60 Semanas

Semana 14

POV ANASTASIA

-no quiero que se vayan. Estoy tan acostumbrada a tener la casa llena, que ahora que ustedes se van, es como si la vida en la casa se acabara. Elliot viene poco ahora y más que esta en modo reconciliación con Kate y con la construcción de la escuela- dice Grace en la cena. No está feliz que nos vayamos pero, es hora de llegar a nuestro hogar. Después de ese fin de semana tan especial que tuvimos, nos ha costado salir mucho de ella.

-pero Grace, viviremos cerca. Tú también nos puedes venir a visitar a la casa y tener otra perspectiva. Cristian me conto que el departamento ya no le parece llamativo, más cuando mis ideas de tener un huerto ecológico, lo está emocionando más que su propio trabajo- digo mientras busco un libro para leer en mi clase mañana.

-esos cambios lo ha provocado tenerte cerca. Es más, estoy segura que esos dos meses que estuvieron en la isla, hicieron cambiar a mi hijo para bien. Me ha sorprendido varias veces, sus llamadas. El no hacia eso antes. Era tan frio con todo lo que lo rodeaba que hasta cierto punto, la gente no se le acercaba por miedo- Grace ha estado muy sensible con el tema de la mudanza.

-no creo que solamente haya sido yo, quien provoco esos cambios. Cristian siempre ha sido una buena persona pero, estaba herido y llevaba un dolor muy grande que siempre estaba. Él nunca pudo cerrar la herida y eso hacía que el fuera de esa manera. Cuando él me conto lo que paso con la Leila y su pequeña, me dolió hasta en el alma, ya que, estaba sufriendo por culpa de una mujer que no era buena para él. Me toco una madre, que aunque no me quiera, me dio la opción de vivir y se lo agradezco, pero Cristian y Hope no tuvieron esa suerte. Alguien más eligió por ellos- digo mientras píenos en el pasado de Cristian. Me duele el estómago y me dan ganas de vomitar.

-me gustaría poder retroceder el tiempo y cambiar muchas cosas en la visa de mi hijo. Aunque no sé, si eso buena idea, ya que no te hubiera conocido- dice y es cierto.

-puede ser pero, con el destino nada se sabe- digo mientras observo que rubio se levanta y sale del salón –creo que Cristian llego- digo y Grace frunce el ceño.

-¿Cómo sabes eso?- me pregunta con una sonrisa.

-porque Rubio fue en su búsqueda, últimamente ha estado siguiéndolo a todos lados y cuando llega del trabajo, lo va a buscar. Creo que muy pronto esos dos serán amigos, ya que me he dado cuenta que Cristian intenta ser indiferente con los animales cuando hay gente cerca pero, cuando esta solo o conmigo es muy amable con ellos- digo. Tal como dije, a los segundos entra Cristian seguido de Rubio.

-hijo, me sorprende verte a esta hora en la casa. Siempre estas a tope de trabajo y llegando muy tarde en la noche. ¿Será que el amor está cambiando tu forma de ser?- dice Grace y Cristian se ríe.

-más bien, las náuseas y los vómitos están haciendo de mi vida un estrago- dice y frunzo el ceño.

-¿Otra vez las náuseas y los vómitos? Pensé que se habían calmado un poco. En la última semana no las habías tenido- digo indicándole que se siente a mi lado. Es suspira y se sienta a mi lado de forma brusca. Es como si dejara caer un peso muerto en el sillón.

-fue por culpa de un problema puntual. Me estoy comenzando a dar cuenta, que este mal, tiene mucha relación con mi cuerpo. Cuando más trabajo tengo y más presión se acumula en mi cuerpo, comienzo con las náuseas y los vómitos. Al parecer, nuestra creación está haciendo que cuestiones mis horas de trabajo- dice y sonrió. No me gusta verlo así de mal, pero si eso sirve para que este más en la casa y no en el trabajando, matando las neuronas por sobre exceso de trabajo.

-los dos son una bendición en la vida de Cristian- dice Grace de repente. Ambos sonreímos ante tal argumento. De la nada, Rubio se levanta y comienza a gruñir en dirección a la puerta de la habitación. Algo no anda bien. Al parecer, Rubio se da cuenta de mi nerviosismo, ya que va a ese lugar y comienza a ladrar furiosamente. Eso comportamiento no es normal en él. Es un perro tranquilo y jamás había hecho anda como esto.