60 Semanas

Semana 35 parte 2

POV CRISTIAN

Ana está durmiendo profundamente después del trabajo de parto. Está agotada, pero no me puedo sacar de mi cabeza la imagen de ella sonriendo cuando sostuvo nuestro bebé en sus brazos. Fue una imagen nueva, una imagen sincera que se quedara en mi corazón por mucho tiempo. Es la única mujer que ha logrado que mi corazón lata de esta manera, tan descontrolada por algo como esto.

A su lado, en una cuna pequeña, está nuestro pequeño. Está plácidamente dormido después de haber llegado a este mundo. Nuestra familia llegará mañana para conocer al nuevo integrante, ya que llegó a este mundo pasada la media noche. Se nota que mi hijo es igual a mí, haciéndose notar con tan sólo unas pocas horas de vida.

Los latidos de mi corazón aún no se pueden tranquilizar después del parto. Jamás pensé esa labor sería tan impresionante. Milagro que las mujeres no puedan ver ese proceso, ya que es traumático. El cuerpo de la mujer se expande, su vientre aumenta de volumen para mantener caliente y a salvo al bebé y para que esté salga, la vagina se expande a tal punto que una circunferencia de 12 centímetros de diámetro salga de ella.

Me levanto de la silla y voy hasta dónde está la cuna. Con cuidado y con miedo, tomó a mi hijo en mis brazos y me vuelvo a sentar. Se siente tan grande tener algo tan pequeño entre mis brazos. Sabía, que a través de la ropa que compramos antes del parto, que el bebé sería pequeño pero jamás imaginé que sería tan pequeño. Con una sola de mis manos puedo cubrir toda su espalda.

Aún no puedo creer él esté conmigo. Sentir su respiración, movimientos que sólo podía sentir a través del vientre de Ana, es una sensación difícil de explicar con palabras. Simplemente no podría vivir sin él.

He recibido llamadas de toda la familia y algunos mensajes de algunos empresarios que se enteraron de la noticia. He intentado contestar lo más que podido pero, simplemente quiero estar con mi familia. Ahora entiendo cuando mi madre decía que la familia iba primero.

La puerta de la habitación se abre y una enfermera entra para revisar el bebé y luego a Ana. Para sorpresa de todos incluida la matrona, Ana fue capaz de tener un parto natural en perfectas condiciones, no hubo necesidad de una operación para traer a nuestro hijo al mundo. Sonrío pensando que con Ana, nunca se sabe.

-en unos minutos más debemos despertar a su esposa para que le pueda dar de comer al bebé. Han pasado casi dos horas desde el parto y debo enseñarle como alimentar de mejor manera para ella y no tener complicaciones en un futuro. Como sabrá, los primeros meses, la leche materna es muy importante para el bebé y es importante también, que la madre esté en buenas condiciones para eso. Generalmente, en la lactancia, las mujeres terminan con dolor de espalda por malas posturas al momento de dar pecho. Eso es una de las cosas que debemos evitar para que el proceso sea más fácil para ambos- dice mientras me mira con mi hijo en los brazos.

-¿Puedo ayudarla en este proceso? Quiero poder ayudar a mi mujer en todo lo que puedo, ya que como usted dice, el bebé solamente depende de ella para tener una alimentación buena. Si puedo ayudarla para que esto se haga, créame que cuenta conmigo- digo y la mujer asiente con la cabeza.

-en unos 10 minutos más volveré con lo necesario para ayudarles en el tema de la lactancia. Ojalá, ella esté despierta para ese momento. Es bueno ver que un padre toma parte en el proceso de la crianza de un bebé recién nacido, ya que por lo general, les da miedo tomar algo tan pequeño- dice la mujer y me hace sonreír. Si ella supiera que lo único que quiero es estar con ellos para siempre.

Cuando sale de la habitación, dejó a Teddy en la cuna y voy al lado de Ana. Ella aún está durmiendo y tengo que despertarla. Antes de hacer cualquier movimiento, acarició suavemente la mejilla y le doy un suave beso en los labios. Se lo merece, ya que un parto es un trabajo agotador.