Capítulo 12

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     Desperté sintiendo un peso en mi pecho y era ella durmiendo plácidamente, quedándome varios minutos observándola mientras las ovejitas se apoderaban de ella en un pesado sueño. Mis manos acariciaron su piel desnuda, sintiéndome afortunado de tenerla a mi lado, pero el sonido de mi celular hizo interrumpir todo, lo tome, lo mire y era un mensaje de nuestro manager:

"En una hora tienes que estar con tus maletas listas en recepción, nos iremos hoy, hubo un cambio de planes.".

     Esa frase hizo cambiar todo, tenía intriga porque nos tendríamos que ir hoy.

     Me di vuelta para mirarla, pero sentí un vacío con solo pensar irme, dejarla y no poder despedirme de ella. Era una sensación totalmente distinta que había sentido a su lado, no era como las otras ocasiones en que estaba con alguna mujer donde me iba en la madrugada o al día siguiente sin remordimiento alguno, esta vez era distinto, ella era distinta, no quería irme de su lado.

     Trate de moverme para levantarme de la cama, no quería despertarla, quería que siguiera descansado. Cuando logre salir me vestí lo más rápido posible y al estar listo me acerque a sus labios dándole un delicado, suave y tierno beso.

     Abrí la puerta y antes de salir la mire por última vez.

     Me desperté y al darme vuelta para ver su hermosa carita él ya no se encontraba a mi lado, me senté en la cama dejando al descubierto mis pechos, mi cuerpo estaba totalmente desnudo después de aquella mágica noche de placer. Me levante para ver si había dejado al menos un mensaje en papel, pero no había dejado señal, admito que me había apenado por un momento, pero había decidido que si estaba con él no podía quejarme después, sabía que era un "famoso" o conocido artista y como tal jugué mis cartas para no solo complacerlo si no también para complacerme a mí y probar de aquello que quería hace mucho tiempo. Admito que es diferente, que es un caballero, se mostró preocupado y atento, eso logro sorprenderme porque los hombres ya no suelen ser así, pero lo que si logro cautivarme fue lo tierno y dulce. En ese instante pensé que si él era así con todas las chicas con las que había estado y mi respuesta fue acertada, aunque me había auto contestado.

     Decidí tomarme un rico baño en el jacuzzi, pero al entrar a aquella habitación note lo mojada que estaba, con los petados por varios lados, velas apagadas y ropa tirada, bueno la mía ya que la de él no se encontraba en el lugar. Mire por cada rincón y los recuerdos no se demoraron en hacerse presente, sentí como un calor recorría mi piel por la noche anterior, mi labio inferior fue mordido por aquella sensación que estaba generando en mí en ese momento. 

     Fogosa y decidida, autoritaria y demandante, anoche había sido otra Lina, había sido otra mujer, había mostrado lo que nunca nadie había visto de mí, ningún hombre había logrado causar ese efecto, mi personalidad había cambiado enseñando ser la ama de la cama. Mis ex novios habían sido un asco en la cama, muchas veces había fingido haber tenido un orgasmo, pero con Chris todo era distinto, lograba no solo erizar mi piel con un solo roce, si no que también lograba hacerme gemir como nunca antes ¿Qué tiene él que los otros hombres no? Mi cuerpo está deseoso por tenerlo de nuevo, quería sentir su enorme pene dentro de mí, quería que sus embestidas hagan temblar mi cuerpo, con solo pensarlo mis pezones actuaban de manera inmediata endureciéndose al instante. 

     Me duche para enfriar un poco mi cuerpo y apagar mis pensamientos lujuriosos, pero no lograba que se vayan, no lograba sacarlo de mi mente. ¿Qué me hiciste Chris? Esa pregunta se estaba formando como un mantra, lo repetía a cada segundo. 

     Me vestí cómodamente para luego ordenar un poco mi ropa en las maletas, luego de eso me tumbe en el sofá con mi celular para llamar a mi ausente amiga, su celular sonaba y sonaba, pero no me contestaba, hasta que la puerta de la habitación se abre para percatarme de su llegada.





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Sigue Mis Reglas(+18) En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora