Sigue Mis Reglas(+18) En Pausa

Capítulo 8

- ¿Están cómodas chicas? – acercándose a nosotras.

- Si, súper. Gracias bonito por todo esto - dándole un beso en los labios.

- Qué bueno. Nos vemos dentro de un rato, Chao – Saliendo de donde nos encontrábamos.

- Amiga ¿Me explicas? Estoy muy confundida

- Al parecer faltan minutos para el show y hay tiempo para que te cuente:

Todo este tiempo he tenido contacto con Jesús por medio de redes sociales, es un lindo conmigo, pero el problema que tiene una relación con una mujer mayor.

- ¿Qué? Amiga estás loca ¿Cómo te vas a meter en una relación? NO LO PUEDO CREER.

- No me retes, pero déjame continuar para que entiendas un poco toda esta locura.

- Ok, te escucho.

- Ya continuare...

     Ella es mayor y prácticamente se siente atrapado en esa "relación" – haciéndome comillas con los dedos. Te lo digo en comillas porque no es una relación seria, solo están juntos cuando él quiere algo de intimidad, eso me dice él, no puedo negarte que eso me causa felicidad – Regalándome sonrisas.

     Sabes que me gusta disfrutar, si él acepta jugar yo no me negaré.

- Amiga eres una loca, una linda loca – abrazándola. Solo pásalo lindo, no quiero sufras.

- Sabes que no será así. Hey ya va a empezar el show.

     Fab es una loca a veces me gustaría tener las agallas para poder ser como ella. Lamentablemente soy muy enamoradiza y apasionada, pero estoy trabajando en eso, siempre sufro yo, pero esta vez no será así.

     Las luces se apagaron, dando a entender que el concierto estaba por iniciar, los gritos aparecieron y ellos se mostraron en el escenario causando el furor de las fans, era increíble la cantidad de personas que gritaban por ellos, era increíble la cantidad de personas que habían ido a verlos ahora entendía lo que me decía cuando estuvo en mi habitación. Entre bailes y canciones siguió el show sin interrupciones, pasando la hora muy rápido dando a entender que ya se estaban despidiendo con la canción que estaba escuchando.

     Durante el show no apartaba mi vista de Chris, era sexy, sensual, intimidante, pero a la vez un amor y súper romántico, ahí había entendido el por qué tenía muchas chicas que lo seguían. Se mostraba sencillo, simple y normal a pesar de lo conocido o famoso que fuera. Estaba en mi burbuja, pero se rompió cuando una voz interrumpió mi momento.

- Amiga, amiga ¿Estas? Yujuuu... ¿Hay alguien ahí?

- Si, si, disculpa, estaba algo distraída.

- ¿Segura estabas distraída? o ¿Estabas mirando al sexy de Chris? Coquetona – Alzándome sus cejas haciendo que el color de mis mejillas cambiaran.

- Obvio que no, estaba pensando.

- Si, seguro como digas. – parándose del asiento. Espera mi celular está sonando.

- OK.

     Al parecer Fab me conocía súper bien, estaba distraída por Chris, pero no quería que se enterara no sé porque no quería que supiera, esta vez lo guarde para mi...

- Amiga, Jesús nos invitó de fiesta ¿Vamos? – entusiasmada mientras cortaba la llamada.

- Hay amiga discúlpame, pero no quiero ir, estoy algo cansada y prefiero descansar un poco.

- ¿Broma? ¿En serio no quieres ir?, pero amiga vinimos para pasarla bien, no para que estés encerrada en el hotel haciendo nada.

- Amiga sabes que no soy de fiesta, no te enojes por favor – abrazándola.

- Ok, está bien, solo por esta bien te disculpó. – recibiéndome el abrazo que le había dado.

- Gracias amiga, en serio muchas gracias. Anda y pásalo genial. Yo me pido un uber y listo.

- Bueno, sabes que no me agrada mucho que no vayas con nosotros, pero está bien.

     Fab se fue con Jesús de fiesta y al parecer Chris también iba con ellos, quería ir, pero preferí devolverme al hotel.

     Al llegar a mi habitación deje mi pequeño sobre de mano en la cama y llame para que suban una espumeante y algo para picotear. Puse música mientras esperaba lo que había pedido cuando se escucha el toc toc de la puerta interrumpiendo mi momento. 

- Hola ¿Me vas a dejar acá afuera? – Con una mano peinándose el pelo, mientras que la otra la tenía en el marco de la puerta.

- Hola, pasa – Regalándole una sonrisa.

- Gracias, permiso.

- Pensé que te irías de fiesta como lo había hecho tu amigo y mi amiga.

- No, no quise ir, estaba algo cansado, preferí venirme al hotel...

- Y te equivocaste de habitación y caíste en la mía ¿Adivine? – alzando una ceja.

- Parece que la luz de la luna te hace estar graciosa

- Solo bromeaba. Chris

- Te creo. No quería estar solo haciendo lo mismo.

- Y ¿Qué es lo mismo que haces siempre? Sentándose en la cama, dejandolo ver mi sensual y bello color de piel con aquella tela de color rojo.

- Redes sociales, fiesta o ver tv.

- ¿Te aburres haciendo eso?

- No siempre, pero hoy quería hacer algo diferente.

- ¿Justo hoy?

- Si, justo hoy.

Tu nombre...

- ¿Mi nombre? – algo confundida

- Si, tu nombre no me has dicho. Hace un rato no te lo pregunte y quiero saber más acerca de la chica que me salvó.

- Lina, me llamo Lina. – sonriendo

- Que bello nombre Lina.

- Gracias. Chris.

LINA:

     Estaba en mi habitación el chico sexy que muchas anhelaban tener dentro de su cama, en sus brazos o simplemente tenerlo cerca, estaba nerviosa, pero no quería que lo notara, seguí con mi actuación sin que él lo note. El silencio estaba invadiendo el ambiente, pero la puerta volvió a escucharse, al abrirla me di cuenta que era mi pedido.

- A sí que ibas a beber sola y ¿No me ibas a invitar?

- La verdad no, no me imaginaba tenerte aquí.

- Pero lo estoy.

- Así veo. ¿Quieres una copa? – entregándosela.

- Gracias – recibiéndola de manera sensual. 

     Ella y su actuar me hacía sentir pleno, me trataba de manera normal y eso me gustaba mucho, no se tiraba a mí, no me pedía autógrafos y no me gritaba lo encontraba de otro mundo.

      Estábamos en la habitación, el ambiente estaba caluroso y acogedor, la luz estaba tenue hacia que sea algo más romántico, nuestros labios no se movían, nuestra boca no se abría, solo las miradas hacían su espectáculo. Me intimidaba y yo a ella, lo podía notar, pero el silencio no podía ser tan lindo porque el maldito sonido de mi celular hizo que la conexión que generaba se fuera por una llamada. Mire mi teléfono y era una video llamada, no quería contestarle, pero en vez de apretar en cortar, puse contestar.

"Hola bonito, te estoy esperando, ya sabes cuál es mi número de habitación"

     Al equivocarme pude escuchar su voz y Lina también lo hizo, su actitud cambio y el ambiente también, la vergüenza comenzó apoderarse de mí, guarde mi celular y...