Capitulo 51

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POV ANASTASIA

-tu padre es un hombre bastante interesante, pero demasiado estoico. No es bueno hablando, salvo cuando haces referencia a las cosas de la naturaleza y sobre todo a la pesca y a los trabajos en madera- dice la maestra Bloom. Tengo una ceja levantada, ya que no esperaba que me viniera a contar de la cita que tuvieron hace un par de días. Mi padre no dijo mucho y simplemente me dijo que la comida estaba buena. Gran cosa.

-siempre ha sido así. No es mucho lo que dice. Además se están conociendo por primera vez. Es normal que mi padre no dé el siguiente paso. Hace falta la comunicación y la confianza para hacer más cosas y una vez que lo haga, se abrirá y conocerás al padre que tanto admiro en este mundo. En realidad, eso pasara cuando los dos se abran y se conozcan mejor- digo mientras le entrego el calendario de exámenes para el primer semestre. Estamos teniendo demasiado trabajo, pero me encanta.

-lo sé. Es solo que me gusta que los hombres se expresen un poco más. Así los puedo entender y ayudar. Tu padre es de esos hombres que les cuesta hablar, pero todo problema tiene solución o eso es lo que dice la matemáticas- dice y me da risa. A veces no entiendo mucho los chistes de los profesores que llevan muchos más años que yo en el área de educación.

-creo que la primera cita es para conocerse. Ya conoce a mi padre, así que ya tiene como poder defenderse en un futuro si realmente quiero estar con él- digo y la profesora asiente con la cabeza.

-chica lista. Voy a seguir tus consejos y voy a hacer que tu padre caiga rendido a mis pies para que ya no se sienta solo- dice la mujer y se va hablando en susurros. Levantó una ceja y sonrío ante la idea de que esta mujer va a volver loco a mi padre, pero lo va a volver loco de felicidad porque ella no para, y eso es bueno porque significa que puede seguir a mi padre donde él quiera.

Trabajamos hasta tarde y cuando llegó a la casa, le hago cariño a Rubio detrás de la oreja que tanto le gusta y luego voy con mi hermoso bebé qué está haciendo un pequeño pero ruidoso ataque de llanto. Supongo que el biberón no es lo que quiere hoy.

-buenas tardes Gail- digo y ella me sonríe y me entrega a mi pequeño hombrecito que está llorando y está llorando con lágrimas reales, no es un simple llanto para llamar la atención.

-hola Ana. Acaba de despertar de su siesta, así que creo que está un poco incómodo y al parecer no quiere nada con el biberón. Quiere la teta de mama- asiento con la cabeza y voy al lavaplatos para lavarme las manos y también para limpiar el pezón con agua. Si decido bañarme en este momento me voy a demorar y el llanto va a ser peor y no quiero que mi bebé se estrese más.

Gail me pasa mi bebé y una vez que tiene cerca mí pechuga, comienza a chupar como si no hubiese comido en días y el principio es doloroso, no se está deteniendo, de hecho en un momento dado se llega a atorar por lo rápido que está comiendo.

-ya bebé, mamá está aquí. Perdóname por dejarte solo por tanto tiempo, pero si todo sale bien, la próxima semana estaremos muy juntitos, ya que tengo todo organizado para pasar una semana contigo en la casa junto con tu abuela, tu tía y ojalá que se sume Kate- digo mientras acarició suavemente la frente. Cada día se parece más a Cristian si no fuera porque tiene mis ojos. Es una copia de Cristian y sonríe cuando la gente le dice eso.

-así que el señor ganó ese argumento. Sabíamos que era muy difícil que tú trabajarás mientras él estaba en la semana de hombres en algún lado de este país- dice y suspiró.

-lo sé. Fue una batalla perdida desde el principio, pero tuve mi recompensa al intentar convencerlo. Siempre que se le mete algo entre ceja y ceja, no hay quién lo cambie de parecer- digo y Gail se tienta de la risa.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora