POV ANASTASIA
-maestra, mira lo que he dibujado- dice uno de los niños. Estamos en la sala dibujando lo que más le gusta. Algunos han escogido animales y otros cosas que no logro comprender.
-¡Que bello! ¿Qué es?- pregunto ganándome a su misma altura. Él me sonríe y mi corazón se alegra al saber que es feliz mientras esta en mis clases.
-es perrito. Me gustaría tener uno pero, en la casa donde estamos, somos muchos y la señora nos dijo que si traían un perro, uno se tenía que ir. A ninguno nos gustó esa idea. Sabemos lo que significa no tener muchas cosas y no quiero volver con mi familia. Ellos no me quieren y no quiero sufrir por su culpa nunca más- dice y me duele que un niño de 12 años hable de la vida de esa manera pero, eso es lo que han recibido.
-bueno, pero, algún día lo tendrás. Cuando seas grande y tengas tu propia casa, con alguna persona que quieras. Es más, ¿Qué te gustaría ser cuando grande?- le pregunto. El me mira y hace una mueca.
-no lo había pensado. Siempre he pensado en lo que quiero ahora pero, jamás en el futuro. ¿Importa si lo hago ahora?- dice y asiento con la cabeza.
-adelante. Después me gustaría saber qué es lo que has decidido- el asiente con su cabeza y vuelve a su puesto, donde comienza a dibujar y a pensar. Me siento detrás de mi mesa y los miro. Cada uno está trabajando en algo, que para muchos puede ser la nada misma pero, para mi tiene mucho sentido. Muchas veces a través de los dibujos es más fácil comunicarse. Rubio esta echado a mi lado y de repente se levanta. Lo miro atentamente y se gana al lado de una niña. Está llorando y rubio intenta consolarla mediante algunas lamidas en sus dedos o pequeñas mordidas en sus piernas. Me levanto y me gano a su lado.
-¿Qué has dibujado?- le pregunto y ella suspira.
-lo que me hubiera gustado tener- dice en un susurro.
-¿Qué es? Si me lo cuentas, puede que te pueda ayudar- digo. Me siento en el puesto que está delante de ella y que se encuentra vacío. Varios de los niños no han llegado en los distintos cursos y me preocupa, ya que generalmente los castigan no dejando que vengan a la escuela.
-me hubiera gustado vivir en una casa con un papá y una mamá que me quisieran y no me buscaran solo para hacer sus cosas. Quiero vivir en una casa donde no haya suciedad por todos lados y que tenga limpiarla. Solo quiero que alguien me quiera como a una hija. Sé que es difícil, ya que las familias no se quieren hacer cargo de una niña tan grande como yo y jamás nos adoptan, más cuando tenemos problemas. Tengo un corazón que aspira a mucho pero, que no ha recibido nada- dice llorando y con rabia.
-Lena, hay cosas que jamás podre cambiar y una de ellas es tu pasado. Tienes razón en muchas cosas pero, yo te voy a decir que hay algo que no has pensado. Tú, mi niña, eres única. No hay nadie como tú. Si hay gente que no te quiere, no importa, ese significa que hay alguien que llegara y será capaz de llenar todos esos agujeros que hay en tu corazón. Por eso, lo mejor que puedes hacer es demostrarle a este mundo que eres una persona fuerte y que nada ni nadie puede destruirte. Has vivido muchos obstáculos pero, los has superado. No te desanimes. Las mejores cosas siempre se demoran en llegar. Solo hay que ser paciente, aunque nos cueste- digo y ella se ríe.
-muchas gracias por sus palabras. ¿Qué vamos a hacer cuando esta escuela se cierre? Es la única que nos recibe y no nos pone ningún problema. Desde que nos contaron que eso ocurriría, más de alguno no ha dormido- dice y gruño por el poco tino que tiene la gente.
-ustedes no se deben preocupar por eso. Somos los adultos que tenemos esa responsabilidad- digo. Ella hace una mueca y comienza a jugar con Rubio. Es una ayuda maravillosa, la que recibo de su parte.

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60 Semanas
Hayran KurguDespués de 60 días en una isla desierta, regresan a la cuidad de Seattle. Recién están formando una familia. Cristian enterara hacer de todo para que ella este tranquila y se sienta amada pero, no todo es felicidad. La ex mujer de Cristian, hará c...