Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas...
Yuuri soñó toda su vida con la clásica historia de Omega x Alfa. Desde pequeño se dio cuenta que sentía atracción por los hombres, y después se dio cuenta que le gustaba ser el uke. Ahí fue cuando co...
Yuuri montó la moto del Kazajo. Tenía algo de miedo pues era su primera vez que montaba una moto. El frío aire golpeaba su rostro, le parecía que la ciudad lucía magnífica, toda llena de luces y shows por dónde quiera. El viaje en moto duró una hora, después el Kazajo se detuvo para que Yuuri pudiera tomarse fotos. Caminaron un rato para poder apreciar de cerca los shows que los talentos callejeros daban a los transeúntes.
—Te estas divirtiendo?—Preguntó el kazajo algo divertido por Yuuri que tomaba fotos por todos lados.
—Sí, mucho—sonrió el azabache.
—No tienes frío?
—No, estoy bien—Otabek se quitó su chamarra y cubrió los hombros de Yuuri.—Qué haces? Dije que estoy bien.
—Vamos, déjatela, tus labios se están poniendo morados por el frío.
—P-Pero tú...—Yuuri intentó quitar la chamarra pero Otabek se lo impidió.
—Yo estoy bien.—Qué tal te pareció la ciudad?—Preguntó mientras caminaban.
—Genial—Contestó el azabache con mucho entusiasmo.—Es como un lugar mágico.
—Si lo es, bueno es decir, la ciudad se mira totalmente diferente a como se ve de día. Aquí la magia es en la noche.
—Sí, pero...es grandioso como puedes viajar a Venecia, París, y Nueva York en menos de una hora. Todo se veía genial. Es genial como pueden estar a unas simples cuadras de distancia.
—...jajajajaja... sí, así es. Si quieres podemos acercarnos ahora. Si te gustan como lucen de lejos, sé que los amarás si los miras de cerca. Qué dices, Vamos?
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—Creo que ya debería regresar.
—Tan pronto? Apenas es la una de la mañana.
—Si, la verdad no estoy acostumbrado a trasnochar me. Me siento muerto.
—Entiendo.
Otabek llevó a Yuuri al hotel, estacionó su moto y entró con él al lobby, al comienzo Yuuri se rehusaba a que lo dejara hasta dentro pero Otabek le confesó que también se hospedaba en ese hotel. Entraron juntos al elevador, pero Otabek bajó antes. Antes de que las puertas se cerraran Yuuri le agradeció por todo y le preguntó a Otabek como podía agradecerle. Otabek sugiere un desayuno y Yuuri feliz acepta. Entra a la habitación y mira todo oscuro, como esperaba Viktor no está. Yuuri entra al baño para descambiarse y lavarse el rostro. Escucha ruidos afuera y cierra la llave del agua para escuchar mejor. Podía escuchar risas de una mujer y a Viktor.
—Oh, no—pensó Yuuri. No dejaría que Viktor use esa habitación para revolcarse con cualquier tipeja. Claro que no. Amarró su bata y salió.
Se quedó parado fuera de la puerta del baño, escuchaba como Viktor reía en compañía de una mujer. Se quedó inmóvil al escuchar a Viktor decirle palabras lindas a la mujer y de las cuales ella reía. Le dio coraje, le dio enojo, le dio asco. Viktor era así con cualquiera, claro, que estúpido fue el pensar que Viktor podría ser así solo con él. Claro que no. obviamente no.
