el uke. Ahí fue cuando co...
Yuri se veía hermoso con su gran barriga. Era muy diferente a su embarazo anterior, ahora solo tenía la panzota por delante, y eso lo hacia ver tan tierno. Después de todo el embarazo anterior fue tan complicado debido a los medicamentos que Mila le prescribía. Fue como un milagro que Yuri pudiera dar a luz a su hermosa princesa. Yuri agradece al cielo por haberlo ayudado pues sabe que fue en verdad un milagro que no abortara desde el comienzo ya que los medicamentos que tomaba eran muy fuertes.
Este embarazo fue tan diferente para Yuri, no se la pasaba dormido, no se la pasaba sin comer, no se sentía angustiado ni paranoico. Beka y Yuli fueron el mejor medicamento para los problemas psicológicos de Yuri. Seung, quien era quien más sabía sobre la psicosis de Yuri se había sorprendido de que Yuri ya no tuviera más episodios depresivos o de psicosis. El rubio no tomaba más medicamentos de ningún tipo, claro hasta que supo de su embarazo que comenzó a tomar vitaminas. La vida de Yuri era un cuento de hadas. A pesar de que seguía deprimiendose por estar gordo, la excusa de ahora es que según él, estaba más gordo que que antes, y que Yuuri. A pesar de que no se ananchó, sentía que estaba muy gordo.
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Yuuri estaba cambiando la ropa de Mishka, el pequeño llevaba un mes sin usar pañal en el día, en la noche lo usaba por si le ocurría un accidente. Sin embargo el pequeño de vez en cuando se le olvidaba abisar o no alcanzaba a decirle a sus padres por estar jugando. Mishka cada vez estaba más grande y más hermoso. El pequeño con cabellos plateados y ojos color vino-café del padre, era todo un pillo. Sus padres y sus hermanas tenían que estar cuidándolo porque el pequeño hacía muchas travesuras. Ahora la sala de estar contaba con la obra maestra del artista Mishka.
Yuuri se enojó y lo regañó, pero Viktor simplemente se rió y dejó el dibujo. Viktor era demasiado relajado cuando se trataba de sus hijos y eso Yuuri se lo recordaba muy seguido.
—Mishka, recuerda decirle a mamá o a papá cuando necesites ir al baño, esta bien?—Mishka estaba sentado en la cama, Yuuri le ponía los zapatos.—Por qué eres tan hermoso?—sonrió Yuuri. Viktor veía desde el sofá que estaba en la habitación de ambos.—Por qué eres tan hermoso?—volvió a preguntar y el pequeño que hasta hace un momento veía un video en el celular, miró hacia arriba y con una enorme sonrisa contestó...
—Soe tu bebii—Contestó en risas mostrando sus dientecitos.
—Awww, sí mi amor, porque eres mi baby—Yuuri lo abrazó y lo comenzó a llenar de besos en el rostro
Viktor se quedaba mirando a Yuuri y una sonrisa se dibujó en su rostro, pero no duró. Su sonrisa se desvaneció al recordar que aun no encontraba a Maritza y no se podían casar. La mujer mandó un mensaje al consulado Ruso para que no dejarán casar a Viktor, le acusó de abandono de hogar. Mientras el gobierno investigaba sobre el presunto fraude de matrimonio que al parecer Viktor intentaba hacer, no se podían casar ni por la iglesia. Viktor se sentía culpable, quería casarse con él, quería darle una ceremonia, quería festejar su unión, pero no habían podido. Maritza seguía sin aparecer, no podía hacer nada.
