Semana 57

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POV CRISTIAN

Ana está dormida plácidamente en mi cama y no puedo dejar de mirarla. Debería despertarla, ya que pronto sonará el despertador avisándonos que tenemos que volver a una jornada laboral, pero no quiero. Ha estado trabajando mucho en estos últimos días y aunque llegue a la hora que ella prometió creo que el embarazo está haciendo que sus energías no se recarguen tan rápido como antes.

También tengo que reconocer que soy el culpable de que sus energías no se recarguen tan rápidamente, ya que constantemente estoy queriendo más de ella en muchos sentidos. Cuando estamos en la casa quiero que estemos juntos, aunque sólo sea sentarnos y que ella se duerma en mi regazo. He encontrado fascinante el hecho de verla dormir en mi regazo con nuestro bebé en sus brazos. Sé que en unos meses más nos costará volver a hacer esa escena, pero es tan satisfactorio tener a todo lo que amo tan cerca de mí.

Hemos tenido unas discusiones pequeñas que hemos sabido solucionar antes de que se vuelvan algo tan gigante y una de las preocupaciones que tiene Ana en este momento es su padre. Hace unos días llegó a visitarnos como siempre y Ana lo noto distinto, se dio cuenta que estaba teniendo problemas para respirar y que estaba pálido y le logró sacar a través de una pequeña discusión, el hecho de que la estaba teniendo mucho dolor de pecho y que incluso había momentos en que le llegaba a doler el brazo.

Echémosle la culpa a las hormonas, pero Ana tuvo una escena bastante fuerte con su padre y yo pensé que iba a terminar en malos términos, ya que lo regañó por ser tan independiente y no contar con ella cuando él sabía que lo que estaba sintiendo podría considerarse síntomas de un infarto. Fue en ese momento cuando Ray confesó que tuvo un encuentro bastante complicado con Carla, en el cual ella lo trató de la peor manera diciendo que él fue quien influyó en qué Ana no ayudará a su medio hermano a salvarlo de la muerte pronta que lo rodeaba, y aunque ahí se supo defender muy bien, hace días había sentido malestares, pero no la había tomado importancia hasta que el día de ayer no soporto más la punzada en el pecho y fue a la urgencia donde lo dejaron hospitalizado porque efectivamente estaba teniendo un infarto.

Eso solamente ha ayudado a que mi esposa psicológicamente esté más colapsada que de costumbre y aunque Ray está estable y los procedimientos coronarios hayan salido bien, aún está en la unidad de cuidados medios y Ana está preocupada porque no quiere que vuelva a su casa. Ayer fuimos a verlo y pidió que le trajéramos algunas cosas que tenían su casa y nos dimos cuenta que no estaba comiendo cosas saludables y sólo se estaba alimentando a base de comida instantánea que son comidas que tienen una gran cantidad de sodio y eso ayuda a que los problemas cardíacos tengan consecuencias mayores en el cuerpo de una persona.

Así que comprendo muy bien el hecho de que Ana esté un poco colapsada en su tema emocional y como un esposo que quiere el bien de su esposa, es normal quiero que descanse todo lo que necesites, pero estoy seguro que mi esposa se va a enojar si no llega a la escuela para cumplir con los deberes qué tiene.

-nena, tienes que despertar, bebe. Es hora de que nos comencemos a levantar, ya que debemos seguir trabajando- digo y ella se vuelve a colocar en mi pecho para esconder su rostro en él. Amo cuando hace eso pero en este momento hace que las cosas se vuelvan más complicadas ya que necesito que despierte.

-sólo unos minutos más. Siento que apenas hace una hora cerré los ojos y ahora te escucho hablar- dice para luego dejar su cabeza reposando en mi hombro haciendo que su respiración golpeé suavemente mi pecho desnudo.

-te podría dejar dormir hasta más tarde, pero me vas a regañar por no despertarte. Además en la tarde tenemos que ir a ver a Ray para saber cómo va y a tratar de convencerlo de que se quede un tiempo con nosotros en la casa. Él necesita compañía Ana y las cosas con la profesora que estaba saliendo están avanzando, pero no les veo mucho futuro, ya que tu padre no se quiere abrir y mientras no lo haga, él va a seguir con su corazón cerrado al amor- le digo y Ana me mira fijamente sabiendo que tengo razón en lo que estoy diciendo.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora