Sigue Mis Reglas(+18) En Pausa

Capítulo 21

  

   No sabía que decirle a mí amiga. Ni siquiera lo había pensado, Chris logró erizarme la piel, pero ya no estaba conmigo, en cambio Austin hacia olvidarme completamente de aquel cantante. Su intensa mirada, sus marcados y trabajados brazos, su estatura me intimidaba, agregando el ambiente caliente que se formaba al estar solos enseñándome sus fogosas clases.

     Mientras mi amiga hablaba y hablaba yo no la escuchaba, mis pensamientos estaban totalmente distraídos. 

- ¿Y qué dices? – emocionada

- ¿De qué? – algo confundida

- ¿Cómo que de qué? Del viaje ¿De qué más?

- Así, no voy a ir

- ¿Qué? ¿Cómo que no vas a ir? – Parándose de su lugar

- Es que aún no lo he pensado y estoy algo ocupada con mi libro.

- ¿Ocupada?

- Si, ocupada. ¿No me crees?

- No, no es eso, solo que desde que llegamos del viaje, estas extraña, distante y misteriosa. Sé que me escondes algo y lo averiguare.

- No te escondo nada y lo sabes – mintiendo sin descaro alguno

     Lo que estaba haciendo con Austin solo lo sabíamos él y yo, no quería contarle nada a nadie y aunque yo creía que estaba pasando desapercibida al parecer era todo lo contrario. Seguí mintiéndole a mi mejor amiga, pero es que a veces es bueno no contar todo, creo. 

     Seguimos hablando de mí, del viaje y quedamos de acuerdo que en tres días más tendría que darle una respuesta.

     Pienso en el viaje y enseguida se me viene a la mente Chris, es inevitable. Este chico me marco, pero no dejare que él se dé cuenta o que nadie se dé cuenta. 

     Cuando Fab se fue de mi casa inmediatamente mi teléfono comenzó a sonar, al tomarlo pude darme cuenta que era aquel chico que me daba clases gratis, mi cara tenía una sonrisa, conteste acercando el celular en mi oreja.

- ¿Quién es? – Haciéndome la desentendida

- ¿Ya no te acuerdas de mi hermosa?

- Facundo, Hola – Aguantándome la risa

- Soy Austin.

- Austin, Hola... - escuchándome entusiasmada.

- No soy celoso – mentira, moría de los celos.

- Ok y ¿Para qué me llamas? – Cambiándole inmediatamente la conversación

- Quiero invitarte a cenar. ¿Aceptas?

- Veré mi agenda, sabes que una mujer ocupada como yo no tiene mucho tiempo. – Mentí, solo quería verme interesante

- Pero estoy seguro que te harás un tiempo para salir conmigo

- Espérame reviso enseguida mi agenda. – Acerque un libro que tenía a mano y comencé a hojear para que escuche como si estuviera revisando algo.

- Si,

- Si ¿Qué?

- Sí, tengo tiempo hoy.

- Perfecto hermosa, te pasó a buscar a las 21:00 hrs.

- Pero si no sabes donde vivo ¿Cómo vas a venir? – algo confundida