Semana 19

5K 498 18
                                    

POV ANASTASIA

-mas- digo y Cristian gruño.

-dame un segundo- dice. Tengo la piel al límite y quiero que siga acariciando mi cuerpo mientras me penetra. No sé cómo antes podía vivir sin sexo. Me estoy volviendo adicta a Cristian.

-no puedo. Es tu culpa que este así- digo y escucho que se ríe.

-¿Y qué es lo que vas a hacer?- me pregunta. Gruñe algo que no entiendo y luego me levanta sin mayor esfuerzo. Estamos en la habitación de nuestra casa, un lunes por la mañana. Hoy comienza otra semana y Cristian siempre me ha dicho que hay que empezar con buen ánimo. Y ha comenzado con la rutina del sexo mañanero. Es genial y me hace llegar tan relajada a la escuela, que las clases se realizan de manera más tranquila y no me estrese tan rápido.

-por el momento, pedirte que aceleres- digo y él se ríe.

-no sé qué va a pasar contigo en unos meses más, cuando las hormonas se te disparen porque sería la primera vez en mi vida, que le diría no a una mujer. Y aunque me preguntara la razón seria que no puedo ni con mi alma- dice y entra nuevamente en mí. Jadeo cuando la sensación de tener dentro de mí, me hace sentir completa y llena.

-entonces voy a tener que buscar la manera de seducirte- le digo y el me besa. Nos levanta un poco y me deja debajo de él. Llevo mis piernas van a sus caderas y mis brazos a sus hombros.

-ya estoy seducido por ti, desde el día en que te conocí. Me tienes comiendo de tu mano y créeme Ana, si me pides que salte de un edificio de 20 pisos, lo haría. Me vuelves loco Ana y ver como mi hija va creciendo en tu vientre, me hace darme cuenta lo afortunado que soy- dice y se mueve un poco dentro de mí. Jadeo y me abrazo a él.

-fue mutuo. Nos costó confiar en el otro, ya que la vida no ha sido muy simpática con nosotros pero, aquí estamos y lo único que queremos es ser feliz- digo y él sonríe –más rápido, Cristian. Estás un poco anciano este día- lo estoy tentando. Quiero que pierda el control y que sea, un animal conmigo. Creo que estoy teniendo un antojo.

-ya veremos qué dices después de esto- me vuelve a tomar y ahora me deja mirando el respaldo de la cama. Entre de nuevo en mi pero, esta vez es hasta el fondo. Jadeo por lo que estoy sintiendo. Esta postura sí que da profundidad y me encanta. Me afirmo de la sabana y de la orilla del colchón. Cuando este hombre se propone demostrar su punto de vista, los hace.

Una de sus manos está en mi cadera y la otra sube hasta uno de mis pechos. Aprieta mi pezón y me tengo que afirmar mejor. La sensación de la punzada que hace la presión en mi pecho, es nueva y jadeo. ¿Por qué este hombre, con algo tan sencillo, puede provocar tanto en mí? Me gustaría poder tener esa experiencia y no quedar como ingenua ante él. Creo que tendré que investigar más sobre el tema.

-te acabas de tensar. ¿En qué estás pensando?- me pregunta Cristian y suspiro cuando deja un beso justo en medio de mi espalda. Como aun no nos hemos levantado, aun no se ha afeitado y su barba pica, y aunque me produzca risa, es más placer lo que me produce.

-en nada en particular. Solo que nunca habías hecho esto estando embarazada. Se siente diferente y muy bien- digo y jadeo cuando comienzo a sentir que mi orgasmo llegar. Mi cuerpo se comienza a tensar y mis músculos están al límite. En cosa de segundos, mi cuerpo y mi mente viajan lejos, mucho más lejos de Marte y cierro los ojos. Es como una ola de sensaciones que me llena y me deja caer. Me siento como en las nubes.

-mierda, no puedo aguantar cuando me aprietas- dice y siento como eyacula en mí. Chorros de semen caliente quedan en mi interior y luego el cuerpo de Cristian queda afirmado en mi espalda. Con cuidado y de no cargar mi pequeña pero, creciente barriga, caigo hacia un lado.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora