Capítulo 32

329 31 1
                                    


     Los rayos del sol me despertaron y poco a poco mis ojos se comenzaron a abrir. Cuando ya estaban abiertos en su totalidad pude ver a mi lado la mujer más bella del mundo, estaba dormida y desnuda, al verla a mi lado me sentí el hombre más afortunado.

    Seguí contemplándola por varios minutos, pero decidí levantarme e ir a preparar algo para comer, habíamos quedado si energía después de haber hecho el amor y teníamos que alimentarnos.

     Salí de la cama completamente desnudo, tome lo primero que encontré para ocultar mi miembro, solía andar desnudo por la casa, pero ahora ya no estábamos solo, dos señoritas nos acompañaban en nuestra casa. 

Al llegar a la cocina me encontré con Jesús estaba preparando tostadas con huevo revuelto.

- ¿Qué haces aquí? – refregándose los ojos.

- ¿Y tú porque vienes con una toalla? – revolviendo los huevos que se encontraban en el sartén.

- Vine por algo para comer. – acercándose al refrigerador.

- Yo hago huevos, le estoy preparando algo para comer.

- Estamos iguales – sonriendo.

- Al parecer. Sabes te tengo una propuesta. – alzando las cejas.

- Te escucho. – mirándolo fijamente.

- Hoy hay un concierto, las entradas están listas y mañana nos iremos por dos semanas al Caribe. ¿Qué dices? 

- ¿Y todo eso cuando lo hiciste?

- Eso no importa, pero ¿Qué dices? ¿Te sumas?

- Mientras Lina este a mi lado, yo feliz. Obvio que acepto. Le diré ahora que le lleve el desayuno.

- Pero no le digas lo del Caribe, solo cuéntale del concierto. Yo llevaré hoy a Fab a comer y le daré la sorpresa y tú hazle algo a ella.

- Buena idea, gracias bro.

- De nada, ya me iré a despertar a mi princesa antes que esto se enfrié. – tomando la bandeja donde llevaba todo lo delicioso que comería de desayuno.

- Ok, anda. Yo me quedaré aquí aun me falta preparar algo. 

- Bueno.

CHRIS

     Definitivamente Jesús me sorprendió y logro cautivarme con la idea, quiero pasar el mayor tiempo con Lina y si el viaje es estar a su lado yo encantado. 

     Después de que prepare frutas picadas, jugo de naranja natural me fui a la habitación, abrí la puerta como pude ya que mis manos estaban ocupadas con la bandeja que llevaba, encontrando a Lina totalmente desnuda cerca de la baranda de la terraza. Ella no se percató que yo estaba nuevamente ahí y sigilosamente deje la bandera encima de la cama y la fui a abrazarla por la espalda. 

- Pero ¿Qué haces cautivando a mis vecinos desde tan temprano señorita? – besándome el cuello.

- Quiero que se masturben viéndome cariño – moviendo mi trasero de manera circular para que sienta su pene.

- Eso no pasara mi amor – hablándome al oído

- ¿Por qué no?

- Porque tú eres mía.

- No soy un juguete mi amor.

- Lo se hermosa, pero me hierbe la sangre cuando siento que otros te miran. – dándome vuelta para estar frente a él.

- ¿En serio te molesta? – acercándome a sus labios.

- Si y mucho. – corriendo su cara

- Perfecto cariño, pero si estas con esa actitud, prefiero salir hoy de compras sin que tú me molestes, permiso. – saliendo del frente de Chris.

- Hey – tomándome del brazo

- ¿Me sueltas? – zafándome de su agarre

- Solo estaba jugando. – dándome vuelta para quedar nuevamente frente a él.

- ¿A sí que estabas jugando? – alzando una de mis cejas.

- Si – mirándome fijamente.

- Cierra los ojos.

- ¿Qué harás?

- Solo hazlo. – cerrándole los ojos.

- No, dime antes. ¿Qué es lo que harás?

- Nada malo, pero hazlo.

- Está bien, confiare en ti.

- Tienes que hacerlo. 

LINA

     Estaba disfrutando del hermoso paisaje hasta que pude sentir unos brazos que rodeaba mi cuerpo, era él.

     Pude sentir su pene y quería sentirlo nuevamente. Inicie un acalorado juego.

     Hice que cerrara sus ojos, no quería, pero al insistir lo hizo sin más peros.

     Sus ojos se encontraban completamente cerrados y así inicie lo que había pensado en ese instante.

     Baje mi cuerpo lentamente posicionando mis piernas en el suelo, cuando ya estaba en una posición cómoda quedando frente a su enorme pene, sacando la toalla que lo cubría.

     Su pene estaba descubierto y al aire libre me lo metí a la boca para degustar de él. Su cuerpo se estremecía, eso me calentaba.

     Hice que acabara, tragando todo lo que eliminaba, cuando dio el último suspiro, me pare, lo mire quedando frente a su rostro y con los dedos de una de mis manos me limpie lo que quedaba cerca de mis labios.

- Espero que tu desayuno te haya gustado... - alzando mis cejas me aleje para ir rumbo al baño. 






Queridos Lectores/as

Déjenme sus opiniones y comentarios. 

¿Habrá un nuevo viaje que pasara ahí? 

Sigue Mis Reglas(+18) En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora