Semana 55

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POV CRISTIAN

Debo de confesar que volver a tener náuseas por el tema del embarazo de mi esposa no es muy agradable, pero eso significa que algo que hemos hecho con amor, con felicidad y dentro de un hogar, está creciendo seguro y que pasando unos cuantos meses estará con nosotros y será tan ruidoso como lo es Teddy en este momento de su vida. Si antes encontraba que las cosas que hacían mi hijo eran preciosas salvo lo que dejaba el pañal, hoy hace cosas que para nosotros puede ser algo insignificante, pero para él es impresionantemente grande y creo que estoy pensando de la misma forma que él. Una sonrisa, girar sobre sí mismo, las expresiones que hace cuando Ana lo baña, para mí no tienen precio.

E intentado llegar a la casa antes de tiempo para poder disfrutar de mi bebé. Hace unas semanas hablé con mi madre y me dio entender que los primeros meses no se vuelven a vivir jamás y que la niñez es el momento en que tanto los niños como los padres aprenden a trabajar en conjunto. Eso me hizo pensar y también me hizo darme cuenta que Ana y Teddy tienen una relación muy estrecha y ella es capaz de reconocer ciertos sonidos que yo no he sido capaz de reconocer aun y me molesta.

Es por eso que pensé que lo mejor que podía hacer era pasar más tiempo con él y fue la mejor decisión que podía tomar en los últimos días. Tenerlo en mis brazos mientras duerme o hacerlo dormir en mi pecho ha hecho una relación más estrecha con mi hijo y son cosas que el tiempo hace que pasen demasiado rápido y mi madre tenía razón, hay que aprovecharlas ahora y eso es lo que estoy haciendo y me encanta ser un padre que cambie pañales, que esté con su hijo cuando le saqué gases y lo más satisfactorio que tengo es cuando lo voy a dejar en su cuna dormido plácidamente.

A veces me quedó mirando sus pestañas, sus mejillas, sus dedos, por muchos minutos y no puedo dejar de amarlo. Es lo mejor que tengo y es lo más puro que tenido en mi vida, a diferencia de Hope que sólo la pude imaginar en sueños porque no tuve la posibilidad de tenerla en mis brazos.

-Cristian, concéntrate- me dice Ana y vuelvo a la realidad. Estamos en la cama y debo confesar que fue mi culpa que Ana está exigiendo mi atención a ella. La desperté hace quince minutos para que tuviéramos relaciones sexuales y creo que estoy un poco disperso porque estoy pensando en cosas y no estoy haciendo nada.

-lo siento. Estaba pensando en las cosas que ha hecho Teddy en los últimos días y me parecen impresionante- digo y Ana sonríe al escuchar el nombre de nuestro hijo. Ella sigue trabajando y sigue sacando adelante el colegio junto con el internado y está demostrando que vale la pena darles una educación de calidad a los niños. Lleva poco tiempo, pero los niños han sacado notas muy buenas en comparación con colegios que tienen todo, incluyendo al amor de sus padres.

-lo sé. También me pasa lo mismo cuando lo observó y puedo ver que hoy hizo algo que antes nunca había hecho. Es un niño muy lindo y muy feliz. No pudo llegar a un mejor familia, tiene una abuela que lo ama, abuelos que sé que lo van a consentir hasta más no poder y unos tíos que lo van a llevar a todos lados y creo que gracias a ellos va a conocer el país mejor que uno. Pero en este momento no es momento de hablar de nuestro hijo, es momento de que te concentres en la mamá- dice y me hace sonreír.

-está bien, ¿Qué es lo que necesita la señora de mí?- pregunta y Ana envuelve sus piernas en mi cadera y hace que mi pene entre completamente en ella. Ambos nos estremecemos cuando no hay ni un centímetro de distancia entre los dos, es como si fuéramos uno solo.

-quiero que me hagas el amor. Sé que hemos hecho mucho de eso de los últimos días sobre todos los fin de semana que estás en la casa, pero te necesito, empezaste esto y tienes que terminarlo- dice y me estremezco cuando al intentar acomodarse en la cama sus paredes vaginales se contraen alrededor de mi erección.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora