Semana 33

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POV ANASTASIA

-siento que lo estoy volviendo loca. No es un mal compañero o un mal amante, es simplemente que no me puede ayudar con las dudas que estoy teniendo. Es un hombre y no me da la seguridad que una mujer con experiencia da. Puede que esté siendo injusta pero, quiero algo que no puedo tener- le digo a mi padre que me está acompañando en la casa.

-cuando tu madre te estaba esperando tuvo varias crisis nerviosas, ya que no sabía lo que significaba ser madre. Ella estaba segura que no iba a poder y por eso contrato a tantas nanas. Le di en el gusto para que estuviera tranquila pero, creo que eso fue peor, ya que nunca logro establecer esa conexión entre madre e hijo- dice mi padre con un semblante triste.

-pero tu estuviste conmigo para todo. Supongo que ella no tuvo el instinto maternal conmigo pero, lo tuviste tú. Siempre me acuerdo como me ayudabas en mis tareas, como me hacías dormir cuando ella no estaba y tenía pesadillas. Supongo que estoy siendo paranoica con lo que estoy pasando- digo y mi padre se ríe.

-no creo que sea eso. Son los miedos comunes que pasan las mujeres cuando se convertirán en madres. Lo bueno, es que tienes a muchas personas que te están apoyando y que estamos esperando la llegada de ese bebé. Es un nuevo paso para en tu vida y sé que serás la mejor madres, ya que siempre has sido la mejor en todo, porque tu corazón está por sobre todas las cosas que haces- sonrió antes los comentarios de mi padre. Él siempre ha sabido como subirme el ánimo, aun cuando el cielo este negro a mi alrededor.

-está bien. Dejemos de hablar de mis miedos y cuéntame, ¿Cómo está funcionando el negocio o la idea de negocio?- pregunto. Sé que está trabajando en una nueva idea de negocio donde va a potenciar lo que el más sabe hacer, muebles a pedido. Lo mejor de todo, es que encontró una persona que le presto el capital suficiente para comprar madera de excelente calidad y de las más finas.

-vamos bien. Tengo dos pedidos que entregar la próxima semana y si Dios quiere y mis manos también, me dejara una buena cantidad para re-invertir en materiales. Eso significa que, no necesitare más inversión y podré trabajar bajo las ganancias y devolver el dinero que me pasaron- dice y frunzo el ceño.

-si necesitas dinero, sabes que puedes contar conmigo. Cristian me ha dicho que su dinero también es mío y no se enojara si es para ayudarte a ti. Tengo entendido que él quiere ir de pesca con su padre y contigo, aunque no ha visto la fecha aún, ya que está esperando la llegada de nuestro bebé- digo sonriendo. Ray frunce el ceño y luego se ríe.

-no necesito tu dinero, cariño. Solo quiero que estés feliz y segura y que mi nieto estará a salvo con todo este tema de ser hijo de uno de los hombres más ricos del país. Sabes que siempre los defenderé y estaré con ustedes pero, ahora hay otro hombre en tu vida que pasa más tiempo que yo y que tu corazón decidió amar más que a mí- dice con voz triste.

-eso es mentira. Te amo más que nunca porque fuiste el primer hombre que amo mi corazón de manera sincera. Es un amor verdadero, ya que mejor padre no he podido tener. Así que deja de tenerle celos a Cristian. Son amores completamente distintos- digo y como una cucharada de frutas picadas. Todos los días Gail ha estado creando nuevos postres con michas frutas que ayudan al crecimientos del bebé.

-digamos que soy un abuelo chocho pero, padre celoso- dice y me río.

-nunca te dejare de querer, aunque hayan llegado dos hombres a mi vida- digo y mi padre suspira. La puerta principal de la casa, se abre y aparece Cristian. Miro la hora que esta sobre una de las mesas. Son apenas las 4 de la tarde y no es un horario común para él, llegar a la casa a esta hora.

-Cristian, pensé que aun estarías en la empresa. Es muy temprano- digo y el levanta una ceja en mi dirección. Aprieto los labios al darme cuenta que soné un poco controladora de las cosas que hace.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora