Semana 6

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POV ANASTASIA

-¿Estas bien?- le pregunto a Cristian que viene regresando al despacho muy pálido. Las náuseas han sido su peor pesadilla en estos últimos días y no lo han dejado descansar. Es como si nuestro bebé le estuviera mandando todos los males, en su máxima expresión.

-no, no estoy bien. Estos vómitos me están matando- dice y suspira cerrando los ojos una vez que está sentado en su gran silla.

-deberías ir a descansar, no te hace bien estar así. Además, no estás en condiciones para manejar el mundo desde tu despacho. Estas demasiado pálido para mi gusto. ¿Por qué no vas a descansar?- digo y el abre un ojo para verme. No me gusta verlo tan frágil. Esta pelea nos está haciendo mal a los dos.

-no puedo faltar a esa reunión. Es importante. Además, viene gente de otros estados y no les hare eso. Andrea me puede conseguir algo para que las náuseas se vayan, aunque sea por una hora. No es la primera vez que me pasa y aun me quedan 7 meses con este malestar- dice y hago una mueca. Grace tenía razón, los embarazos Grey son terribles para los hombres y lo peor es que las náuseas, mareos y vómitos le duran hasta el término del embarazo.

-¿A qué hora tienes la reunión?- pregunto. El suspira y vuelve a cerrar los ojos. Esta blanco, parece como una hoja de papel.

-en una hora más. Le diré a Andrea que me consiga algunas gotitas de viadil para pasar el rato. Esto está convirtiéndose en algo complicado para mí. No puedo seguir así y lo peor es que no quiero presentar permiso porque estoy con los síntomas del embarazo de mi mujer. Eso no lo creería nadie- dice y me da risa. El me frunce el ceño y muerdo mi labio inferior.

-cariño, nadie se reirá de ti. Es algo que algunos de los hombres han vivido y en tu familia es algo común, al parecer. ¿Quieres que te vaya a buscar algo?- digo. Me frunce el ceño y me preparo para que venga. Lo conozco y se cuándo me da esas miradas es porque algo tiene que alegar.

-¿A que has venido?- suspiro.

-he venido porque quiero que hagamos las pases. No soporto estar distanciado contigo y mucho menos que estemos peleados. Hemos dormido juntos más de dos meses y estas semanas se me han hecho eternas y me cuesta conciliar- digo y el me mira. No me gusta que se quede callado. Me da miedo lo que pueda decir.

-estaba pensando hablar contigo durante la noche, pero, no sabía si lo iba a poder lograr- dice y frunzo el ceño.

-¿Por qué?-

-porque cada vez que llegaba a tu habitación estabas inconsciente por culpa del sueño y no podía decirte nada. Además, tampoco estaba de acuerdo en despertarte, más cuando sé que las embarazadas necesitan mucho descanso y cuando te veo dormir, te ver tan tranquila y tierna- dice y se callada de repente. Se levanta rápidamente de nuevo al baño. Si sigue por ese camino, va a terminar deshidratado. Salgo del despacho de Cristian y me encuentro con Andrea. Ella me sonríe.

-¿Qué necesita señorita Steele?- dice amablemente.

-me puedes ayudar en conseguirle algo a Cristian. Esta vomitando y lo veo demasiado pálido. Desde que llegue, tiene que haber vomitado unas tres veces- digo. Veo que suspira y dice algo entre dientes.

-déjeme ver que le puedo llevar. Ya no sé qué más darle. Todo lo que le sirvo, aunque sea una simple agua con una hoja de menta, la devuelve. A todos nos tiene un poco asustados. Ya nos faltó por dos meses y fue un desastre, además de una tortura. No tengo nada que decir del señor Carrick pero, hay que reconocer que su hijo tiene más peso. Se puede decir que al señor Carrick lo respetan pero al señor Grey le temen y eso es lo que pesa en este mundo. Voy a ir al casino a ver que le puedo traer- dice levantándose y dejándome confundida. ¿Qué tan serio tiene que ser Cristian como para que le teman?

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora