Semana 27

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POV ANASTASIA

-está todo bien con el bebé. Está creciendo a un ritmo bueno y no hay indicios de alguna enfermedad en la madre. Has subido los kilos que deberías subir. Los exámenes han demostrado una mejoría y podremos bajar la dosis de ácido fólico. Así me gusta que se comporten las madres y me hagan caso en la dieta- dice la doctora y sonrió. Mi bebé va viento en popa y ya no nos falta mucho para conocernos. Cumplimos la semana 30.

-doctora, ¿Qué precauciones debemos tener con el paso de las semanas?- pregunta Cristian. Tiene una foto del bebé en la mano y no la ha podido soltar desde que la doctora se la entrego. Es de una ecografía 3D y se ve con detalle su rostro. Grace estará más que feliz cuando la vea.

-bueno, hay que tener mucho cuidado con las relaciones sexuales duras. Si bien el bebé está protegido, los movimientos muy bruscos pueden provocar desprendimientos de membrana y eso complica la situación. Además, de tener mucho cuidado con la higiene de la madre. También, en esta etapa, el tamaño del bebé comienza a ser más grande y el vientre más amplio. Es por eso que algunas mujeres tienen problemas para moverse y se vuelven torpes. Si va a subir escaleras, debe subir con cuidado y siempre afirmada a algo, una caída puede provocar mucho daño- dice la doctora y me tenso.

-lo mantendré presente- dice. En ningún momento ve a la cara a la doctora, sino que está pendiente de la foto que está en sus manos. La doctora simplemente se ríe. No es la primera vez que lo ha vivido.

Me da los cuidados que debo tener en mi hoja de control y nos deja la fecha de nuestro siguiente control que es en un mes más. Salimos de la consulta y Cristian esta como ido y tengo que guiarlo como lo haría cualquier persona con un niño pequeño, en una tienda comercial.

Con ayuda de Taylor, logramos que entre en el auto. No sabía que Cristian pesara tanto, aunque sus músculos son realmente duros y firmes. Está bien. Tengo antojo en este momento.

-¿Dónde vamos, señorita Steele?- me pregunta Taylor y hago una mueca.

-vamos a la casa de Grace. Creo que mi padre está almorzando con ellos y quiero mostrarle la foto que nos entregó la doctora. ¿Puedes creer que se ve todo de su carita? Ya no veo la hora de que este nosotros- digo emocionada. El asiente con la cabeza y me sonríe.

-en mi época, no había esta tecnología, así que fue poco lo que pude ver de mi hija- dice y frunzo el ceño.

-no sabía que Gail fuera mamá ni que tu fueras padre- digo y escucho que suspira.

-tengo una hija de mi primer matrimonio. Las cosas no salieron como esperaba y mi ex no era lo que pensaba. Lo único bueno que quedo, fue mi hija y ahora está estudiando en la universidad- dice y frunzo el ceño.

-¿Qué edad tienes, Taylor?- pregunto. Él me sonríe.

-tengo 39 años y fue padre a los veinte. Me case con la chica que siempre me había gustado y con la que tuve muchas primeras experiencias. Lo malo, es que ella siempre intento ser algo que no quería y cuando Sophia, llego a nuestras vidas, mostro realmente su cara oculta. Nos separamos cuando mi hija tenía 6 años, ya que no la soportaba y desde ese día me ha costado estar en contacto con ella. Su madre es complicada y sino llevo un cheque en mano, no deja que comparta una tarde conmigo. Suena como si tuviera que comprar el cariño de mi hija- dice y su mirada se vuelve triste.

-¿Y no has pedido ayuda? Digo, si esa mujer es tan mala, ¿Por qué no luchaste por su custodia?- pregunto.

-lo hice pero, la justicia lo único que prioriza es que el hijo sea feliz. Además, la ley favorece a la madre y no al padre. Además, en ese tiempo no tenía el trabajo estable que tengo ahora con el señor Grey y vieron que eso podía ser dañino para la niña. Lo bueno, es mi bebé no se parece en nada a su madre y eso ha sido como una patada en el estómago- dice y me da risa.

60 SemanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora