60 Semanas

Semana 20 parte 2

POV ANASTASIA

-me gustaría estar en ese lugar para apoyar a Cristian. El necesita que estemos con él. El maldito teléfono no funciona- digo. Grace se ríe. Está sentada a mi lado y está tejiendo algo. Bueno, eso es lo que quiera hacer, ya que con los nervios que tiene, se le han escapado varios puntos.

-debes de estar tranquila. Toda esa tención que estas teniendo en este momento, se la estás pasando al bebé. Y mira que si llega a pasar algo, es Cristian que va terminar con náuseas y vómitos- dice y suspiro. La televisión está encendida y ambos quedamos sorprendidas cuando encontramos un canal que está trasmitiendo el juicio o parte de ello.

-nunca pensé que este juicio fuera tan mediático. Mi hijo intento hacer las cosas más sencillas e intento pasar desapercibido pero, la gente es tan morbosa y copuchenta que no me extrañaría que estuvieran sentadas delante de la televisión mirando lo que sucede- dice Grace y asiento con la cabeza. En ese momento aparece una imagen de Cristian y me preocupo cuando lo veo tan pálido. No me gustaría estar en sus zapatos con nauseas.

-Cristian se ve mal. Está muy pálido. Ojala que no esté teniendo nauseas en este momento- digo. Acaricio mi pequeña barriga mientras le pido a mi bebé que ayude a su padre. Que no deje que los males del embarazo interfieran en su defensa.

-en eso tienes razón pero, Carrick y Elliot deberían de estar llegando. Nunca nos dijo que el juicio hoy. Estamos para acompañarlo pero, no nos dijo nada. A veces es tan hermético que no nos dice nada- deja el tejido a un lado y se levanta para mirar por la ventana. Le subo un poco el volumen para escuchar lo que están diciendo.

-ha dejado pasar mucho tiempo desde que esto comenzó. ¿Por qué ahora está contrademando a mi cliente?- supongo que es el abogado de Leila. Cristian tiene el ceño fruncido y conozco esa mirada. Tiene ganas de matarlo.

-porque me canse de las mentiras que estaba diciendo esta mujer. No solo estaba afectando mi imagen, sino que también la imagen de mi familia. Muchos de los futuros clientes que quería, no aceptaban hablar conmigo porque pensaban que era un asesino, varios de los pacientes de mi madre se fueron de su consulta porque pensaban que su hija era un asesino. Incluso, las amigas de mi hermana pensaban que era un asesino y no era conveniente tenerme cerca. No soy un asesino y me canse que por culpa de una mujer sin corazón, me apuntaran con el dedo- dice Cristian. Tiene la mandíbula tensa y esta aprontando las manos.

-¿Por qué, ahora, quiere terminar con esto? ¿Existe la posibilidad de que ahora haya alguien en su vida?- el abogado camina por el espacio que hay en el juzgado y le giña un ojo a su defendida. Me da nauseas esa acción.

-eso no tiene importancia. ¿Qué importa si hay alguien en mi vida? En este momento lo que quiero y más anhelo es que esa mujer, salga de mi vida. Ya me ha hecho mucho daño y si siguen por ese camino, créanme que tengo una información bastante comprometedora, que puede hacer que su clienta termine siendo aborrecida por la sociedad. Quiero justicia y voy a hacer las cosas bien, empezando por decir la verdad- Cristian mira a su abogado y asiente con la cabeza. De un maletín cercano, saca una carpeta de color café oscuro y una caja cuadrada, con lo que parece un CD.

-lo que está diciendo puede ser considerado como una amenaza- dice el juez. Cristian asiente y mira a Leila. Su mirada se oscurece y la piel que está en mi cuello, comienza a picar.

-como vengo diciendo desde que llegue, estoy cansado de esta situación. Mas, cuando ciertas pruebas llegaron a mis manos. Cuando las leí, por fin comprendí porque ella se lanzó por las escaleras y comprendí muchas cosas que no estaban claras sobre nuestra relación- tomo uno de los cojines y lo llevo hasta mi pecho para abrazarlo.