Semana 43

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POV ANASTASIA

-Cristian, ¿A dónde me estás llevando? Nos queda sólo unos días volver a la ciudad y retomar lo que dejamos- preguntó, pero Cristian no ha querido decir nada. Simplemente me dijo que lo siguiera y que cuidará que Teddy tuviera protegido.

-es una sorpresa. Más o menos como en 15 minutos más llegaremos al lugar y sabrás para dónde vamos. Sé que te va a encantar. Lo estado preparando desde hace varias semanas- dice y achina los ojos. Aún no puedo comprender todo lo que pasa por la cabeza de mi esposo. Es una misión imposible.

-está bien. No preguntaré más son quiero que sepas que tenía dudas y creo que es comprensible que quisiera saber dónde vamos. Además necesito que te puedes estacionar en algún lado, ya que Teddy está comenzando despertar y si no recibe su ración de leche va llorar todo el camino y no quiero. El motivo de ese llanto seria por algo que tiene la solución rápidamente- digo y escucho como Cristian suspira.

-al parecer mi hijo no quiere que haga lo que quería hacerse hacer semanas. Pero tienes razón, no es necesario que pase hambre cuando tiene el banco de alimento tan cerca- dice con voz juguetona. Niego con la cabeza pensó en las veces que él también ha comido de mis senos. Al parecer, teniendo senos grandes, tengo más donde guardar leche y eso es un beneficio que mi marido también ocupa. No me quejo pero, a veces me moleste que se queje que Teddy este pegando a mi pechuga.

Maneja 15 minutos más y se detiene para que Teddy puedas beber tranquilamente. Me cambié al asiento trasera, ya que ahí es más cómodo y más amplio. De hecho creo que lo mejor sería viajar en la parte trasera, pero aún no contamos con la silla para transportar al bebé. Y no es por falta de dinero, creo que simplemente se nos pasó de la mente.

Después de unos minutos, donde terminó de amamantar a mi bebé y se lo paso a Cristian para que le saque los gases, retomamos el viaje hasta no sé qué parte. Está muy misterioso, pero no me sirve de nada preguntar, ya que no me va a decir hasta que lleguemos al lugar.

De repente un aire fresco ingresa por las ventanas abiertas y me doy cuenta que estamos cerca de la playa. Amo la playa y la amo más que nunca porque fue el lugar donde Cristian y yo nos conocimos y comenzó a nacer este amor.

Pasamos por una entrada a base de piedras y llegamos a una casa de dos pisos que estás solo a metros de las olas del mar. Es una casa preciosa, es de material sólido y tiene grandes ventanales que cubren hasta el suelo. El primer piso, la mitad tiene construcción y la otra tiene lugar del estacionamiento. Puede que haya contado mal pero el estacionamiento es para más de 6 vehículos. El color de la casa es blanca y para que la humedad no entré a la casa, al término de cada muralla es con un trozo de cerámica que recorre todo el contorno de la casa tanto del primero como de segundo piso. Definitivamente es una casa preciosa.

-¿De quién es este lugar Cristian?- preguntó y se ríe para sí mismo.

-esta casa, es la sorpresa que tengo para nuestro aniversario- dice y frunció el ceño.

-Cristian llevamos sólo un par de semanas casado y no cumplimos aniversario todavía- no dice nada, ya que simplemente se baja del auto. Hago un puchero y también bajó del auto con cuidado porque llevo a Teddy en mis brazos.

-hace un año, llegaron a una isla desierta 2 personas, muy diferentes entre sí pero a la vez muy iguales. La vida y el destino hizo que las dos personas se juntarán en un jugar solitario para conocerse mejor. En unos cuantos días las dos personas comenzaron a sentir algo muy fuerte, qué hizo que hasta el día de hoy sean una de las familias más estables dentro de la sociedad tan cambiante- dice y me gustaría esconderme bajo la tierra.

Claro que estamos aniversario, ya que un día como hoy hace un año estábamos escapando en un bote en medio de la mar escapando del naufragio del crucero. ¿Cómo lo pude olvidar? Ahora me siento mal por eso. Sin quererlo me pongo a llorar, aún mis hormonas no están del todo establecida y estas cosas simples hacen que las lágrimas salgan por sí solas. Cristian al verme se asusta y toma a Teddy de mis brazos y me mira preocupado.

-¿Qué está mal? ¿Hice algo malo? ¿Qué pasó para que llores de esa manera? - pregunta entremedio de mi crisis emocional y logró decir algo.

