Capítulo 4

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     Después de estar mucho tiempo en las redes sociales, salí de ahí, me acerque a mi mueble donde están mis libros favoritos y seguí leyendo el que estaba por terminar...

      Cerré la puerta y unas locas, grandes y venosas manos me abrazaron, sentí su respiración cerca de mi oído. Sus manos iniciaron su recorrido, mi abrigo comenzó a desabrochar y en segundos ya estaba tirado en la alfombra de la sala. Sus labios besaban mi cuello, y succionaban de él, mi cuerpo se estremecía de los pies a la cabeza, mi piel se erizo con solo sentirlo.

     Vendó mis ojos, tomó mis manos para caminar a alguna dirección que desconocía, cuando ya detuvimos nuestros pasos pude sentir como mi cuerpo la envolvió una brisa fresca, saque la venda de mis ojos y encontré que estaba en el patio del jardín donde el jacuzzi pedía a gritos que nuestros cuerpos fueran uno solo en sus aguas.

     Dejo ver su cuerpo blanco y lleno de tinta por los tatuajes que se encontraban en él, siendo un mapa humano que podía deleitar con la mirada, Definitivamente su paso por delante de mi provocaba en mí aquel fuego interior que el frío no lograba ganar. Aquel calor hizo que mis manos hicieran su propio trabajo sacando cada prenda que llevaba mi cuerpo. 

     El agua logro mojar todo mi desnudo cuerpo dejando atrás la inseguridad que solía tener, simplemente lo vi normal sintiéndome segura en todo momento.

     Mis ojos penetraban aquel mojado y blanco cuerpo que se encontraba frente a mí, sentí arder mis mejillas cuando note que me inspeccionaba con su mirada en llamas. Sus labios iniciaron su sexy trabajo mordiendo de ellos de manera seductora, finalizando con una pequeña sonrisa que salía de aquellos gruesos, rosados y acorazonados labios haciendo que mi cuerpo sienta escalofríos por la manera que lograba prender más aún el fuego que ya había sentido hace un rato atrás en mi interior.

     Sin esperar me acerque, puse mis manos alrededor de su cuello donde mi cabeza se inclinó de lado en él donde su aroma cautivo mis fosas nasales.

     Después de varios minutos nuestros rostros quedaron a centímetros para ser uno, mi boca se acercó a la de él respirando el mismo aire, sus labios provocaban a los míos, su lunar sexy cerca de su rosada y perfecta boca hacía distraerme, queriendo evitar llegar a ellos...

     Cuando nuestras bocas por fin sería una sola, un pequeño golpe hizo que despertara. Era solo un sueño, muy real...

  

Sigue Mis Reglas(+18) En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora