Semana 15

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POV CRISTIAN

-me encanta este lugar, Cristian- dice Ana lanzándose a mis brazos. Por fin estamos en la casa y la decoradora de interiores ha hecho un buen trabajo. Ana está admirando todo y mi hermano ha dejado la casa en perfecta condiciones para que vivamos tranquilamente.

-eso es lo que quería escuchar. Hay una conexión entre la casa y el lugar donde esta Sky, así que no tendrás que salir al frio. Ya los ha revisado el veterinario y está en óptimas condiciones. Cuando le dije que estabas embarazada comprendió inmediatamente lo que tenía que hacer. Nos extrañan, aunque más a ti que a mí- digo y Ana se lanza a mis brazos para darme un beso apasionado en los labios.

-¿Alguna vez te dije que eres lo más lindo que la vida puso en mi camino? Creo que la vida nos quiere un poquito más que a los demás- dice y frunzo el ceño. Coloco mis manos en su cintura y ella se estremece.

-estás un poco cursi hoy- digo y ella se ríe. Se saca los zapatos y camina a pies desnudos por la casa. No sé si eso es bueno para su salud pero, al ver su cara de felicidad no diré nada. Camina hasta la cocina y se queda sorprendida de ver la nevera llena con comida y lo mismo con los muebles.

-Cristian, aquí hay comida como para un regimiento. ¿Quién más vivirá en esta casa a parte de nosotros?- dice mientras observa todo con detenimiento. Saca unas cosas y las lee y suspira.

-¿Qué ocurre?- digo preocupado. Me acerco y ella niega con la cabeza.

-a veces tu dinero me asusta. ¡Tienes tanto! Me da miedo que al final del día me digas que no puedes tener nada más conmigo porque soy demasiado poca cosa para ti. Mi sueldo no alcanza a ser ni el uno por ciento del tuyo. A veces me da miedo esta relación- dice y me mira con una mueca en la cara.

-nunca te he pedido nada a cambio. Además, me has dado más de lo que tengo en las cuentas de la empresa y lo que vale. Me ayudaste a seguir adelante con todo mi pasado que llevaba en mis hombros. Me diste tu amor incondicionalmente, aunque yo me negaba a amarte por miedo a lo que ocurrió en el pasado- digo y ella suspira.

-mi madre vino ayer a la escuela, otra vez- dice y me tenso. Esa mujer no la va a dejar tranquila hasta que Ana acceda a la operación.

-¿Qué fue lo que te dijo? Has estado así desde que llegamos y me pareció extraña tu reacción, cuando generalmente estas alegre y siempre con una sonrisa- digo y ella suspira.

-ella intenta hacerme entender que mi medio hermano depende de mí para seguir viviendo. No le quiero decir que estoy embarazada, por miedo a que atente contra mi vida o la del bebé. Estoy cansada de tener la misma conversación. Además me está comenzando a dar miedo. Ella tiene mi información clínica y no sé cómo la consiguió. Eso es un delito, más cuando no le ha dado la autorización. Tengo pensado hablar con mi papá para que le ponga un alto. No quiero tenerla cerca, no mientras nuestro bebé no haya nacido- dice sentándose en una de las sillas.

-si se vuelve a acercar a ti, me lo tienes que decir. Mira, esa mujer no me gusta y nunca me ha caído bien. Siempre le ha dado prioridad a su hijo, en vez que a ti. Ray me lo advirtió cuando me dijo que esa mujer, buscaría la ayuda de Ana solo para su beneficio personal y ahora lo estamos viviendo. Si esa mujer se vuelve a acercar a ti, aunque solo para saludar, me lo tienes que decir. Ya me canse de verte tan triste cuando esa mujer está cerca- digo molesto. Abro los ojos cuando veo que Rubio está corriendo por el patio y está quedando café en barro.

-ya lo sé pero, Cristian, ella es mi madre, le guste a quien le guste. ¿Qué estas mirando que acabas de palidecer?- me pregunta trayéndome a la realidad. No tengo ni la menor de lo que estaba diciendo.

-Rubio está jugando en el patio y está quedando completamente embarrado, hasta las orejas las tiene negras- digo y Ana suspira.

-no le he podido quitar esa manía que tiene con el barro. Cuando llovía torrencial en la noche y al otro día no, siempre había barro en varias lugares. El corría a la mancha más grande de barro y se revolcaba. Lo malo es que tenía que bañarlo después y creo que terminaba más limpia yo que él. ¡Es tan inquieto cuando lo bañaba!- me dice y camina rumbo a la puerta. ¿Qué es lo que va a hacer?

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora