Somewhere Between Heaven and Hell (Traducción)

Capítulo 44. Abrumado.

Derek puso sus manos detrás de la cabeza en la cama. Sus ojos estaban cerrados y escuchaba el ritmo constante de los latidos del corazón de Stiles. Había sido difícil mantener su distancia del cazador, pero podía decir que Stiles necesitaba espacio. Su lobo, sin embargo, no era tan cooperativo. De vez en cuando, Derek encontraba alguna razón para tocar a Stiles aunque solo fuera por un momento. Ponía su mano suavemente en la parte baja de su espalda mientras se deslizaba detrás de él. Acariciaba el hombro de Stiles cada vez que surgía una historia sobre él. Hubo un breve momento cuando Garth había preguntado por la caja. Stiles se había tensado. Derek instintivamente alcanzó su pierna dándole un suave apretón. Había relajado a Stiles un poco. Su lobo se negó a dejar ir a Stiles hasta que la conversación hubiera cambiado de tema. Tan pronto como Stiles se levantó para ir al baño, Derek le soltó.

Cuando todos se iban a la cama, Stiles dijo buenas noches y se deslizó en su habitación.

En un momento dado, Derek escuchó la ducha de Stiles y sus pequeños sollozos. Su lobo se estaba volviendo loco. Tuvo que bloquearlo todo para poder controlarse. Cuando escuchó a Stiles salir de la ducha, llamó a la puerta de Stiles para ver cómo estaba.

Stiles había insistido en que estaba bien y que estaba abrumado por los últimos días. No había mentido, Derek sabía que no era toda la verdad, pero no le presionó.

Ahora Derek estaba usando el latido del corazón de Stiles como su propia canción de cuna personal. Era calmante y anclaba a su lobo. Era extraño que Stiles fuera su ancla y un detonador. La ira siempre había sido su ancla, pero ahora eso no hacía nada. Stiles era lo único que podía calmarle, lo que dificultaba el hecho de que también era el que hacía que perdiera el control.

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Stiles apoyó su mano contra la pared de la ducha, dejando que el agua caliente cayera sobre él. No pudo evitar las lágrimas que comenzaron a mezclarse con las gotas de la ducha.

Estas últimas semanas habían sido estresantes y estaba en su límite. Se mantuvo unido el tiempo suficiente para asegurarse de que Derek estuviera a salvo. Había estado tan cerca de perder al alfa y la realidad se vino abajo sobre él. Ahora entendía por qué Dean mantenía a todos a distancia. Cuantas más personas de las que te preocupabas, más personas perdías y más dolía. Cas era el único que quedaba, ser un ángel era lo único que garantizaba su seguridad e incluso eso no era suficiente en su línea de trabajo.

Stiles lloró hasta que estuvo seguro de que ya no tenía la energía para llorar. Salió y se puso su ropa. Cuando estaba a punto de acostarse, alguien llamó a su puerta.

La abrió para ver a Derek luciendo estresado.

"¿Estás bien?" Derek alcanzó la mandíbula de Stiles.

Stiles suspiró. Por supuesto que Derek le escuchó llorar, tenía súper audición.

"Sí, estoy bien, simplemente abrumado. Han sido unos días largos". Stiles respondió. No era una mentira, simplemente no era toda la verdad. Derek dejó caer su mano. Parecía que estaba a punto de decir algo, pero cambió de opinión. En su lugar, dio un simple asentimiento.

"Buenas noches, stiles". Derek dijo su voz casi triste.

"Buenas noches." Stiles respondió antes de cerrar la puerta. Sintió que su frustración aumentaba mientras se metía en la cama. Nunca debería haber hecho quedarse a Derek.

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Derek entró en la sala principal donde Dean, Sam y Cas estaban sentados.