-no es eso. No has hecho nada malo, es simplemente que me olvidé de esto. Con todas las cosas que pasamos y este tiempo en el que hemos estado solos y tranquilo y que no hemos tenido ni la presión de mi familia, ni de tu ex familia... Uf... Simplemente la fecha se borró de mi cabeza y te quería sorprender y al final de cuenta fuiste tú el que me sorprendió- digo y con su mano libre comienza a borrar las lágrimas que habían caído.

-Ana, entiendo que las cosas se te habían olvidado porque hemos tenido muchas cosas, pero no importa. Esto lo venía preparando hace meses. Quería que tuviéramos algo que nos recordará el lugar donde nos conocimos y donde comenzó esta historia. Yo quería tener una casa en la playa más que otra cosa, pero ahora tengo a quién darle una casa. Tengo alguien qué puede disfrutar conmigo esta casa. Cuando Teddy comencé a caminar no vamos a venir tan seguido porque me da un poco de miedo que un bebé de un año y medio o dos años camine hacia el mar, ya que por lo que leí, los niños pequeños no tienen el miedo inculcado en sus venas. Es el regalo donde se evidencia que a pesar de todo, aún seguimos juntos y seguimos creciendo y vamos a seguir creciendo sin importar lo que la gente piense de nosotros- dice y sigo llorando.

-ay Cristian, no sabes cuánto te amo y no es sólo porque tienes una chequera con demasiado ceros, sino porque tienes un corazón tan bello, tan grande, que no te cabe en el pecho y soy dueña de eso- digo y se ríe.

-desde el día que quedamos solos en ese barco pequeño, fuiste mi dueña. Todavía me acuerdo cuando estaba demasiado urgido para hacer mi necesidad y no te importó. Simplemente me dijiste que te ibas a dar vuelta para darme un poco de privacidad- dice y mis mejillas se tornan rojas.

-Cristian siempre he trabajado con niños y ellos te hacen ver la vida diferente. Ellos son directos al momento de decirte las cosas, van a tu lado y te dicen señorita necesito ir al baño hacer pipí o porque quiero hacer popó, comprendí tu urgencia en ese momento. Sólo digamos que gracia a esos días paradisíacos nos conocimos mejor- digo e intentó controlar las emociones que tengo a flor de piel. Ha pasado un año y es como si hubiese sido ayer.

-lo sé y lo entiendo. Ahora sólo nos queda seguir adelante y luchar con todas las adversidades que este mundo nos ponga por delante. Yo sé qué estar con un hombre rico significa riesgos y ciertos peligros que van por añadidura, pero créeme que voy a hacer que todos esos peligros no les lleguen a ustedes, ya que una de mis metas es que ustedes sean felices y estén protegidos. Además quiero seguir siendo padre, tengo hermanos y se lo que es tener con quién hablar, con quien jugar y no quiero que Teddy se sienta sólo. No creas que me vas a ganar aquí Ana, quiero volver a ser padre y si tengo que trabajar de la casa para ayudarte con la crianza, lo voy a hacer- dice tan serio que me das ganas de reír.

-¿Y cuántos hijos quiere tener el señor?- preguntó y sonríe.

-sé que va a sonar un número extravagante, pero una media docena. No estaría mal- dice y le golpeó suavemente el hombro.

-Cristian, eso es demasiado. Además no creo poder trabajar con 6 niños a la vez - digo y levanta una ceja.

-eso lo pongo en duda. Trabajas en una escuela donde los cursos son de 30 niños por lo menos y ellos hacen caso. Así que, sí creo que eres capaz de trabajar con seis niños y más si esos 6 niños son tus hijos y conociendo a mis padres ellos quieren ser abuelos de varios nietos y no de uno. Aunque también se los podría pedir a mis hermanos, pero por el momento no están en campaña para cumplir el pedido- dice y comenzamos a caminar hasta llegar a la entrada de la casa.

No voy a responder a los argumentos, ya que a un encuentro que su sueño es para un largo tiempo para cumplir con la meta numérica. Aunque si salen tan bellos como salió Teddy, no estaría mal hacerle unos cuantos más. Además se pasa bien haciéndolo y la vida es corta y aun somos jóvenes.

Pensándolo mejor, no estaría mal la idea de aumentar la familia.

AQUÍ DEJO EL CAPITULO DE LA SEMANA... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LAS COSAS ESTÁN TOMANDO RUMBOS EN ESTA FAMILIA... 

LOS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO... 

BESOS...

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora